En otra piel: 11 actores blancos que cambiaron de raza

Ahora que Keanu Reeves se convierte en japonés para '47 ronin', recordamos a otros intérpretes que se tiñeron la piel por cachondeo, por racismo o porque Hollywood es así. Por YAGO GARCÍA
En otra piel: 11 actores blancos que cambiaron de raza
En otra piel: 11 actores blancos que cambiaron de raza
En otra piel: 11 actores blancos que cambiaron de raza

Tenemos que admitirlo: cuando vimos las primeras imágenes de 47 ronin nos dio un sofocón. Porque, pese al maquillaje, era imposible equivocarse: aquel samurái japonés con kimono y katana no era otro que Keanu Reeves, sometido a un intensivo maquillaje (bueno, quizá no tanto) para protagonizar una adaptación del Chushingura, la obra literaria japonesa más adaptada al cine y la TV. En honor a Keanu hay que decir que su caracterización es solvente y respetuosa. Pero nos viene de perlas para recordar a todos los actores que, por cachondeo, por racismo o porque el Hollywood antiguo era así, se convirtieron en personajes de otras razas. Aquí tienes nuestra lista.

Walter Long en en El nacimiento de una nación (1927)nacimiento_nacion

De blanco a... negro

Tratándose de una oda al racismo, y a los asesinatos del Klu-Klux-Klan, el director David W. Griffith no estaba en situación de buscar intérpretes afroamericanos para esta película. De modo que empleó a uno de sus intérpretes más fieles fetiche, oscurecido gracias al maquillaje, para interpretar a un esclavo rebelde y malísimo. Esto resulta irónico por dos razones: para empezar, en La culpa ajena (1919), el cineasta había ofrecido uno de los primeros retratos amables de un personaje no blanco en el cine, mediante el trabajador chino encarnado por Richard Barthelmess. Y, segundo, porque dos años más tarde sería Al Jolson quien se tiznaría la cara para El cantor de jazz, la película que inauguraría el cine sonoro... Poniendo fin, de paso, a la carrera del propio Griffith.

Ona Munson en El embrujo de Shanghai (1941)embrujo_shanghai

De blanca a... china

El gran Joseph Von Sternberg no pudo recurrir a Marlene Dietrich, su actriz de cabecera, para este thriller erótico y exótico. De modo que acabó fichando a la Munson (que realmente se llamaba Owena Wolcott y había nacido en Oregón) en el papel de la tremenda Madre Gin-Sling, madame de alto nivel (oriental). Comparado con otros personajes blancos de este filme, todos ellos unas víboras, hay que decir que la proxeneta no queda mal parada, pero el personaje sigue siendo una evocación del 'peligro amarillo' que tanto gustaba en Hollywood. Como, sin ir más lejos, Gale Sondegaard en La carta, de William Wyler.

Katharine Hepburn en Estirpe de dragón (1949)katharine_hepburn_estirpr_dragon

De blanca a... china (rebelde)

Con esos pómulos salientes y esos ojazos rasgados, la siempre maravillosa Hepburn no precisó mucho maquillaje para su papel de Jade Tan, labriega china convertida en guerrillera durante la II Guerra Mundial. Podría decirse que el guión (adaptado de la lacrimógena novela de Pearl S. Buck) no era nada del otro mundo, y que, por mucho que le retocaran las cejas, Katharine parecía una señorita de Connecticut que se había equivocado de continente. Pero, la verdad, no había papel que la chica de Spencer Tracy no supiese bordar.

Orson Welles en Otelo (1952)orson_welles_otelo

De blanco a... norteafricano

Más que con las copiosas dosis de maquillaje oscuro que el gran Orson tuvo que aplicarse, esta revisión de la tragedia del 'Moro de Venecia' ha pasado a la historia por su tormentoso rodaje. Tan corto de fondos, y de tiempo, andaba (para variar) el actor y director, que tuvo que rodar varias escenas en ciudades e incluso en países distintos, resolviendo los problemas de continuidad en la mesa de montaje. Por lo demás, este filme shakespeariano es uno de sus trabajos más olvidados.

Marlon Brando en La casa de té de la luna de agosto (1956)marlon_brando_casa_te

De blanco a... japonés (más o menos)

Siempre ansioso por demostrar que él era más 'del Método' que el mismísimo Lee Strasberg, Brando movió Roma con Santiago para conseguir el papel de Sakini, el guía que inicia al capitán Glenn Ford en las costumbres de la isla de Okinawa, llena de bases estadounidenses tras la derrota de Japón. El actor se documentó lo suyo para el papel, y se sometió a dos horas diarias de maquillaje para atenuar sus rasgos de cachocarne occidental... Pero le sirvió de bien poco: aunque La casa de té... fuese bien acogida internacionalmente, al año siguiente Brando protagonizó Sayonara, una película llena de tópicos que en Japón cayó como un tiro.

