Así trabajan los guionistas de tus comedias favoritas

Aprovechamos el éxito de 'Lo dejo cuando quiera' para poner cara a algunos de los responsables del género predilecto en el cine español
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@Jacobo Medrano

Escribir un reportaje sobre guionistas de comedia conlleva sus riesgos. El periodista puede creer que tiene la situación bajo control y confiarse en las entrevistas y en la redacción del texto, pero ha de tener cuidado. Es muy probable que los guionistas de comedia se hayan apoderado poco a poco de la narración, hayan colocado estratégicamente sus chistes, calculado la estructura, acordado la trama y las subtramas, y que, cuando el plumilla transcriba todo ello en su ordenador, se dé cuenta de que le han dado el reportaje prácticamente dialogado.

La secuencia inicial de este reportaje es en un interior, en la Sala Equis, día. Los personajes protagonistas son Cristóbal Garrido y Adolfo Valor, guionistas de Promoción fantasma o Cuerpo de élite que este mes estrenan Lo dejo cuando quiera, comedia dirigida por Carlos Therón sobre tres profesores universitarios en paro que prueban suerte en el tráfico de estupefacientes. La anterior película dirigida por Therón, el taquillazo Es por tu bien, la escribieron Josep Gatell (Cuerpo de élite, la serie) y Manuel Burque (Déjate llevar), también presentes en este reportaje. Las series tienen un lugar claro en este texto. En ellas escriben Daniel Castro (Ilusión) y Anna R. Costa (Embarazados), preparando actualmente la segunda temporada de Arde Madrid. El primero escribió junto a Marta Suárez y Olatz Arroyo una de las películas más taquilleras de 2018, El mejor verano de mi vida. Aunque Marta viene del teatro, Olatz cuenta con una extensa trayectoria en la TV, que va de Aída a la coordinación de guion en Allí abajo y sus guiones para cine (lo próximo: Hasta que la boda nos separe, escrita con su coguionista habitual Marta Sánchez). De las series al cine también han saltado Pablo Alén y Breixo Corral, guionistas de 3 bodas de más que hace poco estrenaron ¿Qué te juegas?, coescrita con Astrid Gil-Casares.

Así trabajan los guionistas de tus comedias favoritas

En 2018 la película más taquillera fue Campeones. Del top 10, ocho eran comedias, frente a los años anteriores, en los que el thriller, el drama e incluso el terror tuvieron su lugar entre lo más visto. Sin embargo, el año pasado la taquilla se la repartieron entre Fesser, Superlópez, Perfectos desconocidos, El mejor verano de mi vida, La tribu, Yucatán, Los futbolísimos y Sin rodeos. Esto sin obviar el fenómeno sin parangón que supuso Ocho apellidos vascos, escrita por Diego San José y Borja Cobeaga. ¿Quiere decir esto que estamos ante un boom de comedia? “En España lo que ha tenido siempre más éxito han sido las comedias. No tiene el prestigio que el drama, pero sí el éxito en taquilla”, opina Marta Suárez. Una realidad histórica e idiosincrásica que Adolfo Valor explica muy bien: “La comedia es lo que nos diferencia respecto al cine estadounidense u otras cinematografías. Yo sé lo que nos hace reír a nosotros. No puedo competir con Marvel, ni con Green Book. Pero sí sé lo que funciona aquí y lo que no”. En cualquier caso, algo hay también de boom en esta reciente querencia española por la risa. Un punto de inflexión que podemos definir como “el efecto Ocho apellidos vascos” que hace que muchas productoras se decanten por producir comedias cuando tienen que elegir. “A Pablo [Alén] y a mí nos da un poco de miedo el boom. Creemos que se ha  interiorizado que hay una fórmula para hacer comedias y solo se hacen de una manera”, cuenta Breixo Corral.

¿Podríamos hablar de cierto secuestro de los guionistas de comedia? Es decir, ¿por qué cuando un guionista sobresale con un buen guion de comedia se le encarga un remake en vez de apostar por otro proyecto personal suyo? “No se arriesga demasiado en los conceptos y se suele apostar por películas basadas en una propiedad intelectual previa que ya haya tenido éxito”, explica Daniel Castro, que ganó con su ópera prima en la sección Zonacine del Festival de Málaga en 2013. Valor y Garrido, que actualmente trabajan desarrollando proyectos de televisión y cine, desde hace años dejan claro en todas las reuniones con productores que les gustaría que se hiciesen sus propias historias. “Cuando escribimos remakes intentamos hacerlos nuestros –explica Adolfo Valor–, pero no vamos a estar todo el rato haciendo remakes, tendrán que hacer fuera de España remakes de nuestras películas, que tenemos ideas cojonudas”. A lo que Cristóbal Garrido añade: “De Promoción fantasma hay un remake en marcha en EE UU. Y también de Tres bodas de más. De Cuerpo de élite se hizo una serie… Nuestros conceptos propios se están exportando y funcionan”.

