[Crónica Cannes 2012] Que empiecen las apuestas

David Cronenberg me dio una buena despedida de Cannes. 'Aquí y allá' del español Antonio Méndez Esparza gana en la Semana de la Crítica. Y las quinielas para la Palma de Oro han empezado. Por IRENE CRESPO
[Crónica Cannes 2012] Que empiecen las apuestas
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[Crónica Cannes 2012] Que empiecen las apuestas

Despedida y cierre. Ayer fue mi último día en Cannes. Ese día en el que vives el 'síndrome de Festival'. Tienes tantas ganas de irte, de descansar (de dormir más de cuatro horas, de comer, de cenar por menos de 35 euros), como pena por cerrar otro gran hermano cinéfilo que, al final, es los que son los festivales de cine. Una semana o 10 días viendo las 24 horas a la misma gente, en los mismos lugares, amplificando emociones. Creando familia. Es bonito esto de los festivales, y siempre merece la pena, incluso cuando en uno como éste no hayamos visto esa gran película que te cambiara la vida. Más bien lo contrario, ha sido un Cannes de películas que probablemente olvidaremos, de aquí no debería salir la gran cosecha del año (como ocurrió el pasado con El árbol de la vida, The Artist, Take Shelter…), pero todo dependerá de si Weinsteins y similares se empeñen en hacernos pensar lo contrario con promociones omnipotentes.

Dicho esto, mi despedida del Palais fue mucho más gozosa que mi bienvenida (con Lawless). Decir adiós a Cannes tras ver la fascinante y filosófica reflexión sobre el fin del capitalismo en Cosmopolis, de David Cronenberg es una buena forma de hacerlo (aunque lamento mucho haberme perdido Mud, que ya antes de proyectarse estaba en todas las quinielas). Una adaptación del libro de Don DeLillo que el canadiense hizo en sólo seis días como dijo después en la rueda de prensa. "La novela es tan perfecta que no necesité más tiempo. En la película están los diálogos, las situaciones. Sólo algunos cambios que eran necesarios para el lenguaje del cine". DeLillo, por cierto, que también estaba en la rueda, parecía encantado con su adaptación. Aunque se empeñó en que su intención nunca fue hablar del fin del sistema actual, simplemente un día se preguntó cómo serían y qué harían esos señores que se pasan todo el día metidos en limusinas recorriendo Nueva York. Porque de eso va la película, como el contrapunto de Holy Motors de Leos Carax, Robert Pattinson recorre la ciudad en su limusina y en ella va recibiendo todo tipo de compañías (muchas sexuales) encargadas de aconsejarle y darle ideas (en Holy Motors, Denis Lavant recorría la ciudad también en limusina pero salí a buscar a la gente), de evitarle pensar, como al final le obliga a hacer Paul Giamatti. Sin embargo, en todo ese viaje en busca de un corte de pelo (el fin del personaje de Pattinson) nos cruzamos con los manifestantes reclamando un final del sistema, un 15-M, un Wall Street Occupy. Sin duda, Cosmopolis es la película más actual de la Sección Oficial. A Cronenberg le ha salido esto de casualidad y le gusta, aunque no quiera buscarle demasiadas intenciones, "para eso están los críticos", dijo. "Ahora parece que hemos rodado un documental, que no es ficción, pero el personaje de Pattinson no es un símbolo del capitalismo. Es un hombre con un pasado y una historia. Es sólo un hombre en un coche". Y, por cierto, los prejuicios sobre la elección de Pattinson para ese protagonista, se vinieron abajo, Cronenberg ha conseguido sacar lo mejor del casi ex vampiro (aún le queda la última parte por estrenar) y el papel le va encajando a la perfección según avanza la película, que se cierra con Rothko de fondo ("Por la quietud", explicó Cronenberg) y abrió con los títulos de crédito sobre Pollock (“Por el dinamismo”). Cerrando el círculo.

Hoy, Mud, de Jeff Nichols, la última película en competición en la Sección Oficial parece que ha levantado una ovación. ¿Me habré perdido LA película del Festival? La regla de oro final: irse la última de la fiesta para no perderse lo mejor, que siempre ocurrirá cuando te vayas.

Y ahora empiezan las quinielas para la Sección Oficial, hasta mañana a las 7 de la tarde no se conocerá el palmarés y es difícil meterse en la cabeza del presidente del jurado, Nanni Moretti. Parece que djo que quería feelgood movies, que no dará una Palma a alguien que ya la tenga, es raro repetir nacionalidad en la Palma en dos años seguidos (en 2011 fue El árbol de la vida, de EE UU)… Todo puede pasar, pero en lo más alto de las apuestas (y puntuaciones de la crítica) siguen las mismas, Amour, de Haneke, Holy Motors, de Leos Carax, Beyond the Hills, de Mungiu y The Hunt, de Thomas Vinterberg, a la que se habrían sumado Cosmopolis y hoy, Mud, de Jeff Nichols. El desenlace, mañana. Espero otro año vivirlo desde el Palais des Festivals. Cannes 2013, volveré. Creo.

El español triunfaMientras esperamos el palmarés en la Sección Oficial, ayer ya conocimos los ganadores de la Semana de la crítica y de la Quincena de realizadores, y los dos hablan español.

Aquí y allá, del madrileño Antonio Méndez Esparza se alzón con el premio de la Semana de la Crítica (y aún opta al de Cámara de Oro, como mejor ópera prima de todo el festival). El año pasado lo ganó Take Shelter, de Jeff Nichols para que nos hagamos una idea del nivel. Aquí y allá es la historia de un inmigrante en su regreso a su pueblo de México desde EE UU, de sus alegrías iniciales del regreso, y de sus frustraciones, de su añoranzas. En España la distribuirá A Contracorriente Films.

Y en la Quincena de realizadores (donde competía Jaime Rosales con Sueño y silencio) ha ganado la chilena No, de Pablo Larraín. Una historia sobre las elecciones de 1988 que perdió Pinochet, protagonizada por Gael García Bernal como un publicista exiliado que volvió a Chile para dirigir la famosa campaña del 'No'.

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