[SEMINCI 2016] Día 5: La Seminci se inclina hacia el Oriente

Asghar Farhadi sorprende con otro puzzle diabólico y cotidiano.
[SEMINCI 2016] Día 5: La Seminci se inclina hacia el Oriente
[SEMINCI 2016] Día 5: La Seminci se inclina hacia el Oriente
[SEMINCI 2016] Día 5: La Seminci se inclina hacia el Oriente

El avispero del mundo está en Oriente Próximo (y en el Norte de África, en distinta medida), es en esos países donde se reproducen a escala los problemas del mundo: lucha de civilizaciones, religión, las abismales diferencias sociales, la tensión entre libertad y progreso y el tradicionalismo… Es por eso, y porque desde allí están surgiendo algunas de las propuestas más interesantes del cine contemporáneo, por lo que la Seminci está prestando durante los últimos años una atención especial a estas películas procedentes de Irán, del Líbano, de Túnez, Palestina o Israel. Este año son cinco los largometrajes de Sección Oficial que llevan el sello productivo de esos países, y otros cinco hay en la paralela competitiva “Punto de Encuentro”. En la pasada edición, la del 60ª Aniversario, fueron seis y tres respectivamente, lo cual es una barbaridad, teniendo en consideración el tamaño relativo de aquestos países y lo raquítico de la mayor parte de sus industrias cinematográficas.

Sandokán, Sandokán…

Rueda de prensa India

Coincidiendo con la celebración del “Día de la India” (60ª Aniversario de las Relaciones Diplomáticas entre España y el país asiático) se hizo entrega de la Espiga de Honor del Festival -cinco han sido este año en total-, a Kabir “Sandokán” Bedi, y al productor de cine Bobby Bedi, artífice de películas como La reina de los bandidos, Maqbool, o Fire, de Deepha Mehta, quien levantó ampollas al afirmar en rueda de prensa que, como ocurre en su país (que más es un continente, dicho sea de paso), el cine debe ser autosuficiente, sin ayudas públicas en lo que respecta a la producción de filmes.

Lo que hemos visto

Hacerlo por Asghar Farhadi es apostar seguro para un festival. The salesman (Forushande) es tan buena como lo eran About Elly o Nader y Simin. El dispositivo narrativo es tan meridiano como complejo: una mujer que espera la llegada de su marido a casa contesta al telefonillo y sin preguntar abre la puerta. El plano vacío con el umbral franco marca la elipsis, el hiato de la narración. Lo que sucede allí dentro el espectador se lo puede imaginar y a través del conflicto entre los personajes lo puede sufrir también. Pero el marido se obsesiona con encontrar al culpable, más que en auxiliar a la víctima… Los dos protagonistas son a su vez actores, interpretan el texto Muerte de un viajante, de Arthur Miller, pero en la vida real son ellos mismos, no pueden fingir. Aplausos unánimes y merecidos desde la platea del Festival.

Una de las constantes de las películas que estamos viendo este año en Seminci es que saben muy bien adónde quieren llegar. Ayer hablábamos de Dokhtar, que está muy bien concluida, y hoy lo hacemos de Inhebek Hedi (Hedi para los amigos) que posee la misma virtud también. La película de Reza Mirkarimi es el retrato de un pusilánime, de un mama’s boy, de un niño pijo al que le dan todo hecho, pero que, una semana antes del matrimonio que le han concertado decide que él quiere fabricarse su propia vida. Media otra mujer claro, pero el encuentro lo provoca él. La película vuelve a ahondar en el incendiario conflicto de la sociedad musulmana entre tradición y modernidad, aunque ahora el foco de atención se pone en la relación materno filial. Y si bien ayer la explosión dramática de la chica contra el padre nos resultaba enteramente justificada, hoy nos resulta más difícil identificarnos con este Hedi. Lo cual es un handicap para la película y también un aliciente para el debate.

Los mejores cortos que se están proyectando en Sección Oficial son los animados: Cavalls Morts es, como Canis, otra pieza negra de Marc Riba y Anna Solanas, ambientada en la guerra y sus refugiados y contada desde los ojos de un niño. Telúrica y tan tremenda como tierna.

How long, not long (popular speech de Martin Luther King), de los hermanos Michelle y Uri Kranot, habituales en el certamen, es un trabajo performativo de transformación formal y cromática en la que se aboga por la supresión de fronteras y nacionalidades para superar las intolerancias. La pieza ya ganó el Premio Fipresci en el Festival de Annecy del presente año.

Por último, Blind Vaysha es la adaptación de un cuento popular de Georgi Gospodinov, acerca de una niña con un ojo verde y otro marrón: con uno ve el pasado y con el otro el futuro. Además de por la historia, la pieza del búlgaro naturalizado canadiense Theodore Ushev destaca por la asimilación digital de la técnica del grabado en linóleo.

Retroactivamente (la disfrutamos ayer por la noche) destacar el estreno mundial de España en dos trincheras, la guerra civil en color, que será distribuida por Sherlock Films y A Contracorriente a partir de este viernes. Se trata de un monumental trabajo de Francesc Escribano y Luis Carrizo a partir del material de archivo de la contienda armada en la que fotograma a fotograma, y mediante una profusa investigación histórica, se ha ido asimilando el color.

Lo que nos hubiera gustado y no hemos podido ver

La clase abierta en el Salón de los Espejos del Teatro Calderón del sonidista Martín Hernández, estrecho colaborador y amigo personal de González Iñárritu desde que entraron a trabajar en una radio por placer, “cobrando una miseria”. Para Hernández “la base del trabajo del diseñador de sonido es entender al director y trasladar ese entendimiento al público, materializándolo de forma que incluso se oiga que los árboles están ahí”. Hernández asegura que en muchos casos las películas se cortan de forma que solo se añaden los sonidos que se ven, decidiendo después el director si añade algunos más o no, y esto es un error, ya que “todos los elementos deberían incluirse únicamente en consonancia con la emoción de la escena”

 

Espigadera: Aunque ya se llevó dos de los premios gordos en Cannes (Mejor Guión y Mejor Actor para Shahab Hosseini), es la primera vez que Asghar Farhadi compite en Valladolid y pudiera ser que el jurado internacional del festival se reservase alguna de sus grandes decisiones para reconocer The Salesman

¿Qué esperamos de la jornada de hoy?

Entran en competición el cine israelí, Yôji Yamada y la esperadísima nueva película de Anna Muylaert.

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