¡Felices 100 años, Rita Hayworth!

Este año celebraremos los 100 años del nacimiento de Margarita Carmen Cansino, más conocida por su nombre artístico: Rita Hayworth. Por su nombre y primer apellido muchos piensan que su origen es español, pero lo cierto es que era norteamericana, nacida en Nueva York, ciudad en la que también dio su último suspiro.

Se casó con solo 18 años, y dando un tremendo disgusto a sus padres, con Edward Judson. Él logro que firmara con Columbia Pictures, la compañía del temido Harry Cohn que la convirtió en uno de sus emblemas. De hecho, Cohn se enamoró perdidamente de ella, hasta la obsesión maníaca.

Rouben Mamoulian le dio primer papel estelar en Sangre y arena, junto a Tyrone Power. Y enseguida llegó su película: Gilda. Por ella sería recordada para siempre. En su famosa escena musical solo se quitaba un guante, pero lo hacía con tanta sensualidad que parecía otra cosa. Hasta tal punto que en la España franquista y en otros países la película fue censurada, lo que no evitó que se convirtiese en un bombazo mundial.

En 1947 rodó La dama de Shanghái con su segundo marido, Orson Welles. La película fue otro fracaso del cineasta. Sus fans no aceptaron su cambio de look y su papel de mala.

Tras aparecer nada menos que en 29 películas, su primer papel protagonista fue junto a Cary Grant y a las ordenes de Howard Hawks. Fue en Solo los ángeles tienen alas.

(Solo los ángeles tienen alas, 1939)

Con Fred Astaire rodó Bailando nace el amor también de Columbia Pictures. Así dejó a Astaire:

(Bailando nace el amor, 1942)

Y así de bien bailaban:

(Bailando nace el amor, 1942)

Y con zapatos a juego:

(Bailando nace el amor, 1942)

Cuatro años después, daba la campanada. Y Glenn Ford le daban la famosa bofetada.

(Gilda, 1946)

Gilda era personaje de mucho carácter, y eso que haciéndose la despistada era la mejor.

(Gilda, 1946)

Parecía una chica inocente...

(Gilda, 1946)

... hasta que llegaba la escena del guante.

(Gilda, 1946)

De Welles se enamoró perdidamente y le cambió la vida y el look.

(La dama de Shanghái, 1947)

Fue donde él le dijera.

(La dama de Shanghái, 1947)

Pero acabaron fatal.

(La dama de Shanghái, 1947)

Otro de los hombres de su vida, de los cinco que tuvo, fue el príncipe Aly Khan, su tercer marido.

La diosa Hayworth también nos deslumbró en color...

(La diosa de la danza, 1947)

Y en color devolvió la bofetada. Le tocó al pobre Frank Sinatra.

(Pal Joe, 1957)