"Lo más triste de que me despidieran fue tener que decirle adiós a Rocket", recuerda James Gunn

Se suele reducir la importancia de lo que supuso Guardianes de la galaxia para el Universo Cinematográfico de Marvel a la llegada del humor más festivo y la space opera de la que la saga ha acabado bebiendo mucho en ocasiones posteriores, pero lo logrado por James Gunn (y la guionista Nicole Perlman) en realidad va mucho más allá. Si lo que nos atrae de Marvel es la humanidad de sus personajes, en su díptico sobre los perdedores galácticos Gunn realmente echó el resto, gracias a un cariño inmenso que se ha vuelto a percibir en unas declaraciones recientes.

En una entrevista concedida a Deadline, el cineasta ha roto por fin su silencio sobre el despido (y posterior recontratación) que vivió a manos de Marvel hace dos meses. El motivo inicial fueron unos chistes de mal gusto que el cineasta había publicado en Twitter hace tiempo, pero gracias a la presión de su equipo y de los fans Disney decidió pedirle que volviera. "Fue el momento más intenso de toda mi vida. Es decir, he pasado por días difíciles, como cuando dejé de beber o se suicidó un amigo, pero fue increíblemente intenso", ha recordado sobre el día en que prescindieron de él. "Ocurrió, y de repente parecía que todo había terminado. Había sido despedido, y pensé que mi carrera había llegado a su fin".

No obstante, el aprecio de su equipo y de los fans que amaban a los personajes que Gunn había creado consiguieron hacer que volviera el pasado 15 de marzo, y "el peor día dio paso al mejor día". Aún así, el cineasta parece no guardarle rencor a Disney. "No culpo a nadie. Me siento y me he sentido mal mucho tiempo con el modo en que hablo públicamente, algunas bromas que he hecho o algunos de los blancos de mi humor (...). Sé que la gente se ha sentido herida por cosas que he dicho y sigue siendo mi responsabilidad. Disney estaba en su derecho cuando me despidió".

Puede que Gunn entendiera los motivos de la Casa del Ratón ("dije algo que no les gustó y me despidieron, no hay mucho que discutirles"), pero eso no significa que, después de una trágica reunión con Bob Iger, el director no pensara que le habían quedado cosas por hacer. "Lo más triste de dejar Marvel fue tener que terminar mi relación con Rocket. Rocket es como yo, de verdad que lo es, aunque pueda sonar narcisista", revelaba haciendo referencia a uno de los personajes más queridos de Guardianes de la galaxia, "Groot, sí, es como mi perro, y le quiero de un modo totalmente diferente, pero me siento muy unido a Rocket y empatizo mucho con él. Pero su historia no está completa."

Cuando Gunn fue despedido, Disney planeó seguir adelante con Guardianes de la galaxia Vol. 3 utilizando el guión que a este ya le había dado tiempo a escribir, algo que "le reconfortó". "Rocket tiene un arco que empezó en la primera película, continuó en la segunda y se desarrolló a través de Infinity War y Endgame, y tenía intención de acabarlo en Guardianes 3. Sin duda, creer que nunca podría hacerlo fue lo peor de mi despido".

Todo, por fortuna, acabó bien para Gunn y sus amadas criaturas, pero lo hizo después de que tuviera que rehacer su vida y acabara recalando en el sitio más inesperado: DC, la competidora directa de Marvel. "No quería estar constantemente mirando atrás y sintiéndome amargado o enfurecido", recuerda sobre esos días. "Por supuesto que todo tipo de emociones me venían a la cabeza, pero sólo quería sentirme cómodo diciéndole adiós a Disney y siguiendo adelante".

De este modo llegó a Escuadrón suicida 2, que deberá concluir antes de ponerse con Guardianes de la galaxia Vol. 3 (algo que ha retrasado sensiblemente su estreno), pero en cuya escritura del guión está disfrutando de lo lindo. De hecho, Gunn asegura que es lo más estimulante que ha escrito desde que se encargó del libreto de Amanecer de los muertos en 2004, lo cual nos conduce a la insospechada tesitura de... ¿tener cierto hype por la secuela de Escuadrón suicida?

Sólo podía lograrlo James Gunn, y el amor irredento por los personajes de sus historias.