Horribles, pero adorables: 10 monstruos de cine que se hacen querer

Lectores, habéis visto las fotos del osito que acompaña a Mark Wahlberg en Ted, ¿verdad? En ese caso, coincidiréis con nosotros en que es adorable, con sus ojitos y su barriguita. Pero no os dejéis engañar, porque seguro que también habréis echado un vistazo a nuestros clips de la película, donde este juguete con la voz de Seth MacFarlane se comporta como un auténtico cachocarne machista, fumeta y egoísta. No conviene quedarse sólo en eso, porque el debut como cineasta del director de Padre de familia guarda muchas virtudes (y sorpresas), pero este lobo con piel de peluche nos ha hecho pensar en otras criaturas de cine, mucho menos agraciadas pero con la misma catadura moral.

Si eres de los que se enternecen viendo a Boris Karloff como la criatura de Frankenstein, seguro que este informe te encanta. En él hemos acogido a esos seres que no son guapos, y que casi nunca son buenos, pero que (por muchas otras razones) se han ganado el amor de los mismos espectadores a quienes han metido el miedo en el cuerpo.

Le conocimos en... Los Cazafantasmas (1984)

Es horrible porque... Comparado con el Maestro de las Llaves, la Guardiana de la Puerta o el muñeco Stay-Puft, este espectro neoyorquino es un santo. Pero seguro que encontrártelo en tu cocina, vaciándote la nevera y poniendolo todo perdido de ectoplasma, no es agradable.

Pero es adorable porque... Concebido como homenaje póstumo a John Belushi, Moquete fue la primera presa de Venkman, Spengler y Stantz, lo que le llevó a convertirse en la mascota de la franquicia. A la altura de Cazafantasmas II (y de la serie animada) ya era un coprotagonista de pleno derecho. Seguro que volvemos a verle trasegar en Cazafantasmas III, aunque sus gags no serán los mismos si no puede moquear a Bill Murray.

Les conocimos en... La guerra de las galaxias (1977)

Son horribles porque... Cual si de vendedores ambulantes y furgoneteros se tratase, estas criaturas recorren los desiertos de Tatooine buscando tecnología de saldo que revender al mejor postor. Nunca les hemos visto la cara, pero según el canon de la saga se trata de roedores gigantes. Uff...

Pero son adorables porque... Vale que cuando oímos la palabra "roedores" pensamos automáticamente en ratas, pero ¿y si las capuchas de los Jawas escondieran a adorables ratoncitos del desierto? Nosotros, cuando les escuchamos gritar eso de "¡Utini!" sentimos ganas de adoptar uno. Aunque después, al volver del curro, descubriésemos que se ha llevado la tele, la play y la lavadora al cash converters más cercano.

La conocimos en... Pesadilla antes de navidad (1993)

Es horrible porque... Olvídate por un momento de sus ojazos, de su pinta de gótica sexy, de su triste canción y de su amor por Jack Skellington. Y recuerda que Sally es una monstrua realizada a base de putrefactos pedazos de cadáveres. Ay, qué yuyu.

Pero es adorable porque... Hace falta el talento de Tim Burton para que el romance entre una criatura no-muerta y un esqueleto vestido de frac nos resulte, no ya entrañable, sino directamente precioso. Y, si encima la chica va acompañada de un gatito putrefacto, llegamos a unos niveles de ternura que nos hacen descomponernos en la butaca.

Le conocimos en... Gremlins (1984)

Es horrible porque... Nació de un repugnante y viscoso capullo. Tiene problemas con la bebida, el juego, las armas de fuego y otras cosas que es mejor no mencionar. Ejerce como líder de otras criaturas tan crueles como él, y su principal pasatiempo es hacerle la puñeta a nuestro querido Gizmo. Por si eso fuera poco, odia la navidad.

Pero es adorable porque... Pensemos un momento: ¿es que tener ojos de gatito, un pelaje achuchable y una melodiosa voz convierte a un mogwai en buena persona? En realidad, tanto Stripe y su pandilla de gremlins pasan por ser los malos de la película por una triste razón: ellos hacen cosas (como ajustarle las cuentas a la señora Deagle y a sus gatos) que el resto de personajes no se atreven a llevar a cabo. Y, además, con ellos te ríes.

Le conocimos en... Los Goonies (1985)

Es horrible porque... Sólo hay que verle la cara para saberlo. Si viste esta película de pequeño y no temblaste cuando el vástago más bruto de Mamma Fratelli grita mientras agita sus cadenas, es que eres muy valiente... O que mientes como un bellaco.