Anna R. Costa es un ejemplo de ello. Aunque también ha escrito guiones de encargo (Embarazados, Bajo el mismo techo…), con la primera temporada de Arde Madrid demostró que se podía defender un proyecto personal y autoral, con una voz propia, con una mirada femenina y desde la comedia. La plataforma que se lo ha permitido ha sido Movistar. “A veces metemos en el mismo saco a todas las plataformas y, sin embargo, no todas están apostando por este tipo de contenidos más autorales”, explica Daniel Castro, que coescribe con Anna la segunda temporada de la serie. “Movistar no nos ha cuestionado nada jamás de nuestras propuestas por muy arriesgadas que fuesen… Creo que en este momento tan feliz en el que se están produciendo tantas cosas, hacer un huequecito para las autorías es importante”, explica la guionista.

(Anna R. Costa y Daniel Castro)

Quizás lo más sorprendente es juntar los términos "comedia" y "de autor". "Para mí la comedia es una mirada sobre la vida, sobre el mundo. Yo veo la vida en clave de comedia", explica Anna R. Costa, filóloga de formación que también ha pasado por el teatro, el cine y la televisión en abierto antes de Arde Madrid. Ambos términos también se juntan en Ilusión, ópera prima de Daniel Castro, que tras sus primeras prácticas de periodista entendió que la realidad le aburría considerablemente y que lo que le interesaba de verdad era escribir ficción. "Estudié guion y empecé a hacer cortos hasta que entendí que lo que se me daba mejor era la comedia. Después vino el boom de comedias industriales y empezaron a llamarme. Básicamente, cuando Cristobal Garrido y Adolfo Valor o Diego San José y Borja Cobeaga [Ocho apellidos vascos], no están disponibles". 

A estas alturas el lector ya se habrá dado cuenta de esa tendencia natural de los guionistas de comedia para escribir en pareja. A veces, en tríos, como en El mejor verano de mi vida, en cuyo guion se incorporó Olatz Arroyo para aportar alguna capa tras el trabajo de Marta Suárez y Daniel Castro.

Olatz: Sin duda es más fácil. Pruebas al instante si el chiste funciona. Es mucho más fluido. Si escribes sola necesitas más tiempo.

Marta: Con Dani [Castro, coguionista de El mejor verano de mi vida] escribíamos juntos para desarrollar la idea y luego nos separábamos y cada uno escribía mitad y mitad. Luego Olatz entró y le dio una capa más.

Olatz: La comedia es muy de capas. Meter capa y capa y capa. Es muy agradecido el trabajo de colaboración. Trabajas mucho en estructura y necesitas que venga alguien y le de más frescura.

Marta: Y creo que es clave la colaboración con los actores, que encuentren su propia voz en el personaje y que sean capaces de darle su humor. Aunque escribimos para Leo Harlem, él hizo suyo el personaje.

Breixo Corral: Para mí es casi imposible escribir nada sin Pablo [Alén]. Sobre todo, comedia. Nosotros, en lo único en lo que confiamos es en que los guiones nos hagan gracia a los dos. Con eso podemos defenderlo ante quien sea. Luego hacemos también una cosa que solo puedes hacer en pareja, que es turnarnos en nuestra depresión.

Pablo Alén: Enfrentarte a la escritura de un guion tú solo me parece muy duro.

Manuel Burque: La gente que escribe sola sufre muchísimo, es como Náufrago. A nivel creativo y a nivel comedia. Hasta los cómicos que hacen comedia tienen micrófonos abiertos donde rebotan sus chistes para ver si funcionan o no.

Josep Gatell: Además te da una red de seguridad, te permite fallar, tener un mal día. Cuando no tienes la presión y puedes fallar porque está el otro, te relajas y salen cosas mejores.

Olatz Arroyo: Sin duda es más fácil escribir en pareja. Pruebas al instante si el chiste funciona.

Cristóbal Garrido: Se caen chistes en las reuniones con productores, en el rodaje, en el montaje… Por eso es muy importante trufar el guion bien de comedia porque corres el riesgo de que cuando la comedia llegue a la pantalla no quede ni un chiste.

