Breve historia del cine pijo

Les sobra el dinero, y les faltan neuronas: prepárate para conocer al protagonista de 'Selfie' recordando a otros niños y niñas de papá
Breve historia del cine pijo
Breve historia del cine pijo
Breve historia del cine pijo

Sobredosis de dinero y estatus. Carencia preocupante de neuronas. Obsesión por vivir como si no hubiera un mañana, y el materialismo como último (y único) horizonte intelectual. Estos rasgos pueden asociarse a esa tipología que el léxico español ha identificado como "pollo pera", "niño de papá" o, de forma más sencilla y contundente, "pijo". Un concepto que llega esta semana a las pantallas, con doble dosis de vitriolo, gracias a Selfiela película de Víctor García León en la que el hijo de un ministro del PP (Santiago Alverú) se ve obligado por las circunstancias a mudarse a un barrio obrero y pedir trabajo en Podemos.

Ahora bien, ¿cuáles son las películas que mejor se adecuan a este ideal? ¿En qué filmes reside el ideal abstracto del pijerío y la superficialidad? Tras una exhaustiva investigación en colegios y universidades privadas de postín, clubes nocturnos donde jamás nos dejarían entrar y tiendas de ropa en las que un botón cuesta más de lo que nosotros ganamos al mes, el equipo de CINEMANÍA ha reunido a un grupo de expertos y expertas para dirimir esta cuestión. Tras exhaustivas entrevistas y una transcripción no menos trabajosa (aseguraríamos, aún ahora, que algunas de nuestras fuentes tenían una naranja incrustada en la boca) podemos ofrecerte sus conclusiones.

Clueless (Fuera de onda) (Amy Heckerling, 1995)

La más pija fue... Cher (Alicia Silverstone)

Y nos parece superfuerte porque... Bueno, ya sabes que la escritora esa, Jane Austen, hizo un libro que se llamaba Emma sobre una chica superdivina que quiere ayudar a la gente, ¿no? Y aquí la Amy Heckerling, que estaba muy quemada porque todos le decían que aquello de Mira quien habla era un poco como lo peor, cogió ese libro y lo hizo moderno, poniéndole a Alicia Silverstone unos modelazos que entonces eran lo más. Bueno, también sale Brittany Murphy, la pobre, y la prota al final acaba colándose por Paul Rudd, que hace de tío muy buenorro pero también muy brasas, de esos que hablan de política y tal. Vamos, que esta es la película más pija del mundo mundial, y si no te gusta es que no entiendes ni de moda, ni de estilo, ni de nada.

Golpe al sueño americano (M. Kanievska, 1987)

Los más pijos fueron... James Spader, Andrew McCarthy y Robert Downey Jr.

Y nos parecen superfuertes porque... Mira, de verdad de la buena: que Robert Downey Jr. fue un poco viciosillo, pues ya lo sabíamos, ¿no? Pero cuando vimos a James Spader y Andrew McCarthy haciéndole compañía en esta peli, como que nos caímos muertas. Con lo totales que estaban los dos en La chica de rosa, haciendo sentirse especial a la sosa de la Molly Ringwald, y aquí interpretan a chicos muy guays y muy californianos que pierden la cabeza a base de meterse polvitos de esos por la nariz, rodeados de piscinas, cochazos y sexo chungo... Claro que si la historia está basada (o así) en un libro de Brett Easton Ellis, el mismo tipo que escribió American Psycho, pues qué te vamos a contar.

Crueles intenciones (Roger Kumble, 1999)

Los más pijos fueron... Sarah M. Gellar, Ryan Phillippe y Reese Whiterspoon

Y nos parecen superfuertes porque... Ay, ¿otra película basada en un libro? Pues sí: da perezón, pero tenemos que ponerla. Primero, porque el libro dicen que es superimportante (se llama Las amistades peligrosas, y ya lo habían adaptado al cine un par de veces), y segundo porque sale Sarah Michelle Gellar haciendo de mala malísima hermanastra de Ryan Phillippe, algo que nos da muchísima envidia. Como la tía va de lista y manipuladora y todo eso, convence al chulazo para que desvirgue a otra chica (Reese Whiterspoon) que, si sale más tonta, no nace. Todo ello en un panorama de colegios carísimos, de esos a los que va la gente normal, y casoplones que te mueres de bonitos. Y de caros.

