Sebastian Stan, el hombre tras el brazo biónico y el pelazo del Soldado de Invierno, por fin tiene serie marvelita en solitario: Falcon y el Soldado de Invierno. Tras haber arrasado en taquilla con Vengadores: Infinity War y Endgame, el reconocimiento que le valieron sus papeles en Yo, Tonya o Destroyer, el actor se prepara para la aventura global de Bucky en Disney+.
Pero el actor de origen rumano, criado entre Constanza, Praga y Nueva York, empezó a conquistarnos mucho antes de meterse por primera vez en la piel de Bucky en Capitán América: El primer vengador. Curtido en la pequeña pantalla, un jovencísimo Sebastian Stan aterrizó en el Upper East Side de Gossip Girl como Carter Baizen para tormento de los protagonistas, y deleite de los seguidores y la Reina Cotilla. A la serie le siguieron papeles secundarios en otras ficciones televisivas como Érase una vez, donde dio vida al Sombrerero Loco, y películas como La boda de Rachel, American Playboy o la aclamada Cisne negro.
2010 marcaría su entrada en el universo cinematográfico de Marvel, con un Bucky Barnes que llegaría para dispuesto a robarle (aunque solo fuera por momentos) el protagonismo al Steve Rogers de Chris Evans. Sobre todo a partir de la incursión en el MCU de los Russo, que lo convirtieron en el mejor antihéroe de la Casa de las Ideas con Capitán América: El soldado de invierno.
De momento, se las está apañando de maravilla para compaginar sus compromisos marvelitas con películas tan aplaudidas como Marte o La suerte de los Logan. Fuera de pantalla, hace campaña para interpretar a Luke Skywalker y 'se mete' con Tom Holland cada vez que puede.
Ya lo hicimos con Michael Fassbender, Ryan Gosling, Ryan Reynolds o su fiel amigo Chris Evans, y ahora es su turno. ¿Que por qué nos gusta tanto este actor? Estos GIFs de sonrisas ladeadas y miradas profundas lo dicen todo.
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