[San Sebastián 2014] Día 8: Canciones de Nick Cave para Patino

En '20.000 Days on Earth' el músico se da un autohomenaje con desgarradora fuerza audiovisual y un montaje de imágenes, documentos y estados de ánimo sobra la vida y la muerte.
[San Sebastián 2014] Día 8: Canciones de Nick Cave para Patino
[San Sebastián 2014] Día 8: Canciones de Nick Cave para Patino
[San Sebastián 2014] Día 8: Canciones de Nick Cave para Patino

¿De qué se habla hoy en San Sebastián? La llegada de Benicio del Toro para recoger el segundo Premio Donostia de esta edición del festival (el primero se lo llevó Denzel Washington en la inauguración) ha dejado menos huella entre la prensa que en las memorias digitales de los fans que se apelotonan en la alfombra roja a la caza de autógrafos y fotos; palabra en preocupante desuso, constatado cuando oí a una chica pedirle a otra que le saque "un selfie" con su estrella favorita, pero tampoco era el momento de entrar en cuestiones semánticas... El caso es que el actor puertorriqueño, protagonista en la sombra de Escobar: Paradise Lost como el narcotraficante Pablo Escobar, no dio para mucho titular y se limitó a agradecer el galardón en homenaje a toda una carrera que, con 47 años, esperamos ver durar bastante más; incluso hasta hacer más justificable un premio de estas características.  

¿Qué hemos visto? Samba, la película de clausura dirigida por Olivier Nakache y Eric Toledano, con Omar Sy Charlotte Gainsborg. No era razonable esperar de los directores de Intocable (2011) nada más allá de un crowd pleaser de manual y eso es exactamente lo que entregan, mucho más preocupados por milimetrar los golpes de efecto, el humor blando y el diseño formulaico de los personajes (desde los protagonistas, un inmigrante senegalés en busca de papeles y una trabajadora social con problemas psíquicos hasta toda la corte de secundarios provenientes de los mundos de ambos) que por dotar con algo de profundidad una historia plana y previsible. Se sufre más viendo a Gainsbourg en este tipo de productos prefabricados que siendo torturada a manos de Lars Von Trier, la verdad.

No obstante, anoche improvisamos otra doble sesión muy gratificante. Dos documentales íntimos y potentes pegados a la esencia y dudas vitales de dos grandes artistas: Nick Cave y Basilio Martín Patino. Primero vino el cineasta salmantino gracias a la presentación del proyecto documental Cineastas_Contados, una versión de Cinéastes de notre temps a la española donde prometedores directores emergentes harán retratos de leyendas vivas de nuestro cine. Basilio Martín Patino. La décima carta inicia la serie con su directora, Virginia García del Pino (El jurado), entrevistándose con el autor de Queridísimos verdugos e intentando que escriba desde el presente una hipotética décima carta como las que narraba el protagonsita de Nueve cartas a Berta (1966). El resultado, cuyo proceso de reinvención se deja al descubierto cada vez que el proyecto de documental cambia de rumbo, contiene emotivas conversaciones con un Patino octogenario, preocupado por sus pérdidas de memoria, que se contraponen con extractos de una entrevista inédita de hace décadas donde desborda locuacidad y constata cómo las películas más libres de su filmografía fueron las que hizo en la clandestinidad durante el Franquismo.

Es curiosa la rima que se puede hacer con la película de Nick Cave realizada por sus colaboradores audiovisuales Iain Forsyth y Jane Pollar. En 20.000 Days on Earth el músico australiano se revela especialmente preocupado por la memoria y su posible pérdida a medida que siga sumando días sobre el planeta. ¿Cómo hacer frente al temor que implica la certeza de desaparición? Con sus canciones, sudorosas y melancólicas como unas vacaciones pagadas en el infierno, Cave exorciza cada rincón o callejón sin salida de su alma sentimental, pero sigue intentando alcanzar el paraíso perdido de la niñez, los recuerdos puros y no condicionados. 20.000 Days on Earth nace como respuesta a esa incapacidad, para que dentro de unos años no le ocurra lo mismo con su aquí y ahora: en 97 minutos, encapsula todo aquello que quiere mantener en formol, ya sean autoexploraciones analíticas como ensayos con su banda o conversaciones con Warren Ellis o Kylie Minogue. Como ocurre con su discografía, este híbrido documental no es sólo verbo, está lleno de vísceras, que se reparten en dos momentos de montaje frenético de imágenes de archivo (en los créditos de inicio y más adelante inventariando todos los mitos eróticos del músico; de lo mejorcito visto durante el festival) y actuaciones en directo desgarradoras con las que el corazón se detiene para volver a palpitar con más fuerza.

¿Qué hemos comido? En un intento por empezar a encauzar el desarreglo alimentario de esta semana de 1,25 comidas al día, ya está previsto el Único Almuerzo Respetable del festival. Que se preparen en La Cuchara de San Telmo. Y en mi cuenta bancaria.

Conchómetro: Esta tarde se revelará la composición del palmarés, mientras en las especulaciones siguen sonando los nombres de siempre: La isla mínima, Phoenix, incluso Vie sauvage... Nuestros colores son los de Eden y Magical Girl, pero hemos aprendido a no hacernos ilusiones. 

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