El club de los todoterreno (I): 10 actores de Hollywood que pueden con todo

Todos actúan estupendamente, pero eso es sólo el principio: los 10 intérpretes masculinos a los que pasamos revista en este informe tienen talentos que nunca habrías sospechado... Y que, muchas veces, se dejan ver en sus películas. Por YAGO GARCÍA
El club de los todoterreno (I): 10 actores de Hollywood que pueden con todo
El club de los todoterreno (I): 10 actores de Hollywood que pueden con todo
El club de los todoterreno (I): 10 actores de Hollywood que pueden con todo

¿Qué queremos decir cuando afirmamos que un actor es "versátil"? ¿Que se le da muy bien perder y ganar peso? ¿Que puede hacer un drama y una comedia seguidas, y sin cambiar de peinado? En CINEMANÍA lo tenemos muy claro: un actor versátil es aquel que sabe hacer muchas cosas, y todas ellas bien, tanto delante como detrás de la cámara. Ahora que los viejunos del Actor's Studio (De Niro, Pacino y Hoffman, básicamente) están en la edad de pedirse papeles alimenticios, nosotros nos hemos fijado en algunos de sus sustitutos naturales: 10 actores que saben hacer de (casi) todo.

Además de ponerse en la piel de cualquier personaje, los intérpretes masculinos de los que te hablamos a continuación tienen habilidades de todo tipo, desde la música a los idiomas, pasando por talentos más sorprendentes para hacer disfrutar a su público. Y si (con razón) echas de menos a alguna chica en la lista, tranquilo: a ellas les tocará en una próxima entrega.

Viggo Mortensen

Nos gusta como actor porque... Gracias a El Señor de los anillos, se convirtió en el arquetipo de guerrero épico para una generación (o varias). Pese a ello, nunca ha perdido sus vínculos con el cine indie, y se ha convertido en el actor fetiche del enfermísimo David Cronenberg.

Y es versátil porque... Además de ser un pintor y fotógrafo de talento, Viggo tiene una gran especialidad: los idiomas. Gracias a su infancia itinerante, nuestro hombre habla a la perfección inglés, español (con algo de acento argentino: véase Alatriste), francés y danés, además de defenderse con el finés y con el sueco. Pero eso no es todo:como es muy aficionado a la esgrima, se desenvuelve estupendamente con una espada en la mano, sin por ello hacerle ascos a escenas de acción tan duras y bajunas como las de Promesas del Este. Para colmo, toca bien la guitarra y escribe poesía. Una joya de chico, vamos.

Su punto débil: La pereza. Ha declarado que la vida de estrella internacional es muy estresante, y que le gustaría dedicarse a tiempo completo a dirigir su editorial Percival Press. Esperemos que no cumpla su amenaza...

Hugh Jackman

Nos gusta como actor porque... Viéndole como Lobezno en la primera entrega de X-Men, los fans de los mutantes suspiramos aliviados. Y, acto seguido, nos preguntamos: "¿Dónde ha estado escondido este australiano durante tanto tiempo?".

Y es versátil porque... La pregunta anterior quedó respondida en la gala de los Oscar de 2009, cuando Hugh resultó el mejor presentador de las estatuillas desde que a Billy Crystal se le rompió el humor. Muchos descubrimos entonces que Jackman es más famoso en Australia como actor de musicales que como estrella de cine. Sin ir más lejos, en mayo de este año protagonizó un one man show en San Francisco, interpretando él solito un repertorio de números clásicos de Broadway. Según el tópico, un actor tiene que cantar y bailar bien para aspirar al estrellato en Hollywood: si eso fuera cierto, Jackman debería ser hoy en día más grande que Tom Cruise.

Su punto débil: Las malas películas. Aunque los mutantófilos siempre le amaremos, filmes como Australia, Kate y Leopold u Operación Swordfish no han contribuido a darle lustre a su carrera. Una de dos, Hugh: o vuelves a trabajar con Christopher Nolan, con quien tan buenas migas hiciste en El truco final, o protagonizas de una vez esa rumoreada versión fílmica de Los miserables.

Daniel Day-Lewis

Nos gusta como actor porque... ¿Hace falta preguntarlo? Desde Mi pie izquierdo a Pozos de ambición, pasando por La edad de la inocencia, el hijo del poeta Cecil Day-Lewis ha demostrado que puede ponerse en la piel de cualquier hombre que ha existido o existirá jamás.

