Verano 2016: Apocalipsis remake

Las cifras de esta temporada hablan alto y claro: a Hollywood le ha dejado de salir rentable eso de reciclar ideas
Verano 2016: Apocalipsis remake
Verano 2016: Apocalipsis remake
Verano 2016: Apocalipsis remake

Que los recientes modelos de negocio de Hollywood están yéndose al traste es algo de lo que la industria lleva percatándose desde que comenzó el verano, si no desde antes. La desproporción entre los ingresos y la afluencia de público a las salas (algo motivado por el alto precio de las localidades, y contra lo que algunos estudios están tomando medidas) es uno de sus problemas. La importancia cada vez mayor de la taquilla overseas (fuera de EE UU), especialmente del hermético mercado chino, es otro. Pero, si tenemos que elegir el cataclismo que más está atormentando a los ejecutivos, ese es el fracaso sistemático de los reboots y los remakes. En su balance económico de la temporada, The Hollywood Reporter ha sentenciado a los blockbusters basados en ideas recicladas como uno de los grandes perdedores del verano. No hablamos de una sola película que haya pinchado de forma más o menos copiosa, sino de todo un sector de la producción actual, etiquetado desde ahora como veneno para la taquilla. Al menos, dentro de su país de origen.

Para ejemplificar este batacazo, el rotativo estadounidense comienza por Independence Day: ContraataqueEl regreso de Roland Emmerich, sus alienígenas y sus explosiones costó 165 millones de dólares, mientras que en EE UU ha recaudado 103 millones. El acumulado internacional de la película asciende a 383 millones, lo cual la salva de convertirse en un megadesastre de esos que tanto le gustan a su director, pero, aun así, THR afirma que Contraataque podría estar generando pérdidas. La siguiente castaña le corresponde a Cazafantasmasa pesar de las buenas críticas, y por mucho que les pese a los fans del director Paul Feig y su equipo de cazadoras de ectoplasmas, esta cinta ha recaudado un total de 218 millones de dólares (126 millones en EE UU) sobre un presupuesto de 144 millones. Fuentes de la productora Sony citadas por THR afirman que Cazafantasmas hubiera necesitado una recaudación de 300 millones para cubrir sus gastos, así que los señores con traje la condenarán, sin duda, a arder en las entrañas de un joven sloar.

Dejando aparte otros ejemplos de rentabilidad dudosa, como La leyenda de Tarzánla estrella de este verano catastrófico ha sido Ben-HurTal vez Paramount MGM quisieron orientar el filme de Timur Bekmambetov al nicho de las 'películas basadas en la fe', esos títulos de argumento religioso, destinados a una audiencia de cristianos fundamentalistas y cuya rentabilidad, por raro que parezca en España, puede llegar a ser astronómica. Pero olvidaron que dichos filmes no sólo parten de la fe religiosa, sino también de presupuestos muy bajos: habiendo costado 100 millones de dólares, Ben-Hur ha recaudado 42 millones en EE UU, y su acumulado internacional se queda en 53 millones. Dado lo cual, su balance contable no se parece a aquel Charlton Heston triunfante, sino más bien al tribuno Messala de Stephen Boyd después de ser arrollado por todas las cuadrigas del Circo de Jerusalén. Según The Hollywood Reporter, las pérdidas de Ben-Hur rayarían, bien entre los 200 millones de dólares, bien (según las declaraciones más optimistas) en los 75 millones. 

Ahora bien: el cataclismo del verano no sólo afecta a remakes y reboots. Hay secuelas que también han acusado este agotamiento, como Ninja Turtles: Fuera de las sombras Malditos vecinos 2filmes que han recaudado menos de la mitad que sus predecesores. Y, pese a tratarse de un producto original, no podemos dejar de mencionar cómo Mi amigo el gigante ha supuesto uno de los mayores fracasos económicos en la carrera de Steven Spielberg, amargándole un poquito el verano a esa Disney cuyas masivas recaudaciones se han debido, precisamente, a las secuelas (Buscando a Doryy los remakes (El libro de la selva, Peter y el dragón), además de al siempre feraz universo Marvel. Los datos, en cualquier caso, están aquí: falta por ver si los mandamases se dan por enterados, o siguen pretendiendo exprimir beneficios de unas fórmulas ya resecas.

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