'Deadpool' y 'Escuadrón Suicida', las películas más denunciadas de 2016 en Reino Unido

Ser un mercenario bocazas, desfigurado y mutante, tiene sus ventajas. Por ejemplo, te hinchas a ganar dinero en taquilla y el público espera tu secuela como agua de mayo. Pero también tiene sus inconvenientes, tan relacionados con tu estatus fuera de la ley como con tu propensión a decir guarradas. Resulta que Deadpool no solamente fue uno de los filmes más rentables de 2016... sino que, además, también fue el filme más denunciado del año ante el British Board of Film Classification (BBFC).

Entre otras cosas, el BBFC es el organismo que decide cuál es la edad mínima para ver un filme. Y, en el caso de Deadpool, optó por una calificación para mayores de 15 años. Algo que no les ha hecho ninguna gracia a las 51 personas que han formulado quejas, opinando que la cinta debería ser sólo para adultos por sus escenas violentas y su lenguaje obsceno.

Ante las denuncias, el BBFC (vía Screen Daily) ha señalado que, si bien en Deadpool la sangre abunda, la violencia del filme está mostrada de forma cómica. Y, en cuanto a la parte sexy, explica que esta adopta la forma de "juegos de palabras y dobles sentidos". Además, aportamos nosotros, de quedarse en poca cosa cada vez que Ryan Reynolds se quita la máscara y nos enseña la caracráter.

En el siguiente puesto del ranking está otra película basada en cómics y de moralidad ambigua: Escuadrón Suicida. La cinta de David Ayer se ha llevado 30 quejas... pero, en este caso, la mayoría son de chavales que querían verla, y que se quedaron fuera del cine al ser menores de 15 años. Vistas las opiniones de la crítica acerca de la película, lo mismo el comité censor les hizo un favor, y todo.

En cuanto al tercer puesto del ranking, lo ocupan Tim Burton y El hogar de Miss Peregrine para niños peculiares. A juzgar de algunos padres, la cinta protagonizada por Eva Green es "demasiado terrorífica" como para estar autorizada a mayores de 12 años. En la lista también aparecen La fiesta de las salchichas (que añade un capítulo más a su historial de conflictos con la censura) y Jason Bourne, esta última denunciada por "demasiado violenta".