¿Qué sorpresa se llevó Spielberg al ver 'Ready Player One'?

Tratándose de un señor que controla hasta el último milisegundo de sus películas, sorprende decir que Steven Spielberg se llevó una sorpresa gorda al ver Ready Player One. Pero así es: pese a la prohibición expresa del director, los técnicos de CGI de la película incluyeron una referencia a una de sus producciones más célebres sin que él se enterase... hasta que vio el filme completo.

Preparando Ready Player One, Spielberg decidió que la película estaría tan llena de easter eggs ochenteros como la novela de Ernest Cline, así que decidió autoimponerse una regla: las referencias a sus propios filmes estarían limitadas a casos muy concretos, como el T-Rex de Parque Jurásico o el DeLorean de Regreso al futuro (que servía como saludo a su amigo Robert Zemeckis). Pese a todo, el equipo del filme encontraba aquello demasiado tentador: "Metimos el restaurante de los Fratelli, de Los Goonies, pero [Spielberg] nos pilló y nos obligó a quitarlo", explicó el diseñador Adam Stockhausen.

Ahora bien: ni siquiera Spielberg, con todo su poder, puede detener a un artista digital con una meta en esta vida, sobre todo cuando cada instante de Ready Player One esta tan lleno de detalles que ni el cineasta puede controlarlos todos. "Yo había visto cada plano de la película a lo largo de todas sus etapas, desde los storyboards al definitivo, pasando por las animáticas. Y empecé a darme cuenta de pequeñas cosas: ¡habían incluido un gremlin!". 

Para encontrar al bichín, tendrás que buscarlo en una escena de masas cercana al final de la película. Pero eso no es todo: según Collider, uno de los libros que se ven en la casa de Wade Watts (Tye Sheridan) es El arca de Schindler, el libro de Thomas Keneally que sirvió al director como fuente para La lista de Schindler. Una referencia menos desenfadada, pero que también tiene su mérito.

Pero Spielberg no fue el único en llevarse una sorpresa al ver Ready Player One: el guionista Zak Penn también se quedó pasmado al ver una referencia a El último gran héroe (película que él también escribió) en uno de los cines que pueden verse en la escena de la carrera. En este caso, el responsable fue Ernest Cline, quien habló con los técnicos de Industrial Light and Magic para que dejasen caer ese homenaje a su colaborador.