‘Homecoming’ o la prueba definitiva de que Beyoncé es la leyenda del siglo XXI

“Lo que de verdad quiero es representar a mi raza. La raza humana. Tengo una oportunidad para mostrar nuestra bondad, inteligencia y generosidad. Una oportunidad para enseñar, amar, reír …”. Vale, puede que peque de intenso, pero, la realidad es que el tráiler del documental de Beyoncé para Netflix ‘Homecoming’, pone los pelos de punta y saca hasta un par de lagrimitas a los más impresionables. Disponible desde el pasado 17 de abril, esta película usa como hilo conductor la actuación de Queen B en Coachella el año pasado, pero es mucho más que la retransmisión del concierto con el que hizo historia por mil motivos (y todos ellos para aplaudir hasta la extenuación).

Una mirada en profundidad a la actuación de Beyoncé en el Coachella 2018. De concepto creativo a movimiento cultural: #beyoncehomecoming pic.twitter.com/PngqHzmcxV

— Netflix España (@NetflixES) 8 de abril de 2019

Con este filme podemos ver el trabajo que conlleva montar un show de este calibre, en el que, lejos de centrarse en lo bien que canta y baila Beyoncé Knowles, las reivindicaciones de raza, género y clase son el motor inspirador de este hito musical. ¿Necesitas más motivos para darle al play? Nosotros te los damos.

Del todo al detalle. Una de las muchas virtudes de Homecoming’ es que no se han conformado con mostrar la grandiosidad del ‘Beychella’ (como se bautizó a la sublime actuación de la cantante). Durante toda la película han querido demostrar que “cada detalle tiene un propósito”, tal y como reza la voz en off del documental. Por eso, gracias a este documental, que retrata desde los baños de masas en el concierto a los momentos íntimos en familia, podemos descubrir a esta leyenda de la música, pero también a la mujer que hay detrás.

Una oda feminista. La artista siempre ha destacado por su apoyo a la causa feminista encima y fuera de los escenarios de todo el mundo, ya sea porque cuenta con un ejercito de mujeres (“who run the world? Girls”) a su lado o por sus alegatos a favor de la igualdad entre géneros a nivel social, político y económico. Así, durante el documental, hace continuas referencias a la libertad y el empoderamiento femenino que, por supuesto, son vitoreadas por el público que participa en este ‘show’ inédito.

Una buena dosis de ‘black power’. En los veinte años de historia de Coachella, Beyoncé fue la primera artista negra en encabezar el cartel del festival y lo hizo acompañada de más de 200 bailarines que, al ritmo de danzas africanas acompañadas de r&b o hip hop, desafiaron al racismo. Todo un hito musical y social, sobre todo, si tenemos en cuenta que el dueño del festival Philip Anschutz no hace ningún esfuerzo por ocultar sus simpatías hacia grupos ultraderechistas. Pero no solo en el color de la piel de su equipo está esta reivindicación: a través del vestuario, con la meticulosa elección de llevar sudaderas amarillas, homenajean a las universidades negras surgidas durante la segregación racial americana.