"Soy el último mono": Directores internacionales que acabaron renegando de Hollywood

Trabajar en el 'remake' de 'Robocop' está siendo más traumático para el director José Padilha que rodar en las favelas de Rio. Al igual que el brasileño, todos estos cineastas se dejaron tentar por la industria de EE UU, y acabaron sin ganas de volver. Por CINEMANÍA
"Soy el último mono": Directores internacionales que acabaron renegando de Hollywood
"Soy el último mono": Directores internacionales que acabaron renegando de Hollywood
"Soy el último mono": Directores internacionales que acabaron renegando de Hollywood

Todos sabemos que dirigir un blockbuster es una tarea complicada. Pero un rodaje que echa para atrás al director de Tropa de élite tiene toda la pinta de ser un infierno. José Padilha, un cineasta que sabe lo que es rodar en las favelas de Rio de Janeiro, afirma que rehacer la película de Paul Verhoeven está siendo "la peor experiencia" de su vida, y ya ha anunciado su intención de no volver a trabajar para la industria de Hollywood, aunque (según afirma) "la película está quedando bien". Sentimos decir que Padilha no es el único director internacional que pasa por una ordalía así. Desde los tiempos de Lang, Lubitsch y Von Stroheim, las productoras estadounidenses han tentado a autores de todas las procedencias, atraídos a sus platós por las promesas de grandes presupuestos y estrellas en el reparto, para luego salir escopetados tras un rodaje lleno de intromisiones y pataletas. CINEMANÍA ha seleccionado para ti algunos ejemplos recientes.

Oliver Hirschberger

Nacionalidad: Alemán

Con El hundimiento, este director teutón convirtió un filme de tres horas sobre la caída de Adolf Hitler en un éxito internacional, y de rebote (con una ayudita del talento de Brüno Ganz) generó un meme de internet que parece inagotable. Sin embargo, cuando la industria de EE UU acudió a él para remakear La invasión de los ladrones de cuerpos, el resultado fue un pestiño como Invasión. Durante el rodaje de este filme, Hirschberger estuvo totalmente maniatado, y para añadir insulto al daño los productores ni siquiera le dejaron acabarlo: James McTeigue (V de Vendetta) fue el mercenario encargado de arrimar la película a puerto.

John Woo

Nacionalidad: Nacido en China, criado en Hong Kong durante el mandato británico

Para quienes no habían tenido la suerte de ver Un mañana mejor, Hard Boiled o The Killer, ver Blanco humano o Cara a cara resultó una decepción enorme: ¿No se suponía que el tal Woo era el mejor director de acción del mundo? Entonces, ¿qué hacía dirigiendo esos vehículos de lucimiento para Van Damme o Nicolas Cage? Más adelante, a la altura de Misión: Imposible II y de sus broncas con Tom Cruise, descubrimos que las películas estadounidenses de Woo habían sido un perpetuo sinvivir con cambios en el guión y montajes impuestos por las productoras. Paycheck y, sobre todo, Windtalkers tampoco nos dieron buenas vibraciones pese a estar producidas por él, pero bastó con que Woo regresase a China para que nos ofreciera una maravilla como Acantilado rojo. ¿Casualidad?

Jean-Pierre Jeunet

Nacionalidad: Francés.

Llegado de rebote a Alien Resurrección para sustituir a Danny Boyle, y con la Fox deshaciéndose en promesas de control creativo (por lo pronto, le permitieron conservar a su equipo de Delicatessen y La ciudad de los niños perdidos), el futuro director de Amélie no sabía lo que le esperaba. Por si alguien no lo sabe, lo que le esperaba era un filme del cual acabarían renegando desde el guionista Joss Whedon ("Rodaron lo que yo escribí, pero lo rodaron mal: es una buena lección de lenguaje cinematográfico") hasta él mismo. Cuando, en 2006, Jeunet recibió una oferta para ocuparse de Harry Potter y la Órden del Fénix, mandó a los productores a tomar por donde amargan los pepinos.

Paul Verhoeven

Nacionalidad: Holandés

Este caso es de los que duelen. Porque alguien tan experto en torear a la industria como Verhoeven, superviviente de batallas como Robocop, Desafío total, la mítica Showgirls y Starship Troopers, acabó topando con la horma de su zapato en El hombre sin sombra. Tan desganado estaba el cineasta, que su primer montaje ni siquiera fue clasificado "X" por la MPAA (la primera vez que eso ocurría desde que se mudó a Hollywood) y rasgos como el cachondeo enfermizo o la sátira indisimulada brillan por su ausencia en el filme. Tras cumplir con su contrato, Paul volvió al país de los tulipanes para rodar la (esta vez sí) estupenda El libro negro.

Guillermo Del Toro

Nacionalidad: Mexicano

¿Qué ocurre cuando una fuerza irresistible choca con un objeto inamovible? Pues más o menos lo mismo que cuando la imaginación de nuestro azteca favorito se da de narices con la autoridad de los hermanos Weinstein. Del Toro considera este rodaje como una de las peores experiencias de su carrera: tan agotado acabó de las intromisiones de los magnates que nunca ha vuelto a trabajar con ellos, y desde entonces mantiene un pie en cada orilla del Atlántico, con sus obras en España (El espinazo del diablo, El laberinto del fauno) compensando trabajos hollywoodienses como Blade II y las entregas de Hellboy.

Florian Henckel Von Donnersmarck

Nacionalidad: Alemán

Un consejo para cineastas de este lado del charco: cuando os ofrezcan la posibilidad de filmar un proyecto de lujo, con Johnny Depp y Angelina Jolie como protagonistas, simplemente decid "no". Porque, si aceptáis, correis el riesgo de que os ocurra lo mismo que le pasó a Von Donnersmarck con The Tourist, película que se cargó ella solita el prestigio acumulado por La vida de los otros a fuerza de un guión de circunstancias, un estilo visual que podía ser obra de cualquier machaca a sueldo y, sobre todo, la voluntad todopoderosa de las estrellas dejándose notar en cada fotograma.

Kenneth Branagh

Nacionalidad: Británico

Podréis decirnos que nuestro cariño por el autor de Enrique V nos mueve a ponerle en la lista, pero la realidad es otra. La llegada de Branagh a Thor fue un ejemplo más de reclutamiento a última hora (el primer director asociado al proyecto fue nada menos que Matthew Vaughn), sus excusas frente a la prensa se basaban en alegar que los tebeos del dios del trueno eran los únicos que había leído en su vida, y detalles como la conversión de la película a 3D o esas escenas con Ojo de Halcón, impropias de todo cineasta que se respete, suscitaban en él un educado silencio. Al fondo del asunto latía, sospechamos, una mente igual de peligrosa que la de Loki: la del jefazo de Marvel, Kevin Feige.

Marc Webb

Nacionalidad: Británico

Ya nos olía raro que Sony reclutase al director de una comedia romántica como (500) Días juntos para tomar el relevo de Sam Raimi en el reboot arácnido. La película, que nos emocionó mucho menos de lo esperado, confirmó las sospechas. Y la presentación de The Amazing Spider-Man ante los medios fue la puntilla: durante las ruedas de prensa, Webb sólo abría la boca cuando Andrew Garfield, Emma Stone y, sobre todo, el productor Avi Arad se cansaban de hablar. Huelga decir que sus declaraciones no derrochaban entusiasmo, precisamente.

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