¿Ha matado Marvel a los superhéroes de autor?

El éxito de Civil War respalda la gestión de los hermanos Russo al frente de las películas de Marvel, lo que significa el fin del cine superheróico de autor.
¿Ha matado Marvel a los superhéroes de autor?
¿Ha matado Marvel a los superhéroes de autor?
¿Ha matado Marvel a los superhéroes de autor?

Capitán América: Civil War ha arrasado en la taquilla internacional con 200,2 millones de dólares recaudados. Esto significa que en Marvel van a montar una buena fiesta en honor a dos hermanos, Anthony y Joe Russo. Ellos son los responsables de tanto alboroto y muy mal se tiene que dar en Estados Unidos para que la tercera película del Capitán América no sea la cinta más taquillera del estudio.

Queridos amantes de los superhéroes, tenemos una noticia buena y otra mala. La buena es que estas millonadas que Disney está ganando con los personajes de Marvel constatan que el género superheroico está en su mejor momento y todavía quedan por delante muchos años y unas cuantas fases más llenas de adaptaciones de cómics. La mala es que precisamente los Russo y su éxito están matando a los superhéroes de autor. Su gestión del universo cinematográfico de Marvel está consensuada el 100% con los estudios, es decir, que Capitán América: Civil War es una película pensada en una sala de reuniones con un montón de intereses comerciales y empresariales encima de la mesa.

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En Civil War hay cine del bueno, batallas coreografiadas a la perfección y muchísimo talento en un guión que consigue mantener un difícil equilibro entre la comedia, la acción y el drama, sin embargo, los Russo no arriesgan nada con su propuesta. Esta batalla a dos bandos no supone ningún punto de inflexión para el futuro de la franquicia, vale, muchos de los superhéroes protagonistas salen mermados... OJO SPOILER: Iron Man se convierte en una especie de instrumento del estado y el resto de Vengadores son fugitivos. Pero en lo emocional  nada importante ha cambiado en las vidas de estos superhéroes cuando acaba la película, es decir, que no se atreven a matar a nadie. No hay tragedia. FIN DEL SPOILER. Tampoco cambia nada en lo espectadores que han presenciado otro espectáculo de pirotecnia donde el drama humano es un ligero rumor entre los personajes.

Marvel da lo que el público quiere y eso está muy bien pero para llegar a la excelencia hay que tomar riesgos, hacer un ejercicio de autor. Puede que las películas de superhéroes con sello personal no sean tan taquilleras pero al género (y al cine en general) no le vendría mal un poquito menos de condescendencia con el público.

Echamos de menos a Joss Whedon

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Todo comenzó con Joss Whedon, un tipo que tomaba sus propias determinaciones cuando rodaba, aunque el estudio no estuviera de acuerdo. Pero ni siquiera el éxito de Los Vengadores le dio carta blanca como director y siempre tuvo que luchar para mantener sus decisiones creativas en Los Vengadores: La era de Ultrón, muchas veces sin éxito.

Las dos batallas perdidas por Joss Whedon:

-Él quería muchos villanos para Los Vengadores pero el estudio solo le dejó a Loki. El director declaró que fue muy difícil hacer funcionar una película en la que los héroes más poderosos del planeta luchaban contra un único oponente… La interpretación de Tom Hiddleston ayudó lo suyo.

-La dichosa escena de Thor en la cueva en La era de Ultrón que no entiende nadie fue un capricho del estudio. Whedon no quería pero le amenazaron: “Si no nos das la cueva quitamos la granja de Ojo de Halcón”. Sí, el estudio estaba muy enfadado con la parte de La era de Ultrón en la que los personajes tienen un momento de paz en la casa secreta de Ojo de Halcón. ¿Una cinta de superhéroes que se para con gente hablando de sus vidas, compartiendo emociones y conociéndose entre ellos? JAMÁS

Y esto es lo que ha salido a la luz, pero probablemente estos rodajes estarían llenos de discusiones entre director y estudio. Tan desagradable se volvió el asunto que Whedon no quiso seguir al mando de la franquicia. Las dos últimas partes de Los Vengadores están en manos de los Russo, los chicos obedientes.

‘Ant-Man’ la otra oportunidad perdida

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Ant-Man podría haber sido una película de autor, tenía todo para serlo: Un superhéroe de segunda fila, un cómico para interpretarlo (Paul Rudd), un guión escrito por Edgar Wright, un tipo talentoso y con una mirada única (Zombies party o Scott Pilgrim contra el mundo)… Pero Marvel apagó el fuego antes de tiempo e impidió que Wright dirigiera la película, el guionista y director lo dejó por diferencias creativas. El estudio se las arregló con otro guionista que maqueó el libreto de Wright y con un director obediente muy experimentado en la comedia romántica con cintas como Di que sí o Separados.

¿Es DC la esperanza para el género de autor?

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Zack Snyder es un director con estilo propio y aunque Batman v Superman: El amanecer de la Justicia es un auténtico desastre en su montaje caótico y sus ambiciosas pretensiones, no se le puede negar que hay una intención de hacer cine complejo, profundo e intenso. El cine de DC aspira a más, quizá a demasiadas cosas. Y esto, claro, no vende, así que tanto Warner Bros. como DC han decidido copiar a Marvel, de ahí la reciente espantada del director de The Flash y las dudas de James Wan al frente de Aquaman.

Después del éxito de Civil War nos esperan decenas de títulos construidos en los despachos y que a nadie se le ocurra aportar ninguna idea nueva, fresca o arriesgada, no vayan a matar a la gallina de los huevos de oro.

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