Los grandes olvidos de los Oscar 2015

¿Previsibles? Sí, para lo malo. ¿Convencionales? Extremadamente: no hay más que constatar su omisión de cualquier propuesta mínimamente arriesgada. ¿Formuláicas? Totalmente: su adscripción a los parámetros de lo 'oscarizable' (biopics, películas basadas en hechos reales, dramas 'humanos') ha sido total. Tras tanta espera y tanta quiniela, resulta que las nominaciones a los Oscar 2015 se han hallado entre las más pochas, fláccidas, chuchurrías y poco interesantes de la historia reciente. Así las cosas, nuestro habitual informe sobre aquellas películas y talentos que la Academia de Hollywood ha tenido a bien olvidar en su lista de candidatos ha sido más fácil y más difícil que de costumbre: lo primero, porque no nos han faltado nombres para elegir, y lo segundo porque, de haber incluido aquí la totalidad de las omisiones, nos hubiese hecho falta un cambio de servidor, dada la cantidad de material. Así pues, hemos optado por atenernos a lo más clamoroso, siempre según nuestra opinión. ¿Cuál es la tuya?

Debería haber aspirado a... Mejor Director (Perdida)

Al igual que su admirado Alfred Hitchcock, el maestro Fincher parece estar quedándose en espera del premio honorífico: en la Academia cae fatal, sus trabajos distan de ser 'cebos para los Oscar' y su tendencia a ir de chulo por la vida no parece muy apropiada para volverle más popular entre sus compañeros de oficio. Hasta tal punto es así que Perdida sólo se ha llevado una nominación (para Rosamund Pike como Mejor Actriz Principal), ignorando los académicos una tremenda tanda de virtudes. Virtudes que también la hubiesen convertido en una candidata ideal a Mejor Película, y entre las cuales destaca especialmente esa dirección llevada con pulso de acero, capaz de oscilar sin inmutarse entre el thriller y la comedia negra.  Tal vez el propio Fincher sea el primero al que esta falta de reconocimiento trae al pairo, pero nosotros no nos resistiremos nunca a denunciar lo evidente.

Debería haber aspirado a... Mejor Guión Adaptado (Perdida)

A ver, señores académicos: si ustedes han reconocido este año el esfuerzo de Paul Thomas Anderson, adaptando al cine el laberíntico estilo de Thomas Pynchon en Puro vicio, ¿qué les hubiese costado admitir que esta escritora se lució de lo lindo, transformando su exitosa novela en un libreto cien por cien fincheriano? Gracias a su tejido de mentiras, y a unos personajes fascinantes de puro odiosos, el guión de Perdida queda como un trabajo de complejidad y malignidad equiparables a las de El club de la lucha, y ya sólo por eso... Ah, vale, que El club de la lucha sólo compitió por una categoría técnica en 2000: tal vez eso lo explique todo. Mejor cambiamos de tema, dejándolo en que el filme de Fincher también podría haberse ganado nominaciones en otros apartados algo menos evidentes, como el inesperado subidón interpretativo de Ben Affleck (Actor Principal) o esos maquiavélicos e invisibles efectos especiales.

Debería haber aspirado a... Mejor Película de Animación

Esto sí que clama al cielo. Porque, si bien es cierto que Todo es fabuloso es un pedazo de canción como la copa de un pino (y cuya candidatura podría llevar a Mark Mothersbaugh, teclista que fue de Devo, a subir al estrado de los Oscar) también lo es que La Lego película fue una de las sorpresas más gratas del año pasado, remontándose sobre su presunta condición de vehículo publicitario para ofrecer una doble ración de gamberrismo gozoso y ternura inesperada. Nominando a este filme, la Academia hubiera podido lanzarles un guiño a esos talentosísimos niños grandes llamados Phil Lord y Chris Miller: dos señores que, sin excesivas pretensiones, saben subvertir los cánones del cine palomitero a mayor goce del espectador. Pero, como no lo han hecho, nosotros les deseamos un tête à tête con un Liam Neeson poseído por el espíritu del Poli Malo.