Josep: Además, de esos 10 chistes se van a reír en seis, con suerte. A veces pasa una cosa que es muy frustrante. Hay un gag que a todo el mundo le encanta en la versión de guion dos. Pero haces tantas versiones de guion que a la séptima el gag ya no te hace gracia. Quitas cosas que pueden estar bien porque se han leído muchas veces.

Burque: Luego están los equilibrios de pareja. Gracias a que Josep [Gatell] tiene el chip de “tenemos que hacer reír” yo me puedo centrar más en qué queremos contar. Somos muy obsesivos con la teoría de guion.

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(Josep Gatell y Manuel Burque, guionistas de Es por tu bien…)

Cristóbal: A ver, Gatell ha trabajado con nosotros [en la serie Cuerpo de élite] y es mentira.

Burque: Con vosotros entra en la anarquía.

Manuales de guion o anarquía

Josep: No, una cosa es la tele, en la que todo está mucho más estructurado, y otra escribir una peli con la que te tiras tres años. No nos importa tanto el giro en la página tal, pero los personajes sí.

Burque: Y la estructura también. Igual sueno muy pretencioso pero intentamos que todo siga un orden casi matemático, dividido en cuatro partes casi perfectas. En cada parte hay un cambio muy claro y en el punto medio todo cambia… Hay un momento en el que nos soltamos, pero sí que somos un poco obsesivos. Igual…[se ríe].

Josep: Yo un poco menos. Llamad a la policía [se ríen todos].

Cristóbal: A mí no me obsesiona en qué página tiene que venir el punto de giro. Lo hago de manera intuitiva, según me lo va pidiendo la historia y los personajes.

Adolfo: ¡Eso es mentira! Llega a la página 30 y dice “Ya empieza la acción. Somos la polla. Lo hemos clavado”.

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(Adolfo Valor y Cristobal Garrido, guionistas de Lo dejo cuando quiera, Promoción fantasma, Cuerpo de élite…)

Pablo: Nosotros somos bastante anárquicos.

Breixo: Llegamos a tener una versión de guion de Tres bodas de más en la que empezaban las bodas en la página 50. Solemos empezar por los gags. Nosotros nos preguntamos qué nos haría gracia ver en una película y empezamos por ahí.

Adolfo: Pues eso mola.

Breixo: A partir de los gags nos suelen salir personajes y cuando tenemos un personaje ya pensamos el arco.

Pablo: Lo que hacemos mucho es imitar a esos personajes. Antes de pensar en situaciones hablamos como si fuésemos ellos, a ver si se nos ocurren temas a los que sacarles punta.

Pablo: Aunque empezamos por aquí, luego Breixo tiene toda la película en la cabeza.

Breixo: Yo luego me obsesiono mucho con si la historia está avanzando o no.

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(Breixo Corral y Pablo Alén, guionistas de ¿Qué te juegas?, 3 bodas de más…)

Cristóbal: Eso es fundamental, que la trama avance.

Burque: Hay veces que un gag que te hace mucha gracia estropea la continuidad la película.

Josep: Nosotros diferimos a veces, pero si es muy gracioso a mí no me importa dejarlo.

Breixo: Y hay gags que son la película. En Anacleto había algunos gags de los que se nos ocurrieron que decíamos: “es la película, padre e hijo con parodia de espías”.

[En este momento, la periodista se ve relegada a una mera acotación. Consigue interrumpir a los guionistas y preguntarles por sus referentes]:

Referentes

Anna: Para mí, Azcona es un claro referente. En Arde Madrid me he inspirado mucho en él. Tiene un universo con una cantidad de capas geniales y con mucha gracia y naturalidad.

Dani: Es verdad, es de donde sale una comedia con una autenticidad e identidad española. Yo me siento identificado con Ricky Gervais, con esa comedia realista de hombres pequeños, de pequeñas miserias.

Cristóbal: Nosotros somos muy apatowistas. Hemos llorado con el final de Crashing. Cualquier cosa en la que salga Kristen Wiig, Amy Schumer, Will Ferrell o Steve Carell nos gusta.

Adolfo: Y también Phil Lord y Chris Miller.

Cristóbal: Lo mismo escriben, que dirigen, que producen.

Adolfo: Que les despiden de Han Solo.

Burque: Otros referentes para mí son Los Simpson y Padre de familia o Billy Wilder.

