Por qué `Her´ no debería ganar el Oscar

Pese a su vocación de cineasta raruno, Spike Jonze se ha vuelto a colar en los Oscar con cinco nominaciones. Aunque a nosotros, alérgicos a la pose, no nos la cuela. Por DAVID BERNAL
Por qué `Her´ no debería ganar el Oscar
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Por qué `Her´ no debería ganar el Oscar

Una `Indie Movie´ a lo Zuckerher

Scary Movie, Superhero Movie, Date Movie, Spanish Movie... y ahora Indie Movie. Como si de una spoof movie de los hermanos Zucker se tratara, Her parece una parodia de ese cine supuestamente independiente que se puso de moda en los 90 gracias al festival Sundance y la conjura de los gafapastas. Música folk, mucha voz en off, personajes que miran al horizonte en lo alto de un edificio... ¡hasta sale un ukelele! A Spike Jonze no se le ha pasado por alto ninguno de los clichés asociados al cine de los modernos (incluidas las películas de su ex Sofia Coppola).

Asfixia la esencia del cineher

D.W Griffith, director de la monumental Intolerancia (1916), dijo que el cine era “el viento agitando el aire”. Una idea que luego recogieron genios como Terrence Malick, que trufó sus películas de planos que recogían esta bella definición. Pues bien, a Spike Jonze le ha bastado una película para cargarse esta idea de un plumazo. Her traiciona la esencia del cine encerrando a su protagonista en una habitación y sustituyendo las imágenes por palabras. Her es como el monólogo de un hikikomori, uno de esos japoneses que viven aislados en su habitación. Claustrofóbica, asfixiante, teatral. ¿Es esto cine? Probablemente no.

Una obra con fecha de caducidadher

Muchos de vosotros tenéis el sistema operativo Siri en vuestros smartphones y os hace mucha gracia la ocurrencia de Spike Jonze, que haya llevado tan lejos el invento. Pero, ¿habéis pensado que ocurrirá cuando la tecnología haya cambiado, de nuevo, todo? ¿Cuando lo que plantea haya sido superado? Que la película parecerá obsoleta y el futuro dibujado en ella una cosa del pasado. El Oscar le daría un visado a la posteridad que no merece.

La irritante arrogancia de los hipsters her

John Ford, que dirigió más de 140 westerns y un puñado de obras maestras, dijo que no hacía películas para hacer obras de arte, sino para poder pagar las facturas. Pues bien, en el lado opuesto estaría la irritante pretenciosidad de esa panda de director chachi-guays (entre ellos Spike Jonze) que hacen cine para demostrar en cada plano lo sensible, intensos, profundos, artistas y modernos que son. Si hace faltan le plantan unos pantalones hasta los sobacos a Joaquin Phoenix o sacan a Amy Adams hecha una jipitrusca con ropa de abuelo. ¿Por qué? Porque son hipsters. Si no lo entiendes es tu problema, ¡antigua!

Un final demasiado conservadorher

Al final, pese a a su original punto de partida, la historia de amor entre Theodore y Samantha es como cualquier otra historia de amor, con sus dimes y diretes, sus altibajos, la ilusión de que es para siempre... hasta llegar a un final súper conservador. La única diferencia entre Her y cualquier culebrón venezolano es que Scarlett Johansson está siempre fuera de plano, desaprovechando el espectacular físico de la actriz.

Las parodias molan más

Como no podía ser de otro modo, las parodias no se han hecho esperar. Jonah Hill protagonizó un hilarante sketch en el programa Saturday Night Live en el que, emulando a Joaquin Phoenix, se enamoraba de sí mismo. Her pasaba a ser Me. Aunque hay más: una versión femenina titulada Him que mola mucho más que la original.

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