Debería haber aspirado a... Mejor Director (Interstellar)

Al igual que en el caso de David Fincher, aquí tenemos a un señor cuyas expectativas en los Oscar tienden a cero, básicamente porque en la Academia no le tragan. Y, ¿sabéis qué? Que a nosotros eso nos importa más bien poco: estamos de acuerdo en que Interstellar tiene sus defectos (resumibles, básicamente, en un exceso de pretensiones y en la perentoria necesidad de que Matthew McConaughey cierre el pico de vez en cuando), pero también lo estamos en que es uno de los mejores asaltos de Hollywood a la ciencia-ficción 'dura' desde 2001: Una odisea del espacio. Lo cual se habría merecido, al menos, un reconocimiento fuera de las categorías técnicas de rigor. Claro que, si consideramos que el cineasta de referencia para Nolan es Stanley Kubrick, la cosa estaba cantada: recordemos que, de todos los Oscar a los que el genio del Bronx aspiró en su carrera, el único que pudo recoger fue el de Mejores Efectos Especiales por, precisamente, 2001.

Debería haber aspirado a... Mejor Actor Principal (El gran hotel Budapest)

Hay que ver, qué cosas tienen las nominaciones: la película de Wes Anderson se halla entre las máximas competidoras de la gala del 7 de febrero, habiendo obtenido candidaturas a Mejor Director, Mejor Película, Mejor Guión Adaptado y a un montón de apartados técnicos... pero sin que uno solo de sus actores aspire a una estatuilla dorada. Lo cual nos parece muy triste y bastante paradójico, cual novelón de entreguerras firmado por Stefan Zweig. No olvidemos que Fiennes, intérprete del inigualable Gaston, está nominado a un BAFTA, y también ha gozado del reconocimiento (bien solo, bien como miembro del reparto) de muchas asociaciones de críticos. ¿De verdad costaba tanto hacerle un hueco entre los candidatos a Actor Principal? Y si eso hubiera sido demasiado, ¿no podría haber contado la Academia con F. Murray Abraham, Willem Dafoe o el entrañable Tony Revolori entre los candidatos a Mejor Actor de Reparto?

Debería haber aspirado a... Mejor Actor Principal (Mr. Turner)

Es un señor tan antipático como una morsa cabreada. Es un genio adelantado a su tiempo. Y también es una persona dolida y vulnerable, capaz de despertar una profunda compasión entre el público por más que muchos de sus actos sean moralmente abismales. Así podríamos describir el retrato que del pintor Joseph Mallord William Turner hace este actorazo en la película de Mike Leigh. Parece que los méritos de Mr. Turner (los derivados de conjugar el esteticismo con la falta de tabúes y el rigor histórico) han sido demasiado para una Academia que ha preferido reconocer a dos biopics igual de británicos, pero mucho más sosos, como La teoría del todo y The Imitation Game. Lo cual es indignante, porque Spall se merecería un premio para él solito debido a su forma de gruñir, de llorar y de asaltar el lienzo a base de pinceladas como collejas. Parece que, a semejanza de James Bond en Skyfall, los académicos son de esas personas que, frente a El Temerario remolcado a dique seco, sólo son capaces de ver "un puto barco". Peor para ellos.

Debería haber aspirado a... Mejor Actor Principal (Nightcrawler)

¿Recuerdas los Oscar de 2006? Sí, exacto: aquellos en los que Crash le robó vilmente la cartera a Brokeback Mountain. Desde aquel aciago año, en el que perdió frente al George Clooney de Syriana (una derrota mucho menos indignante, lo admitimos), Jake Gyllenhaal no había vuelto a ser nominado a un Premio de la Academia, pese a que Zodiac y Prisioneros proporcionaron a los votantes estupendos motivos para acordarse de él. Y ahora, cuando el hermano de Maggie entrega la que probablemente sea la mejor interpretación de su carrera, van estos señores y se olvidan de él: está claro que las transformaciones corporales delirantes y las interpretaciones al límite de lo anfetamínico no bastan para garantizarte un lugar entre los competidores de los 'hombrecitos'. Pero, si eso no es suficiente, ¿qué lo es?

Debería haber aspirado a... Mejor Actriz Principal (Cake)

Toda una vida. Una vida huyendo de la sombra de Rachel, del sambenito de 'la ex de Brad Pitt', de las comedias románticas horribles (Qué les pasa a los hombres) y de las excursiones de género aún más horribles (Exposados). Y, por fin, empiezas a conseguirlo: pese a no ser ninguna maravilla, Somos los Miller consigue que los críticos recuerden que eres una gran actriz de comedia. Y, aunque mediante el socorrido recurso de encarnar a un personaje con problemas emocionales, Cake te granjea un respeto casi unánime y una nominación a los Globos de Oro que casi nadie se habría imaginado hacía unos pocos años. En ese momento, cuando casi todo el mundo da por hecha tu candidatura al Oscar, va la Academia y te deja con dos palmos de narices, dejándote claro que no piensa franquearte la entrada en su club. Si esa es tu historia, entonces es que te llamas Jennifer Aniston, y sólo tienes una pregunta por hacerte: "¿Qué tiene Sandra Bullock que no tenga yo?".