Breixo: Yo soy muy fan de Paco León.

Adolfo: Sí. Ha creado un mundo nuevo muy original que viene de muchos lugares distintos.

Burque: Es un autor que llega al público, con lo difícil que es eso.

De la tele al cine y viceversa 

Olatz: La tele fue una escuela alucinante. En Ahí abajo teníamos que escribir capítulos de 70 minutos todas las semanas. Era como escribir una película a la semana. De hecho, yo empecé trabajando en televisión, en Aída. Pero para hacer comedia da igual hacer tele que cine, se comparte el mismo código. Es una cuestión de situaciones y personajes cómicos. La televisión te permite desarrollar a los personajes en distintos lugares y situaciones; en cine tienes que contar una historia cerrada, con cierta unidad. Son distintos procesos pero derivan en lo mismo: buscar situaciones y personajes interesantes.

Marta: Sí. Quizás lo que diferencia a la tele del cine es que en una película tienes el arco del personaje, que empieza siendo A y acaba siendo B. Ese arco emocional no te lo permite una serie, porque una serie tiene que seguir durante más temporadas.

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(Marta Sánchez y Olatz Arroyo, guionistas de El mejor verano de mi vida).

Mujeres y comedia

Pablo: A mí me flipa Gillian Robespierre y no sé si tiene que ver que es mujer para que no se la conozca más.

Marta: El primer guion que escribí que acabó en un cajón era una comedia sobre una despedida de soltera, antes de que se hicieran. Yo creo que llegué demasiado pronto. Porque luego mira todas las comedias que se han hecho con esa premisa.

Olatz: Este es el momento de las comedias de mujeres. Y no quiere decir que no quiera escribir películas graciosas sobre hombres, pero por tradición los graciosos siempre han sido los hombres. Las mujeres somos las antagonistas, las serias, las que les llamamos al orden. Creo que hay que darle la vuelta a eso porque las mujeres también pueden hacer gamberradas, ser patosas, equivocarse, ser payasas…   y que está a punto de suceder. Somos muchas las que estamos escribiendo comedia últimamente.

Burque: En el stand up, que es una puerta de acceso al guion, están surgiendo voces de mujeres. Su temas son más frescos y originales.

Breixo: Con las mujeres en la comedia hay mucho prejuicio de que no son graciosas, de que tienen que ser siempre el personaje serio que se ríe del hombre gañán. Nosotros cuando hicimos Tres bodas de mas la hicimos porque había un hueco, queríamos un personaje femenino que fuese un desastre.

Cristóbal: Las tías lucháis con esa pretensión de ser perfectas. En las imperfecciones es en lo que se apoya la comedia.

Anna: Además, hay pocas productoras mujeres. Los hombres imponen una línea masculina y son menos arriesgados. Las pocas productoras mujeres que hay son más abiertas y están dando más protagonismo a la mujer. Estamos en la moda del feminismo y lo digo muy conscientemente. Hasta que no cale en la educación va a seguir siendo una moda. Yo me siento muy orgullosa de que en Arde Madrid lo estamos haciendo todo a la vez y a la gente le está gustando. Es una prueba de que la barrera siempre la tiene el espectador.

Adolfo: A nosotros nos siguen pidiendo comedias de mujeres. Y yo pienso: “Pedídselo a guionistas mujeres, no me lo pidáis a mí que yo no hablé con una mujer hasta los 28 años”.

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Discriminación 

Marta: Estadísticamente supongo que sí, pero a nivel personal yo nunca me he sentido discriminada.

Olatz: Porque tu trabajo habla por ti. Un guion es un guion y si funciona, funciona. A l ahora de contratarte sí que tienes que tener una carrera para que confíen en ti. A mí me ha pasado. Ahora, me están llamando para escribir guiones y lo agradezco un montón.

Marta: Casi todos los proyectos en los que he trabajado ha sido con productores hombres y jamás he notado que me ninguneasen o que me hablasen mal. Lo que estoy empezando a notar es una demanda mayor de guionistas mujeres porque de repente se están dando cuenta de que la perspectiva que podamos tener sí que les aporta.

Olatz: También porque las mujeres consumimos y queremos historias en las que nos veamos reflejadas. Además, no somos un género. Somos diversísimas y escribimos sobre cosas muy diferentes. Yo no escribo solo para las mujeres sino para todo el mundo. Lo que pasa es que al ser mujer le doy una mayor profundidad a los personajes femeninos, simplemente porque los trato como personaje no como estereotipos.

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