La hija de Kubrick está harta de tus conspiranoias

Dentro de la biografía de Stanley Kubrick, la relación del cineasta con Vivian, su hija menor, queda como una dolorosa nota a pie de página. Tras haber colaborado estrechamente con su padre (rodó el making of de El resplandor, y firmó la BSO de La chaqueta metálica con el seudónimo de Abigail Mead), Vivian Kubrick fue captada por la Iglesia de la Cienciología durante el rodaje de Eyes Wide Shut, rompiendo todos los lazos con su familia en un proceso que ha sido descrito por su madre, Christiane Harlan, como "una abducción". Tras década y media desaparecida del ojo público, eso sí, la hija de Kubrick dio señales de vida en 2014 a través de una cuenta de Twitter. Una cuenta que, ayer, empleó para dejar clara su postura sobre un tema que la irrita sobremanera: la teoría según la cual el aterrizaje del Apolo XI en la luna (1969) fue un montaje orquestado por la NASA y realizado por Kubrick.

El primer párrafo del texto no tiene desperdicio: "Un artista como mi padre, cuya profunda integridad artística era evidente, cuya conciencia social y política está presente en casi todas sus películas. Cuya elección de temas polémicos puso, literalmente, su vida en peligro, sin que él dejara de rodar... ¿No pensáis que él hubiera sido la última persona en el mundo que hubiera ayudado al gobierno de EE UU a montar semejante traición a su propio pueblo?", afirma Vivian Kubrick. "Hay muchísimas conspiraciones reales que han ocurrido durante la historia u ocurren en la actualidad", sentencia a continuación, declarándose "demasiado consciente" de los tejemanejes perpetrados por "gobiernos, servicios secretos, banqueros, el complejo militar-industrial, etcétera". "Pero, ¿decir que el alunizaje fueron un fraude filmado por mi padre? ¡¡¡Eso no lo entiendo!!! ¿Cómo puede alguien pensar que uno de los grandes defensores de la humanidad cometería un acto así?", remacha.

Suponiendo que el lector esté lo bastante majara como para seguir creyendo en la teoría después de semejante filípica, Vivian Kubrick aporta un argumento más: "Las obras artísticas de mi padre son su defensa", exclama. Y, finalmente, decide acogerse a su condición de testigo presencial: "Dejando aparte el cariño que le tenía, ¡yo lo conocí de verdad!". Finalmente, la menor de las Kubrick no se corta en calificar a las conspiranoias sobre el vuelo lunar de "GROTESCA MENTIRA", con mayúsculas. En nuestra opinión, la verdad es que estos rumores espaciales están ya algo demodés, con lo cual convendría ir buscándose otro asunto sobre el cual urdir teorías chaladas. Siempre nos quedarán las mil y una teorías sobre los simbolismos ocultos en El resplandor... o la creencia (mantenida por el propio Kubrick y narrada por Katarina, su hija mayor) de que su restaurante chino favorito era la tapadera para una sociedad secreta.