OPINIÓN

'Wonder Women': el terror del machismo

'Wonder Women': el terror del machismo
'Wonder Women': el terror del machismo
'Wonder Women': el terror del machismo

Ya saben los lectores que el cine de exploitation que tanto amamos aquí saca réditos de cualquier noticia, acontecimiento o tendencia. El creciente feminismo de los 70 y el acojone de los sectores más rancios también tenía que quedar reflejado en alguna película. En este caso, films como Wonder Women (Robert Vincent O’Neill, 1977) canalizan ese tipo de temores. O igual no. Igual simplemente buscaban una buena justificación para enseñar chicas en bikini haciendo kung fu cutre.

Wonder Women comienza con una muy confusa introducción. Un montón de chicas random aparecen dando palos a gente. ¿Qué está pasando? Si nos concentramos y miramos con los ojos achinados, vemos que se trata de un montón de mujeres, expertas en peleas y armas de fuego, secuestrando… gente. Incluyendo a un campeón de Jai Alai, la versión pija de la pelota vasca.

'Wonder Women': el terror del machismo

Detrás de este confuso complot está la doctora Tsu, una cirujana genial que ha levantado todo un imperio del crimen. Dispone de su propia isla, con laboratorio secreto y ejército de asesinas incluida. Ellas actúan como fuerza de choque y vigilan su isla-cuartel general, vestidas con botas de go-go y vestidos propios de una actuación de Eurovisión. Vestuario que, por cierto, fue cedido por… ¡EL CORTE INGLÉS!

La doctora vende partes del cuerpo sanas, de estos grandes atletas, a millonarios de todo el mundo. ¿Quieres unos pulmones nuevos? Ella te pone los de un nadador. Su mayor logro: el transplante de cerebro. Volver a vivir toda una vida en un nuevo cuerpo.

Pero, claro está, las fuerzas del bien no pueden permanecer de brazos cruzados. Y no hay mayor fuerza del bien en este planeta que una compañía de seguros. Con la mosca tras la oreja, deciden contratar un investigador para que compruebe qué está pasando. Y pronto descubre que la base secreta está en Manila, Filipinas, una de las mecas del cine chungo.

'Wonder Women': el terror del machismo

La noticia llega a oídos de la doctora Tsu, que manda a sus guerreras a por el tipo, que le perseguirán por toda la ciudad. Una vez seducido y capturado, le muestra su laboratorio (una discoteca, con luces de colores y todo) y todos sus avances científicos. La malvada aún guarda en celdas a varios engendros, frutos de experimentos fallidos. Todo tiene su proceso.

También nos muestra otro GENIAL artefacto que ella misma ha construido. Como ella es tan fina, no puede rebajarse a tener sexo normal. ¡Qué guarrería y que degradante! No: ha inventado una máquina que estimula las ondas cerebrales de una pareja, llevando a ambos a alcanzar el clímax sin tocarse.

Tras descubrir todo el complot, el agente de seguros trata de escapar, aunque los numerosos comandos femeninos de la isla se lo ponen muy difícil. Allá donde vaya encuentra asesinas armadas con minifalda y ametralladoras, expertas en artes marciales o monstruos fruto de los experimentos de la doctora… aunque contará con una nueva aliada. ¿Lograrán nuestros héroes poner fin a este imperio del terror?

Como veis, el guión de Wonder Women es rico en ideas loquísimas, algunas ciertamente avanzadas, y que hemos visto en films posteriores como Demolition Man (ese sexo virtual) o Déjame Salir (el pagar para ocupar un cuerpo nuevo). Además tenemos música 70s, kung fu, monstruos malvados y, seamos claros, culos y tetas en abundancia. Wonder Women es, básicamente, la película perfecta de Xploitation 70s.

Por supuesto, que estén todos los ingredientes del plato no significa que estén bien cocinados. Al contrario. ¡La película es un auténtico desastre! Las peleas parecen bailes de Locomía, el film está montado a hachazos, la música entra y sale de la manera más chapucera, las escenas de amor son absolutamente tronchates, los decorados, tronchantes… Wonder Women tiene un estatus de pequeño clásico del cine trash en los EEUU totalmente merecido, mucho más alá del sobado “que cutres los efectos” que parece ser el único baremo para mucho cuñado

Eso sí, el film pasaría el test de Bechdel, ese que nos pide que haya escenas donde las mujeres hagan cosas entre ellas y no estén continuamente hablando de personajes masculinos. Las amazonas asesinas tienen sus rencillas entre ellas y la doctora tiene un chiringuito perfectamente montado que no necesita de ninguna aprobación de figuras masculinas. Manda narices.

'Wonder Women': el terror del machismo

El film funcionó bien y el director Robert Vincent O’Neil consiguió sobrevivir al cambio de década. En 1980 rodó Angel, el clásico trash de los 80 que popularizó el género de “Estudiante de día / prostituta de noche”. Del reparto, podemos destacar que la Wonder Women buena, María de Aragón, fue la que iba dentro del traje de Greedo en La guerra de las galaxias. TOMA YA.

Wonder Women es muy destacable como pequeña cápsula que representa a la perfección la clase de cine que se consumía en los grindhouses. Ah, y encima el título español mola más que el original. ¿Mujeres maravilla? Sí. Pero aquí eran, directamente, Mujeres Violentas.

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