[Festival de Venecia 2016] Día 3: Rostros llenos de golpes, de sangre y de botox

¿De qué se habla en Venecia hoy? Del calor, y de los mosquitos, y de lo bien que le vendría a más de uno de los periodistas acreditados ir dándose una ducha, y de los estirada que tiene la cara Tom Ford.

¿Qué hemos visto?

1. El cristo ciego, de Christopher Murray. Una rareza chilena rodada con cuatro duros y actores no profesionales sobre un zumbado mesiánico que decide cruzar el desierto descalzo para obrar un milagro y sanar así a un amigo tullido, y que en el camino se va cruzando con todo tipo de desgraciados. Está curiosa.

2. Tarde para la ira, de Raúl Arévalo. Un thriller de venganza musculoso, y lleno de violencia descarnada y brutota y de humor, y al que no le sobra un solo plano. Una gratísima sorpresa.

3. The Bleeder, de Philippe Falardeau. A lo largo de su vida Chuck Wepner, un boxeador de medio pelo, peleó contra Muhammad Ali, inspiró a Sylvester Stallone a la hora de crear a Rocky Balboa y pasó 2 años en la cárcel por traficar con drogas. Esta frase es un resumen  de la entrada del tal Wepner en la Wikipedia, y leerla resulta igual de ameno que ver la película de Falardeau pero mucho más rápido.

4. Nocturnal Animals, de Tom Ford. Para venir a hablar de lo incomprendidos que son los artistas y de lo solo que se siente uno en la cima –el tipo tiene aún menos vergüenza que arrugas en la cara--, el modisto ha hecho un batiburrillo de niveles narrativos, y de saltos temporales, y de tonos dramáticos –a ratos brutal, a ratos vagamente satírico, a ratos bastante aburrido--, y de historias que corren en paralelo que en teoría deberían complementarse y tener efectos devastadores unas sobre otras pero que a efectos prácticos simplemente se estorban entre sí. Tan ambiciosa como fallida.

¿Qué has comido? Una ensalada con lentejas y espinacas baby en todo el día. A veces la agenda es así de cabrona.

¿Con quién has hablado? Con Michael Fassbender, que con aspecto de recién levantado ha comentado que va a empezar a producir sus propios proyectos e incluso tiene en mente dirigir su primera película en breve; con Derek Cianfrance, que ha dicho que para rodar La luz entre los océanos se inspiró tanto en John Cassavetes como en David Lean. Una de dos: o no ha visto ni una sola película de Cassavetes –asegura haber visto Una mujer bajo la influencia 30 veces, pero podría ser mentira--, o no ha visto ninguna película de David Lean; con Wim Wenders, que ha confesado sentirse bastante avergonzado de algunas de las películas que hizo en el pasado por lo machistas que eran, por ejemplo Kings of the Road; y con Raúl Arévalo, que, según ha reconocido, mientras trataba de levantar la producción de su primera película tras la cámara, Tarde para la ira, más de una vez tuvo que oír eso de: “Mira, otro actor que se mete a director”, y que al respecto ha recordado una frase genial de Fernán-Gómez: “A todo el mundo le extraña mucho que un actor quiera dirigir, pero a nadie le extraña nada que alguien que no es nadie quiera dirigir”.

¿Qué esperas de la jornada de mañana?

Brimstone, un western holandés con Dakota Fanning –(¡¡¿?!!)—y Guy Pearce que al parecer ha generado mucha controversia en su país por lo cabestro que es, y dos de los 10 episodios –los que nos dejan ver—de The Young Pope, la teleserie que Paolo Sorrentino ha rodado con Jude Law y Javier Cámara sobre un poco ortodoxo pontífice. Quienes la han visto dicen que es como una película de Sorrentino en estado puro, solo que más larga. Difícil decidir si eso es algo bueno o algo malo.

Veneciómetro: como dijo el poeta, está la cosa muy mala. En todo caso, dejando de lado opiniones personales, tanto La La Land como La llegada tienen grandes defensores, pero en todo caso por aquí impera la sensación de que lo mejor del festival debería estar aún por llegar. De otro modo, estamos apañados.

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