Recordamos a Audrey Hepburn en cinco películas al cumplirse 26 años de su muerte.

En 1993 fallecía Audrey Hepburn, protagonista de películas como 'Desayuno con diamantes' y ganadora del Oscar en 1954. Recordamos su carrera en 5 títulos
Recordamos a Audrey Hepburn en cinco películas al cumplirse 26 años de su muerte.
Recordamos a Audrey Hepburn en cinco películas al cumplirse 26 años de su muerte.
Recordamos a Audrey Hepburn en cinco películas al cumplirse 26 años de su muerte.

Hoy, 20 de enero se cumplen 26 años del fallecimiento de Audrey Kathleen Ruston, una actriz nacida en Bélgica que pasaría a la historia del cine con el nombre artístico de Audrey Hepburn y a la que el American Film Institute catalogaría hace unos años como la tercera mayor estrella femenina de la historia de Hollywood.

Para recordarla hemos seleccionado cinco títulos imprescindibles:

Desayuno con diamantes (1961)

Algo de razón seguro que tenía Truman Capote cuando puso el grito en el cielo al descubrir que Hepburn iba a ser la actriz que interpretara a esta prostituta de lujo basada en su madre, pero lo que desde luego no supo ver es que con su aparición en la película de Blade Edwards, la actriz crearía un icono del cine capaz incluso de llevar el nombre del malhumorado escritor a las mesillas de noche de lectores que jamás se hubiesen acercado a él.

Es posible que la reiterada explotación de la imagen de Hepburn como Holly Golighty y las ganas de convertirla en su papel más conocido, tenga algo de estomagante, pero desde luego, ni la historia del cine ni la figura de la actriz serían lo mismo sin ella.

Dos en la carretera (1967)

A finales de los años 60, un guion de Frederic Raphael (el escritor detrás del guion de Eyes Wide Shut) serviría a Stanley Donen para hacer una de las mejores películas de una carrera repleta de obras maestras. En ella, la actriz y Albert Finney daban vida a una pareja que a través de los años sufre todo tipo de altibajos en su relación.

La película participó en la edición del 67 del Festival de San Sebastián, donde el director de Cantando bajo la lluvia, Bodas Reales y Charada (también con Hepburn) ganó el premio a Mejor Director.

Vacaciones en Roma (1953)

Posiblemente, junto con Desayuno con Diamantes, el papel más fácilmente reconocible de la actriz, ya que, de hecho, fue su primer protagonista.

En la película de William Wyler (que ahora sabemos que llevaba guion escrito por Dalton Trumbo), la actriz belga daba vida a una princesa europea que, de incógnito, recorre Roma de la mano de un periodista norteamericano que la ha reconocido y que busca conseguir una exclusiva.

En el año 54 y gracias a esta cinta, Hepburn ganó el Globo de Oro y el Oscar, imponiéndose a rivales como Ava Gardner (por Mogambo) y Deborah Kerr (De aquí a la eternidad). Fue uno de los tres premios de la Academia que cosechó la película (los otros fueron guion y vestuario en blanco y negro)

Sola en la oscuridad (1967)

Hablando de premios, Audrey obtendría la última de su larga lista de nominaciones al Oscar con esta interpretación de una mujer ciega a la que acosan unos criminales, que saben que en su casa se esconde heroína fruto del tráfico de drogas.

El título adaptaba una conocida obra de teatro de Frederick Knott que se había convertido en un fenómeno el año antes y que recogía una idea, la de la mujer sola y acosada en la casa, que daba vueltas alrededor de varias películas de la época. Con su papel de ciega indefensa, Hepburn redondeaba una época llena de memorables actuaciones.

La calumnia (1961)

En un arriesgado movimiento, William Wyler rodaba en 1961 la segunda adaptación que realizara de La Hora de los Niños, la obra de teatro de la insteresantísima Lillian Hellman sobre dos mujeres acusadas de ser homosexuales (la primera adaptación, Esos tres, había quedado muy alterada por el Código Hays de censura).

En pantalla, Hepburn y Shirley MacLaine se complementaban a la perfección, pese a que MacLaine comentara en entrevistas que entre ellas jamás habían hablado de la naturaleza lésbica de los personajes.

Un proyecto que mostraba la valía de una actriz que en 1961 no necesitaba asumir un riesgo tan grande como este papel.

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