Entre la falta de educación, el acoso de fans obsesivos... y el mejor homenaje posible. Sólo así se nos ocurre describir el tributo que dos estudiantes de música le rindieron a John Williams la semana pasada: nada menos que plantarse frente a la casa del compositor e interpretar allí una reducción del tema principal de Star Wars para trompeta y fliscorno.
Los admiradores en cuestión, Bryce Hayaishi y Michael 'Mickle' Miller se marcaron una interpretación muy solvente de la pieza, pese a los nervios, con lo que Williams les agradeció el gesto de la mejor manera posible. No lo decimos sólo porque eligiera no llamar a la policía o soltarles al perro, sino también porque salió de su domicilio y les felicitó por la serenata.
"Pensaba que no podríais llegar al final, pero lo hicísteis", comentó, socarrón, el maestro, mientras sus admiradores no se creían lo que estaban viendo. Sinceramente, si tú fueras músico y tuvieses delante a un compositor con cinco Oscar en la repisa, también te costaría creerlo.
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