Pero es adorable porque... Cuando descubrimos que el bueno de 'Slothy' debe su terrible faz a los malos tratos de su madre, sentimos pena por él. Cuando le vimos hacer amistad con Gordi, descubrimos que era el amigo que siempre quisimos tener. Si por nosotros fuera, este grandullón tendría todas las chocolatinas que quisiera, siempre.

Les conocimos en... La princesa Mononoke (1997)

Son horribles porque... Estas pequeñas criaturas de por la parte de Japón resultan engañosas: cuando las vimos por primera vez pensamos "¡Ay, qué monas!" hasta que empezaron a mover las cabecitas cual Linda Blair en El exorcista y a hacer esos ruidos de sonajero espectral. Temblores nos dan con sólo recordarlo.

Pero son adorables porque... Siendo su creador Hayao Miyazaki, los Kodama tenían que ser adorables por narices. Como pronto descubrimos, se trata de seres apacibles que viven en armonía con la naturaleza: tanta armonía, de hecho, que cada vez que un árbol muere uno de ellos estira la pata. Lo sentimos, parece que se nos ha metido algo en el ojo...

Le conocimos en... El Señor de los anillos: Las dos torres (2002) y El Señor de los anillos: El retorno del rey (2003)

Es horrible porque... Por si su viscosidad, su piel cubierta de eczemas y sus movimientos serpentinos no fueran bastantes como para convertirle en una visión de pesadilla, Gollum es también uno de los seres más rastreros, traicioneros y despreciables vistos en una película. Que se lo digan a Frodo y a Sam, víctimas de sus maquinaciones para apropiarse de su "tessoorooo".

Pero es adorable porque... Bueno, aquí el adjetivo "adorable" lo mismo no pega mucho. Pero lo cierto es que Gollum también es un robaescenas consumado, el personaje que nos dio a conocer a Andy Serkis, y sobre todo una figura profundamente patética. Tanto Tolkien como Peter Jackson demostraron sus talentos haciendo que nos recordase a ese yonqui de nuestro barrio al que, muy de vez en cuando, se le adivina que fue buena persona alguna vez.

Les conocimos en... Pues, obviamente, en Mars Attacks! (1996)

Son horribles porque... No sabemos qué es peor: que un grupo de alienígenas con sentido del humor cuestionable deje tu planeta hecho un solar con sus rayos de la muerte, o que encima lo hagan sin parar de repetir que son nuestros amigos y que vienen en son de paz.

Pero son adorables porque... Venga, confiésalo, que no pasa nada: tú también te reíste a mandíbula batiente cuando estos bichos aplastaron a Glenn Close bajo la lámpara que perteneció a Nancy Reagan, o cuando cosieron la cabeza de Annette Bening Sarah Jessica Parker al cuerpo de un chihuahua. Porque los aliens de cerebro hiperdesarrollado son una prueba más de que Tim Burton puede sacar lo peor de nosotros mismos y divertirnos en el proceso.

La conocimos en... La tienda de los horrores (1986)

Es horrible porque... En una de las mejores canciones de este musical, esta planta (o planto) de origen alienígena se define a sí misma con precisión inigualable: Soy un 'hijoputa' maligno y verde del espacio exterior. Y caníbal, añadiríamos nosotros.

Pero es adorable porque... Aunque su principal interés en este planeta es devorar seres humanos al por mayor (como puede atestiguar su secuaz Rick Moranis), a Audrey II le prestó su voz el mismísimo Levi Stubbs, gloriosa garganta de los Four Tops. Así pues, tal vez conocerla te cueste acabar en su estómago, pero al menos oirás buena música soul en el proceso. El dentista psicópata de Steve Martin también quiere hacerte sufrir, pero canta bastante peor, la verdad.

La conocimos en... La familia Addams (1991)

Es horrible porque... Al clan de Gómez, Morticia, Miércoles y Pugsley no le bastaba con vivir en una mansión tenebrosa, ni con tener parientes de ética cuestionable. Necesitaban también tener como mascota a una mano cortada, la cual corre por todas partes usando los dedos como patas y emitiendo un soniquete que nos pone de los nervios.

Pero es adorable porque... Como ocurre con otras criaturas de este mismo informe, el terrorífico exterior de Cosa encubre a una criatura de lo más entrañable. No es sólo mimosa como un gatito, sino también muy servicial, y se esfuerza por deshacer entuertos con gran decisión (y no nos referimos sólo a desenredar el pelo del Primo Eso). Vamos, que nos resulta mucho menos inquietante que Christina Ricci.