Tres películas para descubrir a Nick Castle, el director bajo la máscara de Halloween

'TAG: El juego asesino', 'Starfigher' y 'Más allá de la realidad', tres títulos para conocer a Nick Castle, el director que vuelve a ser Michael Myers
Tres películas para descubrir a Nick Castle, el director bajo la máscara de Halloween
Tres películas para descubrir a Nick Castle, el director bajo la máscara de Halloween
Tres películas para descubrir a Nick Castle, el director bajo la máscara de Halloween

La nueva entrega de Halloween ya ha vuelto, destrozando la taquilla, y con ella vuelven dos de los activos de la película que John Carpenter estrenara en el lejano 1978 y que se convirtiera en la película indie más rentable de la historia: Jamie Lee Curtis y Nick Castle.

Mientras que Curtis no necesita presentación, la figura del actor que ahora vuelve a enfundarse la máscara de Michael Myers sí requiere de algo más de información... entre otras cosas, porque Nick Castle es realmente es un director. De hecho, es alguien que tuvo una enorme fama durante un periodo muy corto de tiempo.

Tres películas para descubrir a Nick Castle, el director bajo la máscara de Halloween

Hijo de un reputado coreógrafo de Broadway y Hollywood del que heredó la pasión musical, Nick Castle trabó una amistad muy temprana con Carpenter en los pasillos de la universidad en la que estudiaban, pasando a ser un miembro más de una pandilla formada por nombres como Tommy Lee Wallace, Terence H. Winkless o el desaparecido Dan O'Bannon; algunos de los cuales (Castle, entre ellos, ya que fue coguionista y director de fotografía de la pieza) ganarían un Oscar a Mejor Cortometraje en 1970 por The Resurrection of Broncho Billy. De hecho, tal fue la conexión entre Castle (al que los amigos llamaban Nicky) y Carpenter, que junto a Tommy Lee Wallace formaron el grupo de música Coupe des Villes (Wallace y Carpenter ya habían tenido un grupo musical de niños, pero esa, que diría Kipling, es otra historia).

Mientras intentaba labrarse su propia carrera como director, Castle colaboró con la película que Carpenter y O'Bannon estaban haciendo, Dark Star, trabajando como Auxiliar de cámara y manejando al extraterrestre-en-forma-de-pelota-de-playa que O'Bannon había inventado y en el que se dejaba ver la futura huella de Alien, el octavo pasajero. Algo bien debió hacer su trabajo el bromista de Castle con el extraterrestre asesino, ya que cuando, años después, pidió trabajo a Carpenter en La noche de Halloween, este le ofreció 20 dólares al día por enfundarse la que sería la máscara de uno de los asesinos más famosos del cine slasher.

Pero al margen de aquella colaboración que hoy vuelve a repetirse, y más allá de que Castle se pase la vida en convenciones firmando máscaras de goma, durante unos años se convirtió en un director tan prometedor que la publicidad, en pleno año 84 ya le vendía como "El nuevo Steven Spielberg".

Si no le conoces, aquí puedes hacerlo con sus 3 primeras películas:

TAG: El juego asesino (1982)

Tras haberse convertido en un guionista a considerar con Skatetown U.S.A. (La fiebre del patín) o incluyendo toques de humor en los diálogos de 1997: Rescate en Nueva York, Castle consiguió debutar como director con esta película, hoy olvidada y relegada a ediciones en VHS, en la que a golpe de gag montaba toda una trama de cine negro que se reía de los cánones del género.

Entre sus múltiples hallazgos está el de un casting protagonizado por Robert Carradine y una jovencísima Linda Hamilton que corre por los pasillos de la universidad con la misma pose que años después haría al escapar del Hospital de Pescadero en Terminator 2.

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Starfighter: La aventura comienza (1984)

Palabras mayores. La película que estaba llamada a cambiar para siempre los efectos especiales y uno de los mejores Spielberg-sin-ser-de-Spielberg. En Starfighter, cinta que todavía tiene pendiente pasar por la fábrica de remakes ochenteros, Castle rodaba un guion del debutante Jonathan Betuel (autor de esa precuela de Bright que fue Dino Rex) para contar la historia de un chico que tras superar el récord de puntos de una máquina recreativa, recibía la visita de un alienígena que, para su sorpresa, le comunicaba que el videojuego era realmente un simulador para reclutar pilotos para una guerra que tenía lugar en los confines de la galaxia.

Es verdad que la cinta no terminó siendo tan redonda como se esperaba, pero hoy vista resulta asombroso ver cómo el humor de Castle consiguió salvarla al añadir la trama del robot que se queda sustituyendo al protagonista.

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Más allá de la realidad (1986)

Fred Savage y Lucy Deatkins, la novia con la que soñaban todos los niños de los 80, protagonizaban esta lacrimógena y estupendamente contada película sobre unos niños que se mudan a una nueva ciudad y descubren que en la casa de al lado vive un chico autista que perdió a sus padres.

Una historia perfecta de principio a fin con un giro sorprendente que el título en inglés ya se encargaba de chafar. Tras ella, la carrera de Castle empezó a meterse en otros terrenos con películas como Tap y terminó sufriendo un severo revés cuando Spielberg entró en escena y el cineasta no pudo dirigir el guion que había co-escrito con James V. Hart y que llevaba por título Hook, el Capitán Garfio. Pero eso, y esto sí que lo diría Kipling, esto sí que es otra historia.

Te gustará si: De vez en cuando recuerdas que hubo un tiempo en el que las historias podían contarse sin esparcir cinismo cada dos líneas de diálogo.

Por cierto, atentos a esta escena de la película, en la que los Coupe des Villes (Carpenter, Wallace y Castle) se colaban junto al jefe de producción Warren Carr:

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