Y es versátil porque... El caso de Daniel no destaca tanto por su acopio de talentos adquiridos como por su capacidad de aprendizaje. Rodando La insoportable levedad del ser aprendió checo (que no es un idioma fácil, precisamente), se pasó Mi pìe izquierdo sentado en una silla de ruedas usando sólo la extremidad que daba título al filme, y sus entrevistas promocionales de Pozos de ambición parecían estudios eruditos sobre las explotaciones petroleras en California. Para colmo, como actor británico que es tiene bien aprendido el repertorio shakespeariano, y en Nine demostró que (aún sin cantar), el musical no le es ajeno.

Su punto débil: El exceso de seriedad. Tuvo que suspender una gira interpretando a Hamlet debido a un colapso nervioso (su padre había muerto el año anterior), sólo escoge películas que le convencen al cien por cien y prefiere trabajar como zapatero antes que incorporarse al star system. Aunque, pensándolo mejor, estas cosas no son precisamente debilidades...

Jamie Foxx

Nos gusta como actor porque... Quién nos iba a decir que el futbolista juerguista de Un domingo cualquiera acabaría poniendo en serios apuros dramáticos a Tom Cruise (Collateral) y encarnando a un genio de forma casi sobrenatural en Ray. Impacientes estamos por verle en Django Unchained, la próxima de Tarantino, junto a Christoph Waltz, Leo DiCaprio y Kevin Costner.

Y es versátil porque... En su estilo interpretativo, Foxx demuestra tener tablas de sobra: las adquirió como cómico de escenarios y actuando en In Living Color, el mismo show de TV que lanzó a la fama a Jim Carrey. Para colmo, tiene una forma física a prueba de bombas (estuvo a punto de dedicarse profesionalmente al fútbol americano) y, atención, un título de piano y composición en la Juilliard School of Music, uno de los conservatorios más prestigiosos del mundo. Tal vez eso tuviese algo que ver en su forma de bordar el papel de Ray Charles, o en su premio Grammy ganado a medias con su amigo Kanye West por la canción Gold Digger.

Su punto débil: Irónicamente, la música. Jamie lanzó su primer álbum en solitario en 1994, y últimamente pasa más tiempo frente a un micrófono que frente a una cámara. Esperemos que trabajando para Tarantino vuelva a picarle el gusanillo dramático.

Johnny Depp

Nos gusta como actor porque... Aunque su amigo Tim Burton pretenda que lo olvidemos, vistiéndole de negro a la menor oportunidad, Johnny es un camaleón nato, capaz de adaptarse a cineastas tan dispares como Terry Gilliam (Miedo y asco en Las Vegas), Roman Polanski (La novena puerta) y Michael Mann (Enemigos públicos). Y, además, es Jack Sparrow.

Y es versátil porque... Para empezar, porque por él no pasan los años. En Piratas del Caribe: En mareas misteriosas le hemos visto haciendo acrobacias de todo tipo a sus 48 tacos. Para seguir, es un maestro en eso tan esquivo de la dicción y los acentos: si ves sus películas en VO, es fácil que sus múltiples tonos de voz te dejen pasmado. Y, aunque en Sweeney Todd su voz no diese la talla, tiene una larga trayectoria musical que le ha llevado a tocar con miembros de Red Hot Chili Peppers, The Pogues y los Sex Pistols. Para colmo, la experiencia acumulada en sus aventuras bucaneras le ha convertido en un experto en esgrima escénica.

Su punto débil: El teatro. De todos los actores presentes en esta lista, Johnny es el único que no se ha prodigado sobre las tablas para otra cosa que no sea tocar el bajo.

Ewan McGregor

Nos gusta como actor porque... Estamos ante el joven Obi-Wan Kenobi. ¿Que no es suficiente? Bueno, pues en ese caso recordemos Trainspotting, Velvet Goldmine, El escritor y la muy reciente Beginners. Con esas debería bastar...

Y es versátil porque... Aunque no lo parezca, McGregor es uno de esos actores que traen de cabeza a las compañías de seguros, ya que insiste en rodar personalmente sus propias escenas de acción sin dobles que valgan. Por otra parte, recordemos nuestro pasmo en Moulin Rouge! cuando comprobamos que sabía cantar, y muy bien. Por otra parte, tiene una experiencia teatral bastante sólida (protagonizó el musical Ellos y ellas durante dos temporadas en Londres). Además, pertenece a ese selecto club de actores a quienes no les importa encarnar a un hombre gay hasta las últimas consecuencias: véase Philip Morris ¡Te quiero! para probarlo.

Su punto débil: Las motos, y la falta de criterio para escoger sus papeles. Pese a su talento, la carrera de Ewan está llena de truños, y a veces parece que le gustaría dedicarse profesionalmente a las dos ruedas en vez de a actuar.

