Peret, músico y actor, muere a los 79 años

Durante sus años de mayor popularidad, el rey de la rumba catalana tuvo una breve carrera en el cine.
Peret, músico y actor, muere a los 79 años
Peret, músico y actor, muere a los 79 años
Peret, músico y actor, muere a los 79 años

Se llamaba Pedro Pubill Calaf, alias Peret, nació en Mataró (Barcelona) en 1935, y por menos de lo que él hizo otros han sido considerados leyendas vivientes. Este músico gitano, que acaba de fallecer a los 79 años víctima de un cáncer de pulmón, desarrolló una carrera artística que, prolongada durante más de seis décadas (grabó su primer disco en 1947), habría de convertirle en el máximo codificador de la rumba catalana, uno de los sonidos más originales e influyentes que jamás se han gestado en la Península. Si bien otros músicos, como Antonio González 'El Pescadilla' podrían atribuirse su paternidad, Peret fue quien divulgó este género gestado en el barrio barcelonés de Gràcia mediante temazos como El muerto vivo, La fiesta no es para feos Una lágrima, capaces de trascender las barreras étnicas y sociales durante los 60 y los 70.

Aunque no cabe olvidar que su debut frente a la cámara tuvo lugar en una de las obras maestras de nuestro cine (Los Tarantos -1963-, de Francisco Rovira Veleta), podría decirse que la carrera de Peret como actor nunca fue para tirar cohetes, y que se adscribió a esa ley inexorable según la cual todo músico de éxito en la España del desarrollismo debía aparecer en películas como secundario (El taxi de los conflictos, Las 4 bodas de Marisol) o, una vez llegado a la cima de su éxito, como protagonista. Así, tras El mesón del gitano (1970) el rumbero asumió los roles principales de otros filmes titulados y guionizados a partir de sus canciones, como Si Fulano fuese Mengano A mí las mujeres ni fú ni fá: el estreno de estos títulos, más bien olvidables, coincidió con su etapa de máxima popularidad mediática, aquella que sucedió al megahit Borriquito. Tras rodar el último de estos productos circunstanciales (Qué cosas tiene el amor, 1974), Peret representó a nuestro país en el Festival de Eurovisión. Ocho años después, el cantante se convirtió al cristianismo evangélico, abandonando en gran parte su actividad musical.

Pero aquel despertar religioso no significó el final de la carrera de Peret: en 1992, cuando muchos le daban por acabado, obtuvo un clamoroso éxito con la canción Gitana hechicera, cantada en la clausura de los Juegos Olímpicos de Barcelona. En 1996 volvió al cine con un pequeño papel en Alma gitana, y en 2002 entregó, posiblemente, su mejor contacto con el séptimo arte, aportando una canción memorable a Marujas asesinas, la comedia negra de Javier Rebollo en la cual, para colmo, tuvo un divertido cameo como sacerdote presidiendo un funeral. Sus últimos trabajos como actor tuvieron lugar en el largometraje Lazos rotos (2008) y la serie Pelotas (2009).

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