Fallece Robin Williams a los 63 años

El actor de 'El club de los poetas muertos', 'Aladdin' y 'El indomable Will Hunting' ha sido hallado muerto en su casa de California.
Fallece Robin Williams a los 63 años
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Fallece Robin Williams a los 63 años

Robin Williams, actor de larga carrera y galardonado con un Oscar, ha fallecido hoy a los 63 años de edad en su casa de Marin County (California). Aunque las causas del óbito no se han hecho públicas, los portavoces de su familia han insinuado que podría tratarse de un suicidio: Williams, nacido en Chicago en 1951, arrastraba una larga lucha contra "un severo caso de depresión" y el informe forense ha declarado su defunción como debida a la asfixia, informa Entertainment Weekly. El actor deja inacabado el rodaje de la tercera entrega de Noche en el museo, cuyo estreno está previsto para el 22 de diciembre.

Como tantos otros actores que debieron su fama a la comedia, Williams no era ajeno a las garras de la depresión clínica, complicada en su caso con ocasionales episodios de alcoholismo y abuso de estupefacientes. Hijo de una familia acomodada, fue un niño enfermizamente tímido que, según hubo de contar mucho después, descubrió su potencial para hacer reír al darse cuenta de que convertirse en el payaso de la clase era preferible a sufrir acoso escolar. Sus esfuerzos en este campo le salieron a cuenta, puesto que en 1973 fue admitido en la muy exclusiva Juilliard School, donde fue compañero deChristopher Reeve, para después saltar a la fama gracias a la serie Días felices. La popularidad de Mork,el alienígena al que interpretó en dicho programa, le granjeó un rol protagonista en el spin off Mork y Mindy, responsable de que, durante mucho tiempo, el público estadounidense asociara su rostro con un latiguillo ("Nanu-nanu") que él siempre detestó.

Williams alternó sus intervenciones televisivas con una intensiva carrera como comediante de escenarios, así como con el teatro, pasando a la pantalla grande como protagonista en ese antológico batacazo que fue el Popeye (1980) de Robert Altman. Con el tiempo, y tras varios filmes de éxito discreto (entre ellos, Un ruso en Nueva York, del recientemente fallecido Paul Mazursky) obtuvo dos papeles que habrían de definir su carrera: Adrian Cronauer, el explosivo e insurrecto locutor de Good Morning, Vietnam (1987) y el entrañable profesor John Keating de El club de los poetas muertos: gracias a esta última película, dirigida en 1989 por un Peter Weir que purgaba el fracaso de La costa de los mosquitos, muchos espectadores (sobre todo los más jóvenes) reemplazaron aquel odiado "Nanu-nanu" con unas palabras mucho más cargadas de sentido: ese "¡Oh, capitán, mi capitán!" con el que el poeta Walt Withman coronó La última vez que florecieron las lilas en el huerto, su elegía a Abraham Lincoln.

A partir de entonces, la carrera de Robin Williams se mostró abismalmente irregular: a la exitosa El rey pescador, una de las películas más comerciales de la carrera de Terry Gilliam, le sucedió Hook, el fallido asalto de Steven Spielberg al mito de Peter Pan. Fichado por el emporio Disney para prestar su voz al genio de Aladdin (1992), Williams consagró la costumbre del celebrity voicing en el cine de animación, bordó un papel antológico (y, en su mayor parte, improvisado), pero de poco valió eso frente a trabajos tan mediocres como Señora Doubtfire, la catastrófica Toys de Barry Levinson Jack, el punto más bajo de la carrera de Francis Ford Coppola. Para colmo, un año después de que El indomable Will Hunting le procurara un Oscar al Actor de Reparto, Williams protagonizó Patch Addams, empalagoso y tramposobiopic médico tan odiado por los críticos como desmentido por el auténtico protagonista de la historia.

En películas como El hombre bicentenario, Insomnio (de Christopher Nolan, en la que dio la réplica a Al Pacino) Retratos de una obsesión (seguramente, uno de sus papeles dramáticos más logrados), Williams luchó denodadamente para ganarse los galones de 'actor serio' y librarse del peso de esa comedia a la que nunca renunció del todo. De hecho, tanto Merry Friggin' Christmas como el filme de animación Absolutely Anything, las dos películas actualmente en postproducción que contaban con él en el reparto, pertenecen a dicho género. Su último mensaje en su cuenta de Twitter, publicado el 31 de julio, iba destinado a Zelda Rae Williams, la segunda de sus tres hijos, que acababa de cumplir 25 años.

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