Estómago

Carlos Marañón

MENÚ DEL DÍA (Y TAL VEZ DEL AÑO en Latinoamérica): una sorpresa. Y gorda. Bien alimentada. No al estilo de los regalos y galletas de la suerte de los restaurantes chinos, hoy eufemísticamente “asiáticos”. En el reino del chop suey, como en el thriller cocinado en los fogones más manoseados de Hollywood, todo el mundo sabe qué hay dentro, pese al envoltorio de fantasía. Aquí, en este Brasil de Lula, encontramos una materia prima espléndida, un punto adecuado de cocción de la historia, un jefe de cocina muy pillo y una pizca de locura que, bien masticada, puede resultar digestiva. Ni se les ocurra pedir favelas de postre. Éste no es el lugar adecuado. Es otro Brasil, aunque el crimen no anda lejos. En la carta, un montaje más que curioso: la sencilla historia de amor de un pobre diablo metido a pinche de cocina y prendado de una prostituta se presenta en paralelo a la supervivencia de ese mismo zagal unas semanas más tarde, convertido en un recluso que sabe cómo mejorar el rancho diario en prisión. La propuesta es especial: carne y pescado por el mismo precio. Y dos postres diferentes para terminar, uno por cada una de las dos historias, a los que se llega sin aspavientos, sin toques de nouvelle cuisine cinematográfica. Aquí se come lo que hay, lo mismo se adentre el chef en los abismos de la pasión o se zambulla en el gangsterismo carcelario. Esta no es una película gastronómica. Estómago se parece más a Uno de los nuestros (la cocina del infierno, Hell’s Kitchen ya no está sólo en Nueva York) o a El expreso de medianoche que a Deliciosa Marta y sus franquicias. Entre comer y ser comido, el protagonista de esta película, casi un tonto útil de esas tragedias cómicas de los hermanos Coen, ha decidido cocinar y llevar la sartén por el mango. Y cómo se agradece que, por una vez, frente a tanta sublimación estética del hecho gastronómico, en pantalla, la cocina no haga mejor al personaje, sino que lo empeore. La comida le devuelve a su estado animal, a la más pura necesidad fisiológica. Incluso los platos no son apetitosos ni atractivos, porque Marcos Jorge (su director) juega a ser desagradablemente elocuente. Es una película visceral, como el placer. Ni recrearse en las recetas ni leches, aquí lo único que cuenta es sobrevivir. Por eso una pequeña película brasileña sobre un cocinero baldragas puede parecerse tanto, mucho más de lo que parece, a la lucha en las favelas de Río de Janeiro. Comida de Dios.

FICHA TÉCNICA

Estómago

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• Sinopsis:

  Un pobre diablo (Nonato) llega a la ciudad y se mete a pinche de cocina. El tipo es bueno, tiene madera, pero acaba preso en una celda de la cárcel por un suceso sorprendente.

• RESUMEN: AUTÉNTICA COMIDA BRASILEÑA CON
  PASIÓN Y ?GANGSTERS? (AQUÍ YA SE COCINA SIN FAVELAS). LA SORPRESA LATINOAMERICANA DEL INVIERNO

• ESTRENO: 19/12/2008

• [ESTÔMAGO] TRAGICOMEDIA / BRASIL / 2008 / 100 MINUTOS / ALTAFILMS. DIRECTOR: MARCOS JORGE ACTORES: JOÃO MIGUEL, FABIULA NASCIMENTO, BABU SANTANA, CARLO BRIANI GUIÓN: FABRIZIO DONVITO, LUSA SILVESTRE, CLAUDIA DA NATIVIDADE. altafilms.com