Deadpool quiere vestirte de rosa para luchar contra el cáncer

Imagínate que eres un espectador de EE UU que ve la primera emisión de Deadpool en el canal FX. Imagina, también, que a media película se corta la acción y aparece Ryan Reynolds bajo la guisa del mercenario bocazas… pero con un uniforme rosa en lugar de uno rojo. "Ya me habían dicho que esta peli era un tanto rara", habrías pensado, salvo porque aquello no era la película, sino un anuncio grabado por Reynolds para promover una ONG cuyo nombre le viene al pelo: F*ck Cancer. Es decir, "Que le jodan al cáncer".

"Os estaréis preguntando a qué viene el traje rosa. Bueno, es para enseñarle al mundo que tengo una erección enorme", comienza un Reynolds/Deadpool rodeado de objetos de ese color y con una jarra de pink lemonade bien a mano. Acto seguido, el antihéroe explica de qué va el trato: tú haces una donación a F*ck Cancer a través de la plataforma de crowdfunding Omaze, y entras en el sorteo del uniforme rosa en cuestión, además de otros objetos de merchandising de la película como pósters y dvd firmados… o un mensaje de voz grabado por Deadpool en persona.

"Puede formar parte de tus mudas semanales, darle un toque de color a tu mazmorra BDSM o servirte para rellenarlo de paja y así espantar pájaros y ancianos", señala antes de proseguir con el discurso habitual en este tipo de campañas… o casi. "En esta batalla cualquiera puede ser un superhéroe: no hacen falta ni poderes ni capas. Sólo tu dinero, que estos trajes no son baratos", remacha Reynolds. Podemos apostar que a partir del 18 de mayo, cuando se estrena Deadpool 2, tendrá los suficientes millones para comprarse unas cuantas docenas.