Cannes 2018: Lecciones de Christopher Nolan

El director pasó por el Festival para celebrar los 50 años de '2001: Una odisea del espacio' y, ya que estaba por allí, habló de (su) cine.
Christopher Nolan
Christopher Nolan
Christopher Nolan

Christopher Nolan vio 2001: Una odisea del espacio por primera vez con siete años. Su padre le llevó a verla a un cine en Leicester Square, donde la reestrenaron tras el éxito de Star Wars en 1977. "He llevado conmigo aquella experiencia desde entonces y ahora quiero que las nuevas generaciones sientan la misma impresión", dijo el director en Cannes.

No ha venido al Festival a presentar ninguna película suya, Christopher Nolan dio una charla (por la que la gente sacó codos y uñas para entrar) con la excusa de la presentación de una nueva copia de 70mm de 2001 para celebrar el 50 aniversario de la película de Kubrick. Y ya de paso habló mucho de cine, en general, y de su cine, en particular. Unas cuantas lecciones que deja en este Cannes 2018.

    Batman: por supuesto, tuvo que repasar la trilogía que regeneró los cómics y superhéroes. "El caballero oscuro para mí siempre fue un crimen dramático en el molde de una película de Michael Mann. El Joker era un terrorista, un agente del caos suelto".

    El caballero oscuro: La leyenda renace era "épica histórica. Bane como un villano militar ayudaba a eso".

    No les llames superhéroes, cuando quieres decir thriller noir: "Sí, es una película de superhéroes, pero está basada en ideas de culpa, miedo, estos impulsos fuertes que tiene el personaje. Bruce Wayne no tiene más superpoder que su extraordinaria riqueza. De verdad, solo es alguien que hace muchas flexiones. En ese sentido, es humano. Creo que por eso me atrajo".

    ¿Influencia de James Bond? "Algunos aspectos" le sirvieron para Batman, admitió. "Pero creo que como versión de James Bond, Origen es mucho más culpable que El caballero oscuro".

    El caballero analógico: "Las películas que se han hecho en analógico deben ser proyectadas en analógico siempre que sea posible", dijo. "El celuloide aún es el mejor medio para la forma en que ve nuestro ojo. Para mí es la herramienta más inmersiva emocionalmente para arrastrar a la audiencia en la historia".

    ¿Qué aprendió de 2001? "Que las películas pueden ser cualquier cosa", dijo. "Lo que Kubrick hizo en 1968 fue simplemente rechazar las reglas que tenías que jugar en términos de narrativa". "Nuestro fin es seguir empujando los límites, no podemos estar sometidos a reglas teóricas".

    Emma Thomas, su mujer y productora: "Es mi colaboradora más cercana y con la que llevo más tiempo. Es genial trabajar con alguien cuya agenda no es más que ayudar a otros a hacer las mejores películas que pueden. Es sorprendente lo difícil que es forjar esas relaciones".

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