David Bowie muere a los 69 años

La legendaria estrella musical en constante metamorfosis ha fallecido a causa de un cáncer tan sólo unos días después del lanzamiento del single 'Lazarus' de su último disco.
David Bowie muere a los 69 años
David Bowie muere a los 69 años
David Bowie muere a los 69 años

Es muy difícil dar la noticia de la muerte de David Bowie sin levantar reflejos de incredulidad, o pensar que entra en la rueda promocional de su último álbum, precisamente con el single titulado Lazarus recién publicado. Pero así lo han comunicado su mánager y sus familiares de forma oficial: David Bowie ha muerto en paz y rodeado de su familia después de una valiente batalla de 18 meses contra el cáncer. El cantante británico tenía un puesto asegurado en la historia de la música desde la innovadora irrupción en el núcleo del glam rock de los años setenta; su muerte a los 69 años termina de remachar su estatus de leyenda que siempre pareció estar más allá de nuestro mundo.

Son incontables las aportaciones de Bowie durante las últimas cuatro décadas a la música, la puesta en escena, el diseño visual y la fluidez de la propia identidad. Pero a nosotros nos toca hablar de cine y, dado su gusto por la interpretación de papeles y la apropiación de alter egos como Ziggy Stardust, fueron unas cuantas las películas, algunas mejores y otras peores, que disfrutaron de la memorable presencia del cantante, empezando por la gran El hombre que cayó a la Tierra (1976) que Nicolas Roeg construyó alrededor de su imagen.

La figura de Bowie ejercía la atracción de un diamante, con la ventaja de que se prestaba a ser enormemente maleable. Cineastas como Tony Scott (El ansia, 1983) o Nagisa Oshima (Feliz Navidad, Mr. Lawrence, 1983) le sacaron pleno partido, aunque quizás fuera David Lynch quien consiguió hablar mejor en su mismo idioma en Twin Peaks, fuego camina conmigo (1992). Martin Scorsese le dio el papel de Poncio Pilatos en La última tentación de Cristo (1988) y Julian Schnabel lo transformó en Andy Warhol para su biopic de Basquiat (1996).

Con todo, para la mayor parte del público, dos papeles marcaron la carrera cinematográfica de Bowie. El explosivo rey de los duendes Jareth, de Dentro del laberinto (Jim Henson, 1986) y el comedido Nikola Tesla a quien interpretó en El truco final (Christopher Nolan, 2006). Dos caras muy distintas de una misma y deslumbrante moneda que estuvo girando en transformación permamente hasta el último momento.

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