Rachel McAdams habla de James Toback: "Pensaba que era alguna prueba extraña"

Junto al caso Weinstein, otro nombre propio que lleva días cogiendo fuerza en la lista de acosadores y violadores de Hollywood es el del director y guionista James Toback, que podría haber acosado a cientos de mujeres a través de falsas pruebas de casting y de otras prácticas, algo que era un secreto a voces del que gente como el director James Gunn ya había hablado.

Si hace unos días era Selma Blair quien se disponía a contar su historia a través de los medios -si bien no desveló su identidad hasta más tarde y habló desde el anonimato- ahora es Rachel McAdams la que se une a la actriz de Hellboy y rompe su silencio, señalando las prácticas del director y recordando el casting que realizó para Harvard Man: Juego Peligroso, una película que terminó protagonizando Sarah Michelle Gellar en 2001.

"Me llamó por la noche y me dijo '¿Vendrías a mi hotel para hablar del papel?' Acababa de conseguir mi primer trabajo en la televisión, y tenía que levantarme a las cinco de la mañana, así que le pregunté si habría otra forma de citarnos. No quería ir a un hotel. Me dijo 'Tiene que ser esta noche. Me voy de la ciudad mañana. Es tu única opción'".

"Me invitó a sentarme en el suelo, que fue un poco raro. Muy rápido la conversación se volvió sexual y me dijo 'Tengo que decírtelo. Me he masturbado muchas veces pensando en ti desde que nos conocimos en tu prueba'".

"Empezó a manipularme, preguntando '¿Cómo de valiente eres?' ¿Cómo de lejos llegarías como actriz?' 'Quiero construir intimidad entre nosotros porque tenemos que confiar el uno en el otro y eso es lo más difícil'. Entonces me pidió que le leyera en voz alta pasajes de críticas de sus películas y lo que los críticos decían sobre su trabajo. Era todo muy raro. No dejaba de pensar en cuándo íbamos a ensayar. Entonces se metió en el baño y me dejó con algo para leer sobre él. Cuando regresó, me dijo 'Me acabo de tocar pensando en ti. ¿Me enseñarías tu vello púbico?' Le dije que no".

"En algún momento, me excusé y me fui. No puedo recordar el tiempo que estuve allí dentro. Fue una eternidad. Estaba pasando tanta vergüenza que no tenía fuerza para levantarme. No dejaba de repetirme 'Esto se va a volver normal en cualquier momento. Todo tendrá sentido'. Hasta que me di cuenta de que no".

"Tuve suerte de poder irme y de que no me intentara asaltar".

"Jamás he pasado por algo así en toda mi vida. Era muy inocente. Creo que no quería creerme que aquello podía volverse peor. Había un sentimiento que iba invadiendo, un pensamiento que decía "Dios míos, estoy sola en una habitación de hotel con este tipo" Intentaba normalizarlo, decirme que aquello tenía que ser algún tipo de prueba extraña y que tenía que demostrar que era valiente y que no iba a poder romperme. Estaba helada. No entendía nada".