Debería haber aspirado a... Mejor Actriz de Reparto (Rompenieves)

Desde 2007, cuando se llevó el 'hombrecito' por Michael Clayton, la Swinton nunca ha vuelto a aspirar a un Oscar. Y, este año, aunque no esperábamos que se llevara una nominación por Sólo los amantes sobreviven (¿la Academia nominando algo de Jim Jarmusch? no caerá esa breva...) sí que albergábamos ciertas esperanzas en lo referido a su papelón en la odisea ferroviaria de Bong Joon-ho. No sólo por lo impactante que resulta el ver a una de las actrices más guapas del mundo desfigurándose con tanta fruición, sino también por el regodeo con el que Swinton (inspirada, según confiesa ella, en Margaret Thatcher) hace suyos los modos y maneras de esos jefecillos y jefecillas a los que todo currante ha tenido que enfrentarse alguna vez. Pero al final (¡ay!) parece que han pesado más los habituales prejuicios de los votantes contra el cine de género. Aquí alguien se está jugando una merienda a base de bloques de proteínas, y no somos nosotros...

Debería haber aspirado a... Mejor Película de Habla No Inglesa

En principio, la categoría reservada a los foreign films debería contar con nuestra aprobación, hallándose entre sus nominadas la hispano-argentina Relatos salvajes. Pero, pese a esto, aquí hay algo que no nos cuadra. Porque, vamos a ver: hallándose Marion Cotillard entre las aspirantes a Mejor Actriz Principal gracias a este filme, ¿por qué Dos días, una noche no tiene su puesto entre los filmes internacionales que compiten por el Oscar? ¿Es que la Academia se temía que los hermanos Jean-Pierre y Luc Dardenne se arrancaran con un discurso antisistema en el caso de que subiesen al estrado? Bien mirado, podríamos pensar que, de ser esto así, la viralidad de la ceremonia estaría asegurada. Y, además, ¿es que no se fijaron en lo majas que quedaron las fotos de Haneke y Arnold Schwarzenegger en los Globos de Oro del año pasado? Pues eso.

Debería haber aspirado a... Mejor Largometraje Documental

Con los años, Mike Myers había dejado de caernos bien: un atentado contra nuestras retinas de la talla de El gurú del buen rollo no podía quedar sin castigo. Pero, en 2013, dio dos importantes pasos para volver a su antiguo estatus de tío raro y enrrollao: el primero fue esa reaparición como Doctor Maligno en el Saturday Night Live, y el segundo un regreso tras la cámara que no tuvo como resultado la eternamente pospuesta cuarta parte de Austin Powers, sino un documental de lo más imprevisible. Shep Gordon, protagonista de este filme, podría ser un personaje secundario de Boogie Nights dadas sus pintas, pero en realidad es un caballero que ha cambiado la historia del rock no una, sino varias veces. Muy bien recibida por la crítica y el público, Supermensch se ha quedado sin embargo con una nominación muy merecida.

Debería haber aspirado a... Mejor Largometraje Documental

¿Otro documental? Pues sí, cinemaníacos y cinemaníacas, pero Life Itself no es un documental cualquiera, y tenemos razones de sobra para incluirlo en esta lista. Se trata nada menos que de un repaso a la trayectoria del gran Roger Ebert, el crítico de cine más querido y popular de la historia de EE UU. Un señor que no paró de hacer apología del celuloide (como arte, como entretenimiento, como vida) ni siquiera cuando un cáncer le dejó, literalmente, sin rostro, y cuyos textos y programas televisivos siguen siendo un ejemplo sobre cómo opinar con entrega y desenfado a partes iguales sobre las películas que te gustan, y sobre las películas que odias. Por si no bastase con esto, resulta que Life Itself ha recibido críticas estupendas, las cuales la describen como una obra a la altura de su personaje protagonista. Si quisiéramos ser malos podríamos interpretar esta omisión como una prueba de que, en esta edición de los Oscar, Hollywood ha decidido olvidar todo aquello que lo hace salvable. Pero eso sería una opinión.