'Triple frontera': Camaradería, testosterona y crisis de identidad

J. C. Chandor, Ben Affleck, Oscar Isaac, Charlie Hunnam, Garret Hedlund y Pedro Pascal comandan el nuevo 'Grupo salvaje' de la era Netflix.
'Triple frontera': Camaradería, testosterona y crisis de identidad
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'Triple frontera': Camaradería, testosterona y crisis de identidad

"Somewhere there’s a daughter / She’s crying for her dad / Dad was an airborne Ranger / Now he’s just a folded flag". Hay una escena en Triple frontera que refleja lo mejor de la última superproducción de Netflix: en ella, el exveterano interpretado por Garrett Hedlund sube una pendiente nevada de los Andes cantando a capella Somewhere There Is a Mother, una canción del ejército norteamericano. Recoge unas bolsas llenas de lingotes de oro y vuelve sobre sus pasos mientras entona el tema. J. C. Chandor no necesita sino la voz del actor, a quien sigue de cerca en primeros planos, para plasmar los conflictos internos de cinco amigos (manchas borrosas que se mueven al fondo sobre la nieve blanca), entrenados para servir a un país que los olvidó en el camino.

Se trata de un grupo de exoperativos de las Fuerzas Especiales de EE UU que se reúnen en Sudamérica para robar a un capo de la droga. Un proyecto casi maldito que ha tardado casi una década en llegar a nuestras pantallas bien podría haber optado por la fórmula efectista de la acción sobre la emoción, de las banderas patrióticas, los tiros a cascoporro, los combates a quemarropa y las persecuciones imposibles (que las hay, incluido cierto accidente aéreo). Pero, contra todo pronóstico, desmonta todos estos convencionalismos.

Sí, hay sobredosis de testosterona, explosiones, ambigüedad moral y lugares exóticos (como en aquel cine de los 60 y 70, con Patos salvajes o Los profesionales), pero lo que realmente interesa al director es el vínculo entre sus protagonistas, camaradas, intrusos en un mundo, el civil, que los ha abandonado. Ellos, inadaptados sociales, forasteros entre la gente, se vuelven aliados en una selva que se antoja más su hogar que sus casas reales. Sus penurias, su hartazgo, su codicia, la incapacidad de conectar con la vida real de estos hombres, confidentes y cómplices en sus alegrías y sus tristezas, son la verdadera proclama de esta película de corte clásico, casi western, que remite a Grupo salvaje, Tres reyes y El tesoro de Sierra Madre.

Pese a su ritmo inconstante, a sufrir los estragos de su propia personalidad múltiple (thriller a medio gas, drama inestable, película de atracos), este filme que iba a dirigir Kathryn Bigelow (con el guion de su sospechoso habitual Mark Boal) deviene un digno entretenimiento con más corazón del que aparentaba. Tal vez sea la determinación en los ojos de Oscar Isaac, el hastío que muestran los brazos cruzados de Charlie Hunnam, la desolación en el rostro de Ben Affleck o la picardía infantiloide de Pedro Pascal, todos ellos niños perdidos que se dan la mano en busca de comprensión. Tal vez sea el tono de Chandor, tan intimista, comedido, más devastador que cualquier espectáculo de acción; o la canción Masters of War, de Bob Dylan y su desgarradora "You put a gun in my hand" que busca la empatía del espectador al tiempo que lo señala. O tal vez tenga que ver con la sencilla pero efectiva presencia de Garrett Hedlund cantando Somewhere There Is a Mother en una montaña nevada.

Triple frontera se estrena el 13 de marzo.

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