Scarlett Johansson no puede luchar contra sus vídeos porno falsos

Internet está lleno de todo lo que puedas imaginar, lo que ya sabemos que no significa nada bueno. Por ejemplo, un tipo de material que se puede encontrar en páginas porno son vídeos conocidos como deepfakes: manipulaciones de escenas de sexo explícito en las que se inserta digitalmente sobre el rostro de las actrices porno la cara de de estrellas famosas como Scarlett Johansson. 

Este tipo de tecnología digital, que ya empleó Lars Von Trier en las escenas más explícitas de Nymphomaniac, ha facilitado la proliferación de vídeos porno falsos que son promocionados como material "filtrado" de las actrices, consiguiendo millones de descargas y visualizaciones. Scarlett Johansson está perfectamente al tanto de la situación, pero puede hacer poco para evitar la proliferación de este uso fraudulento de su imagen, tal y como ha declarado en una entrevista con The Washington Post.

"A pesar de lo degradante que pueda ser, no me afecta mucho porque la gente es consciente de que no soy realmente yo haciendo porno", afirma la actriz. "Creo que [luchar contra estos vídeos] es una ocupación inútil legalmente, sobre todo porque internet es un enorme agujero negro que se devora a sí mismo. Por desgracia, hay cosas muchísimo más perturbadoras que estas en la dark web". 

"Creo que es cosa de cada individuo luchar por el derecho a su propia imagen, reclamar daños, etc.", prosigue Scarlett Johansson. "Pero cada país tiene su propia legislación en cuanto al derecho a la imagen, así que a pesar de que pueda ser capaz de cerrar en EE UU páginas que utilicen mi cara, las mismas reglas pueden no aplicarse en Alemania. Lamentablemente, he pasado por ahí muchas, muchas veces. Lo cierto es que intentar protegerte a ti misma de internet y su depravación es básicamente una causa perdida".

En 2011, Scarlett Johansson fue víctima de un hackeo de su teléfono móvil que acabó con la publicación y propagación online de fotos privadas con ella desnuda. El responsable del delito, que también estuvo detrás de la filtración de fotos íntimas de otras celebridades, fue arrestado por el FBI y condenado a diez años de prisión.

"Internet es simplemente otro lugar donde el sexo vende y la gente vulnerable es un presa", sentencia Johansson. "Nada puede impedir que alguien corte y pegue mi cara sobre el cuerpo de otra persona y lo haga parecer tan inquietantemente realista como desee. En internet no hay normas porque es un abismo que permanece casi sin ley, aparte de ciertas regulaciones que, como digo, solo se aplican en EE UU".