Entrevista a Miguel Ángel Vivas, la gran revelación de Sitges 2010

Secuestrados, el filme de Miguel Ángel Vivas presentado el lunes en el Festival de Sitges, va camino de convertirse en una de las películas españolas más exitosas del año. Y también en la más polémica, porque el segundo filme de este cineasta sevillano (puedes verle en la foto de abajo -centro- acompañado de su reparto) pone a una familia española de clase alta como blanco de una banda albanokosovar. Criticado por unos y defendido por otros, el filme ya ha sido vendido a 26 países y (según se dice) ya ha ganado el doble de lo que costó rodarlo. Rubén Romero, nuestro cronista terrorífico, entrevista al creador de esta obra rodada en sólo doce planos secuencia.

¿Por qué tanta gente de países tan diferente confía en Secuestrados?

Digamos que hay un miedo universal que nos atenaza cuando invaden nuestro hogar, lo más sagrado y el único lugar en el que te crees a salvo.

¿La utilización de planos secuencia es un capricho formal?

No, no. Quería conducir al espectador, que no hubiera cortes, porque las interrupciones domestican la historia y provocan una ausencia de la sensación de realidad. Por más que el público no conozca el lenguaje cinematográfico siente que es así, se desentiende de lo que ocurre.

La película se ha visto en Toronto y en Austin, donde obtuvo el Premio a Mejor Filme y Dirección. ¿Qué espera de Sitges?

Sinceramente, nada, como tampoco lo esperaba en Austin. En esa sala, rodeado de mi público objetivo, pasé tanto miedo como los protagonistas de la cinta. Estar seleccionado fue ya un premio, que me dieran los dos galardones fue algo totalmente inesperado.

Algunos han criticado que los secuestradores sean extranjeros, o que se dé una visión de España como un lugar donde las bandas de maleantes campan a sus anchas…

Quiero dejar absolutamente claro que nunca he pretendido hacer política con esta película. Es suspense. Es terror. Eso es todo.

Miguel Ángel Vivas, tercero por la derecha, junto al equipo de 'Secuestrados'.