Martinón (Mario Casas) vive solo en un pueblo en las montañas llamado Auzal. Únicamente entra en contacto con otros seres humanos cuando, en primavera, desciende al valle para comerciar con las pieles de los animales que atrapa. Sin embargo, todo cambia cuando conocer a una mujer (Irene Escolar) por la que empieza a experimentar nuevos sentimientos, planteándose seriamente su actitud de lobo solitario.
El cineasta asturiano Samu Fuentes se ha rodeado de un elenco estelar para su debut en el largometraje con Bajo la piel de lobo, que él mismo describe como "una experiencia sensorial": "Los personajes transmiten el olor que desprenden sus cuerpos debido al esfuerzo físico en un entorno hostil; la reacción a la sangre que sale a borbotones de un animal herido; el sufrimiento que provocan el hambre y la sed; el tacto de otro ser humano, la reacción corporal a sus besos y caricias en un entorno gélido y desolador".
La nominada al Goya por Tarde para la ira Ruth Díaz se une a Casas y Escolar en este drama con ecos de western, que se ha rodado entre Aragón y Asturias, cuyos paisajes son un elemento clave del filme. Fuentes ha trabajado previamente en los cortometrajes Terapia peculiar y Ojos que lo ven ¿corazón que lo siente?, y los documentales De Picasso, Gades y África y Miraflores.
A continuación, CINEMANÍA te ofrece en exclusiva imágenes del rodaje de la película:
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