John Wayne en El conquistador de Mongolia (1956)john_wayne_conquistador_mongolia

De blanco a... mongol, obviamente

Con su pasión por la espectacularidad y las historias épicas, era cuestión de tiempo que Hollywood se fijase en la vida de Gengis Khan, un señor cuyo ADN anda repartido, pillaje y violación mediante, por el ADN del 0,5% de la población mundial. Ahora bien, ¿a quién se le ocurrió que John Wayne era el hombre perfecto para el papel? El conquistador de Mongolia ha pasado a los anales del cine como un truño sin paliativos, y su figura protagonista quedó sin reivindicar hasta la rusa Mongol (2007), con el japonés Tadanobu Asano interpretando al caudillo estepario.

Mickey Rooney en Desayuno con diamantes (1961)mickey_rooney_desayuno_diamantes

De blanco a... japonés

Mucho tararear Moon River, mucho alabar el buen gusto de Blake Edwards como director y mucho delirar con esa Audrey Hepburn tan estilosa. Pero en este clásico de la comedia romántica también hallamos un peligroso coqueteo con los estereotipos en la forma del Señor Yunioshi, el casero fotógrafo y salido de la protagonista. El propio Mickey Rooney ha declarado muchas veces que encarnó al personaje sin mala intención, pero eso no impide que Desayuno con diamantes sea una cinta discutida y detestada, aún hoy, por muchas asociaciones contra el racismo.

Christopher Lee en El regreso de Fu-Manchú (1965)christopher_lee_fu_manchu

De blanco a... chino (mandarín)

De nuevo nos encontramos con un actor occidental en un papel asiático, y maligno por añadidura. Nada menos que el del pérfido doctor Fu-Manchú, creado por el novelista Sax Rohmer y encarnado ya por Boris Karloff en La máscara de Fu-Manchú (1932). Ahora deberíamos declarar que el personaje es una caricatura racista insoportable, pero seamos sinceros: tanto por su buen gusto en el vestir, como por su costumbre de rodearse de señoritas sexys (véase Las novias de Fu-Manchú para probarlo) y por lo sosos que resultan sus británicos rivales, Fu es uno de esos villanos a los que adoramos, y cuya victoria final siempre esperamos (infructuosamente) a lo largo de las cinco películas en las que Lee le dio vida, algunas de ellas dirigidas por nuestro Jess Franco.

Laurence Olivier en Kartum (1966)laurence_olvier_kartum

De blanco a... árabe

Como todo actor shakespeariano que se precie, el gran 'Larry' le tenía cogido el punto al maquillaje oscuro, a fuerza de encarnar a Otelo. Dicho esto, y dejando claro que su interpretación, y la de Richard Burton Charlton Heston, son lo mejor de este filme, hay que añadir que dicha habilidad era digna de mejor causa. Porque, aunque el personaje encarnado aquí por Olivier (el líder islamista Muhamad Ahmal) no fuese ningún angelito, Kartum 'olvida' contarnos que el general Charles Gordon (Heston) fue en la vida real una grandísima mala bestia. Pero claro, la película es británica y Gordon era un agente de Su Majestad...

Peter Sellers en El guateque (1968)peter_sellers_guateque

De blanco a... hindú

Maestro de las caracterizaciones imposibles, el intérprete del Inspector Clousseau había viajado por India durante la II Guerra Mundial. De ahí que llegase con los deberes hechos a su papel de Hrundi V. Bakshi, actor capaz de hundir un rodaje (o una fiesta de la jet set) sin siquiera proponérselo. Sorprendentemente, y aunque el rol peque muchas veces de estereotipado, El guateque no ha recibido muchos ataques provinientes del subcontinente: tal vez se deba a que el actor se defendía bastante bien con el sitar (como puede verse en los créditos iniciales) o a que, sencillamente, sus posibles críticos estuvieran demasiado ocupados riéndose.

Peter Ustinov en La maldición de la Reina Dragón (1981)peter_ustinov_reina_dragon

De blanco a... chino (y detective)

Con su perilla, su pajarita y sus habilidades deductivas, el detective Charlie Chan fue creado por el novelista Earl Derr Biggers como contrapunto a los orientales malignos al estilo de Fu-Manchú. La jugada salió bien, Hollywood entró en escena, y el personaje acabó protagonizando 58 películas, algunas de ellas rodadas en la propia China. De entre los intérpretes que le han dado vida (entre ellos, Walter Oland, quien también vistió las uñas del mandarín Fu en unos cuantos filmes), nosotros nos quedamos con Ustinov por ser el protagonista de su último título de producción occidental, aunque este pasase sin pena ni gloria.

Robert Downey Jr. en Tropic Thunder (2008)robert_downey_tropic_thunder

De blanco a... australiano teñido de negro

Muchas asociaciones antirracistas de EE UU se llevaron las manos a la cabeza al llegarles los primeros rumores sobre este filme. ¿Estaba el -probablemente- mejor actor de Hollywood reviviendo la figura del actor pintado de negro? Pues no exactamente, porque Downey no interpretaba a un negro, sino a un actor ("El ganador de cinco Oscar... ¡Kirk Lazarus!") que, poseído por su exhibicionismo, cambiaba el color de su piel para conseguir un rol estelar. Si nos las tomamos como lo que son, salvajes caricaturas de ciertos excesos del 'Método', la interpretación de Downey como Lazarus, y la del propio Lazarus como el sargento Lincoln Osiris, no tienen precio.

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