Manual de supervivencia en Twitter

¿Eres una estrella de Hollywood o un director de cine? Lee estos consejos para que 140 caracteres no te arruinen el día. Por NÉSTOR PARRONDO
Manual de supervivencia en Twitter
Manual de supervivencia en Twitter
Manual de supervivencia en Twitter

“El romper de una ola no puede explicar todo el mar”. Esta gran frase de Vladimir Nabokov también se puede aplicar a Twitter. En 140 caracteres, no se pueden explicar todas las intenciones de un famoso. Con el caso Vigalondo aún fresco –un chiste malentendido en su cuenta desató una polémica enorme–, repasamos algunos casos en los que el microblogging ha jugado malas pasadas a la gente del cine con una misión: aprender de sus errores y aciertos. CINEMANÍA pone a vuestra disposición, lo mismo da que seais estrellas de Hollywood, cineastas de contrastado éxito o cortometrajistas prometedores, este práctico y sencillo Manual de supervivencia en Twitter.

@AlexdelaIglesia – 50.132 seguidores

Qué hizo: Buscó un acuerdo entre la ciudadanía y los políticos sobre los derechos de autor e internet intentando formarse una opinión desde el principio. Y todo a través de Twitter. La cosa ha terminado con miles de personas apoyándole y proponiéndole como Ministro de Cultura. Anunció su dimisión como Presidente de la Academia, retrasada hasta que se convoquen nuevas elecciones, pero ha salido indemne del holocausto twittero.

Mejor no: En un tema tan espinoso, imitar la postura del director, evitando como él aportar ideas hooliganescas. Hola, Alejandro Sanz.

Conclusión: Aprendamos todos de lo que hizo Alex. Utilizó Twitter como una herramienta para conocer la opinión del pueblo. Salió indemne y es un serio candidato para ser canonizado en vida.

@JimCarrey – 2.516.346 seguidores

Qué hizo: El bueno de Jim se atrevió a opinar sobre las decenas de infidelidades del golfista Tiger Woods. Vino a decir que tantos cuernos son imposibles de ocultar, y que su mujer lo permitió para llevar una vida de lujo. Vamos, que se calló y miró hacia otro lado, para poder vivir a todo tren.

Mejor no: Conviene evitar lo que en psicoanálisis se denomina “proyección”, o tendencia a expresar pensamientos o juzgar situaciones en base a nuestras propias experiencias. Es decir, si nos ha pasado algo parecido, juzgar situaciones de terceras personas de la misma manera.

Conclusión: No ayuda tener la mirada sucia, como decía Antonio Resines en Los Serrano.

@RealHughJackman – 602.828 seguidores

Qué hizo: El actor australiano montó un escándalo en su país cuando en un tweet se equivocó y llamó a la Opera de Sydney (en inglés, Sydney Opera House) el Centro de Opera (Opera Centre). Un pequeño lapsus que no hizo ninguna gracia a sus compatriotas. La Opera de Sydney es el edifico más famoso de Australia, y lo dijo de la misma forma que se refieren a ella los turistas norteamericanos. Una doble afrenta, de la que Hugh se excusó asegurando que ese tweet lo escribió un empleado suyo desde EE UU.

Mejor no: Dejar tu cuenta de Twitter en personas que no son de fiar.

Conclusión: Tuitea tú mismo. No es tan difícil.

@Aplusk (Ashton Kucher) – 6.316.899 seguidores

Qué hizo: Con sobredosis de Mad Men, Ashton Kucher twiteo que su mujer le estaba planchando el traje y que solo vestía un bikini. Terminada el tweet diciendo que la situación era como estar en el cielo. La gracieta iba acompañada de una foto del culo de su mujer, Demi Moore, cubierto con la braga del bañador. Le cayeron de todos los colores. Pero se disculpó con una serie de tweets amorosos sobre las virtudes y bondades de su mujer, que hicieron que los niveles planetarios de diabetes se disparasen.

Mejor no: Documentar todo en Twitter, más vale tener una vida más allá de esta herramienta. No todo lo que te pase has de compartirlo en Internet.

Conclusión: No es conveniente subir fotos sin el permiso de tu santa esposa.

@MileyCyrus – cuenta cerrada

Qué pasó: La compañía del ratón Mickey decidió prohibir el uso de Twitter a los actores que participasen en sus proyectos, mediante una cláusula en sus contratos que les impedía hablar de cualquier tema relacionado con la serie o la película en la que estuviesen participando en ese momento. Esta decisión, tomada a finales de 2009, vino a raíz de una serie de tweets de Miley Cyrus (Hannah Montana para los chavales) en los que presentaba a su novio Liam Hemsworth a sus cientos de miles de seguidores. En las fotografías que acompañaban a esos tweets, además de a su noviete, se podía ver al reparto completo de la película La última canción y, según los ejecutivos de Disney, quitar bastante misterio al proyecto. ¿Uno de los puntos fuertes de la promoción era la relación de Cyrus y Hemsworth? ¿No querían que los fans de Hannah Montana vieran que tenía un noviete? Misterios del marketing y las cláusulas. En los siguientes meses, los admiradores de Cyrus iniciaron una protesta en Twitter para que volviese la cuenta de su diosa, sin obtener resultados: sigue cerrada.

Qué hacer: Las productoras deben explicar a sus actores claramente que les pertenecen en cuerpo y alma, y que cualquier acto de improvisación o espontaneidad está penado.

Conclusión: No amordazar a las celebrities. Los fans están sedientos de información, si se les niega, se pueden rebotar.

@ Tweets promocionales

Qué pasó: Uno de los grandes misterios que rodean a las cuentas de Twitter de los actores y demás famosos es si cobran por promocionar un determinado artículo en sus cuentas. Pues parece ser que es verdad. La compañía Ad.ly se dedica a unir a famosetes con marcas para que estos recomienden algunos productos a sus seguidores. Su nómina de celebrities es un poco casposa, por lo menos en cuanto a actores (del palo de Kim Kardashian o Nicole Ritchie), pero aseguran que cada tweet promocional les puede reportar hasta 22.000 dólares (unos 16.000 euros) de beneficio. Greg Grunberg, chico J.J. Abrams, gracias a su participación como actor en las series de televisión Alias y Héroes, afirma que lo que le reportan estos tweets promocionales lo dona a la beneficencia.

Qué hacer: Cortarse un pelo. Los tweets publicitarios o corporativos son cansinos.

Conclusión: Promocionar productos o programas de televisión mediante una herramienta concebida para mantener un contacto más estrecho con tus seguidores es injusto, traiciona completamente el papel que se le había concedido a Twitter.

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