La nueva directora de terror de Troma tiene 17 años

El vengador tóxico (1984), Masacre en la isla de los zombies (1984), Los surfistas nazis deben morir (1987), Tromeo y Julieta (1996)... Son títulos que han formado parte de la esquinada educación sentimental de varias generaciones de cinéfagos, ya sea a través de cintas VHS o archivos avi. Todos ellos, y varias decenas más de explotaciones desprejuiciadas de cine de terror gestado en el bajo vientre, se los debemos a Troma Entertainment, la productora y distribuidora independiente de serie Z fundada en 1974 por Lloyd Kaufman. 

Muchos amantes y profesionales del cine, por ejemplo los creadores de South Park Trey Parker y Matt Stone, no sólo han agradecido y alabado su formación a la sombra de las películas libérrimas y supurantes de Troma, sino que directores hoy en primera división de Hollywood, como James Gunn (Guardianes de la galaxia), mamaron aquellos filmes primero como fans y después como aplicados trabajadores de la empresa. Lo mejor de todo es que esa voluntad de cantera se sigue manteniendo hoy en día dentro de la propia Troma, apostando por el descubrimiento de nuevos talentos sin importar su precocidad. Hoy mismo se estrena su última producción, la película de terror prehistórico titulada B.C. Butcher, que ha sido escrita y dirigida por Kansas Bowling, una joven de 17 años [a la izquierda en la foto de arriba; en el centro, su hermana pequeña Parker, protagonista].

Bowling ya ha cumplido los 19, pero tenía 17 cuando se embarcó en la dirección de su primer largometraje, dos años después de firmar el guión. "Mi amiga Kenzie Givens y yo escribimos [el guión] en el instituto", ha contado la autora a Little White Lies. "Yo tenía 15 años y ella unos 16 o 17. Nos pareció una idea divertida porque a las dos nos gustaba el mismo tipo de cine; ella está enamorada de John Waters. No nos propusimos conseguir nada en aquel momento, sólo era algo con lo que divertirnos después de clase. Pero al acabar el instituto decidí que realmente quería hacer la película".

Así es como nació B.C. Butcher, una película camp de terror cómico definida como el primer slasher prehistórico. Según la sinopsis oficial, el evento desencadenante es la mutilación de una disidente por parte de una tribu de mujeres prehistóricas. El cuerpo abandonado termina siendo encontrado por una bestia mitológica que queda inmediatamente enamorada del cadáver, por lo que inicia una sangrienta venganza contra las asesinas de su putrefacta novia. Un planteamiento delirante y rico en hemoglobina, justo lo más adecuado para el paladar Troma. Nada raro, dado que la joven californiana considera títulos de la casa como Mutantes en la universidad (1986), Nacido en la noche (1982) o Waitress! (1981) sus principales fuentes de inspiración junto a la estética de los años 60, Barbara Bach, Raquel Welch y los Ramones.

"Las películas de Troma van mucho más lejos que las de cualquier otra productora", afirma Bowling. "Son, de lejos, las más estrafalarias y desagradables. Sus películas son ridículamente divertidas, pero los que las diferencia sobre todo es el innegable amor que tienen por el cine independiente. Se preocupan mucho más por el componente artístico y la libertad de sus directores que ninguna otra productora".

De hecho, no tuvieron inconveniente en aceptar la decisión de la directora de rodar el filme en 16mm. "Emplear celuloide fue una decisión cara, pero artística. Kansas se negó a hacer concesiones en su visión artística. Quería replicar la estética de la versión original de La matanza de Texas, que se rodó utilizando el mismo tipo de película", dicen desde Troma. Mientras B.C. Butcher acaba de estrenarse en el servicio de VOD Troma NOW, Bowling ya está pensando en sus próximos proyectos.

Quién sabe si dentro de unos años la veremos tomando las riendas de la enésima saga multimillonaria de Hollywood. O si acabará compitiendo en taquilla con Emily DiPrimio, otra precoz entusiasta del género de terror que debutó el año pasado con Carver, dirigida cuando tenía 13 años.