Robert Duvall

Nos gusta como actor porque... En cuatro palabras: "¡Charlie no hace surf!". O, si lo prefieres, porque "Don Corleone nunca pide un segundo favor si se le niega el primero". Sin el discreto y eficaz trabajo de Duvall, dos clásicos como Apocalypse Now y El Padrino no serían lo mismo. Y eso es decir mucho.

Y es versátil porque... ¿Buscas un actor que sepa montar a caballo? Robert es tu hombre: no sólo porque la equitación se le dé estupendamente, sino porque cría monturas de lujo en su rancho de Nevada y no se pierde ningún derby importante. ¿Te hace falta un veterano solvente para un musical? Pues llámale a él, porque también canta y toca la guitarra: varias de las canciones que interpreta su personaje en Gracias y favores salieron de su pluma. Si tu cásting pide experiencia teatral, en él tienes a un profesional que ha estrenado obras del mismísimo David Mamet en Broadway. Y, para colmo, es un consumado bailarín de tango.

Su punto débil: La política. Duvall es un fervoroso defensor del Partido Republicano, y fue una de las pocas estrellas de Hollywood en declararse a favor de la Guerra de Irak. Huelga decir que eso no le ganó muchos apoyos en el rojerío de la Meca del Cine.

Gary Oldman

Nos gusta como actor porque... Cuando Anthony Hopkins se refiere a un colega treinta años más joven que él como "el mejor actor del mundo", es que hay que tomárselo muy en serio. En caso de duda, revisa Drácula de Bram Stoker, Sid y Nancy, El quinto elemento, El caballero oscuro...

Y es versátil porque... Empujado por su mala cabeza a buscarse papeles donde fuera, Gary se doctoró en versatilidad durante su juventud peleona. Pese a su fama de experto en tipos chungos, protagonizó un antológico duelo con Joey en Friends que le procuró un Emmy al actor cómico, no le tiene miedo a los efectos especiales (algo muy necesario si vas a encarnar al padrino de Harry Potter) y, como aficionado a los videojuegos, ha puesto voz a varios personajes de la saga Call of Duty. Además, toca varios instrumentos musicales y, según su pupilo Daniel Radcliffe, es un buen profesor de bajo.

Su punto débil: Sentimos decirlo, pero la edad: Hollywood no es país para viejos, y Gary tiene 53 años. Aún así, y al igual que a su amigo Hopkins, es posible que viva una segunda juventud: por lo pronto, estamos impacientes por verle protagonizar El topo.

Matt Damon

Nos gusta como actor porque... El hombre que fue Jason Bourne no parecía un candidato demasiado obvio a superestrella en sus comienzos. Es más: uno diría que su verdadero talento estaba en la escritura de guiones junto a Ben Affleck. Sin embargo, luego llegaron El talento de Mr. Ripley y Ocean's Eleven, y muchos nos comimos nuestra opinión inicial con patatas.

Y es versátil porque... Escoger a un actor del Hollywood reciente nos ha costado un mundo: Christian Bale es un titán, pero no tiene muchas dotes para la comedia, mientras que Edward Norton se conforma con su inmenso talento para hacerse con los personajes. Pero, si de hombres versátiles hablamos, Matt es la elección idonea: está claro que escribe bien (tiene un Oscar por El indomable Will Hunting), sus aptitudes musicales están más que probadas, no hay género que tenga secretos para él y las escenas de acción de la saga Bourne prueban que tampoco le hace asco a unas buenas yoyas bien dadas.

Su punto débil: La falta de carisma. Por muy talentoso que sea, Damon nunca se desprenderá de ese rostro de All American Boy y de esa actitud rozando la sosería. Así las cosas, infravalorarle es demasiado fácil.

Robert Downey Jr.

Nos gusta como actor porque... ¿Has visto Iron Man? ¿Y Sherlock Holmes? ¿Y Zodiac? ¿Sí? Entonces, sospechamos que las respuestas están de más.

Y es versátil porque... En su castigado cuerpo, Robert Downey Jr. resume virtudes que uno sólo asociaría en principio a un titán del Hollywood clásico. Además de tener un carisma a prueba de bombas, es un showman consumado, capaz de atreverse con cualquier género (incluido el musical) y salir victorioso. Tiene una experiencia como cómico avalada por el Saturday Night Live, ha hecho sus pinitos como cantante (aunque su disco The Futurist no sea nada del otro mundo) y como diseñador gráfico, y cuando anima eventos y celebraciones no hay quien le gane.

Su punto débil: El encasillamiento. Cualquiera lo diría tratándose de un actor con tantas facetas, pero él mismo ha declarado que tras su regreso al estrellato en 2001 está para pocos riesgos. A nosotros nos encantaría verle protagonizando alguna película indie, para variar.

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