El forense ha hablado: la muerte de Anton Yelchin, el actor de Star Trek que falleció este domingo aplastado por su propio coche, se debió a causas accidentales derivadas de un problema de fábrica en el vehículo. Según las autoridades del Condado de Los Ángeles, el coche de Yelchin (un jeep Cherokee) había sido ya objeto de investigaciones por un problema en la transmisión: a causa de este fallo técnico, los vehículos tienden a ponerse en movimiento incluso cuando sus conductores los han detenido, si el freno de mano no había sido bloqueado. El hecho de que el jeep arrollase al actor tras haberlo aparcado da verosimilitud a esta teoría.
El fallecimiento de Yelchin tomó a Hollywood por sorpresa, despertando numerosos pésames y muestras de duelo por parte de J. J. Abrams, Zachary Quinto y otros actores y directores que habían trabajado con él. Pese a este dictamen, la investigación sigue adelante.
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