Warcraft: El origen

Warcraft: El origen
Warcraft: El origen
Warcraft: El origen

Está claro: a los estudios de Hollywood les encanta tirar el dinero. Sólo así cabe explicar un filme como este Warcraft, donde los talentos de un director con recursos (Duncan Jones) y de un equipo virtuoso de técnicos y diseñadores de producción son conducidos hacia un desenlace que bien podría haber costado la mitad, o menos, de haber permanecido en los parámetros de la serie B. Y, mucho ojo, esto no lo decimos porque se trate de la adaptación de un videojuego, sino precisamente debido a ello. Partiendo de un material obligado por naturaleza a ser inmersivo, esta película no consigue implicar al espectador ni una sola vez en su mundo o en su relato. Menuda ironía.

¿A qué se debe esto? Pues para empezar, tal vez, a que Duncan Jones no escribe bien: en sus dos películas hasta la fecha, el cineasta había, bien aportado sólo el argumento (Moon), bien trabajado sobre material ajeno (Código fuente). Y, visto lo visto en la cinta que nos ocupa, parece anda justo de habilidades como la de hilar buenos diálogos o trazar personajes verosímiles. Claro que, si esos personajes acaban cayendo en manos de actores como Travis Fimmel (hablando en términos matemáticos, el talento interpretativo de este señor es un número imaginario) o esa Paula Patton que hace lo que puede con sus escenas y sus colmillos, pues tampoco puede esperarse mucho más.

Asimismo, también es bueno recordar que esta película no es la Warcraft que concibió su director, ni tampoco aquella en la que trabajó su equipo. Según se ha publicado, cerca de una hora del filme desapareció en la sala de montaje, y eso se nota mucho. Muchísimo, de hecho: algunas transiciones entre plano y plano, o entre escena y escena, están llevadas a cabo con menos sutileza que los cortes a publicidad en TV, y delatan unas ganas de ahorrar tiempo que lindan con la mera chapuza. Semejantes prisas no sólo nos impiden disfrutar del paisaje (gran crimen para una película como esta, donde el paisaje es casi lo más importante), sino que nos dan la impresión de ser azuzados con rumbo a un destino que, en realidad, no es para tanto.

Si se hubiera librado de esos tijeretazos, es posible que Warcraft siguiera siendo una película del montón. Visualmente no acaba de ser la repanocha, pese a que se le nota el esfuerzo invertido, y sus héroes (y heroína) resultan bastante planos, con la excepción del orco Toby Kebbell. Ahora bien: ese montaje carnicero acaba por hacer pedazos sus momentos de humor, sus paseos por una realidad paralela e incluso sus instantes de brillantez, que los tiene. De este modo, uno se pregunta a santo de qué vino tanto alarde, cuando los responsables financieros de la cinta aspiraban (o eso parece) a entregar un telefilme con más efectos digitales de lo habitual.

Valoración:

FICHA TÉCNICA

Warcraft: El origen
  • Director:

    Duncan Jones

  • Género:

    Fantasía, Aventura

  • País:

    Estados Unidos

  • Sinopsis:

    La cinta se centrará en la lucha entre el héroe humano Anduin Lothar versus el héroe orco Durotan, ubicándose en gran medida en los reinos del este de Azeroth.

  • REPARTO: Ben Foster, Paula Patton

  • GUIÓN: Charles Leavitt, Duncan Jones

  • VEREDICTO: Peleada en el plató, destrozada en el montaje: para hacer algo como esto, bien podrían haber llamado a Uwe Boll.

  • DURACIÓN: 97

  • EDAD RECOMENDADA: na

  • DISTRIBUIDORA: Universal Pictures

  • ESTRENO: 03/06/2016

  • imdb: https://www.imdb.com/title/tt0803096

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