El asombroso mundo de Borjamari y Pocholo (J. Cavestany, E. López Lavigne, 2004)

Los más pijos fueron... Santiago Segura y Javier Gutiérrez

Y nos parecen superfuertes porque... Renunciar a los orígenes es algo que está como feo, ¿no? Por eso nosotros haríamos muy mal renegando de nuestros antepasados de los 80, esos que iban a Pachá todos los días de la semana, escuchaban a los Hombres G, esquiaban en Baqueira y decían cosas como "Te lo juro por Snoopy". Por eso, y porque hemos visto en YouTube la canción de Martes y 13 que inspiró la película, los protas de esta película nos parecen unos héroes. Bueno, también porque Santiago Segura está muy gordito, muy mono y le queda muy bien el flequillo. ¿Que os seguís riendo de ellos? Pues acordaos de la que se lió con el rumor de que iban a volver Mecano...

Todo en un día (John Hughes, 1986)

El más pijo fue... Ferris Bueller (Matthew Broderick)

Y nos parece superfuerte porque... Nosotras sabemos que es porque nos tienen envidia, pero es lo que hay: según la gente así como pobre, esa que tiene que trabajar más de dos días al año en empresas que no son de sus papás, los chicos y las chicas guays y con dinero somos tontos, ¿no? Pues no, porque además de tener mucha pasta (tanta como Tom Cruise después de montar su puticlub en Risky Business, o más aún) aquí Matthew Broderick hace de un chico superlisto que te pasas, siempre dispuesto a olvidarse del insti y llevarse a su mejor amigo (Alan Ruck) y a su novia (Mia Sara) a hacer novillos para enseñarles de qué va la vida. Ay, qué nene tan majo: no por nada, en la vida real, se acabó casando con Sarah Jessica Parker.

La fiera de mi niña (Howard Hawks, 1938)

La más pija fue... Susan Vance (Katharine Hepburn)

Y nos parece superfuerte porque... Es verdad que, cuando vimos esta peli, nos quedamos un poco bizcas porque no tenía colores, y parecía todo como muy antiguo. Pero oye, fue salir la Hepburn y quedarnos bizcas, porque es lo más. La tía va por ahí causando mogollón de desastres sin cortarse un pelo, porque está forradísima y lo arregla todo tirando de talonario (de tarjeta de crédito no, porque se ve que no las habían inventado). Además, se liga a Cary Grant, que estaba bien morboso el tío, y viste unos modelones que mataríamos por tener en nuestros armarios. Cuando la vimos tirar de aquel leopardo sin arrugarse la falda supimos que habíamos encontrado a nuestra nueva ídola para los restos: lo juramos por las mechas de Taylor Swift.

Desayuno con diamantes (Blake Edwards, 1961)

La más pija (o eso quisiera ella) fue... Holly Golightly (Audrey Hepburn)

Y nos parece superfuerte porque... Dejémoslo claro desde el principio: llevar el careto de la Audrey en el bolso o en la camiseta está a dos pasos de ser lo más out del universo, si no lo es ya. Y, además, su personaje en esta peli (que resulta que se lo inventó un tío llamado Truman Capote) no es una chica bien de verdad, sino una pilingui con delirios de grandeza que alterna con la jet pero sólo consigue ligarse a un escritorzuelo (George Peppard) que, según nuestros hermanos mayores, acabó saliendo en una cosa que se llamaba El Equipo A. Pero, oye, quien no se haya comprado alguna vez alguna prenda o complemento basado en esta película, que levante la mano. Y es que la chica es muy mona...

Princesa por sorpresa (Garry Marshall, 2001)

La más pija (tras un riguroso entrenamiento) fue... Anne Hathaway

Y nos parece superfuerte porque... ¿Cuántas chicas habrá en este mundo como la protagonista de esta película? Que sí, que todas van de que me gusta ser natural (es decir, más fea que una falda del Bershka de la temporada pasada), que estoy muy a gusto con mi mamá bohemia y mis amigos losers que no se comen un colín... Pero claro, luego llega una Julie Andrews tan estupenda como siempre, le enseña lo que se está perdiendo, y ahí va la nena a ponerse joyas y a maquillarse como si no hubiese un mañana, ¿sabes? La Academia esa de Hollywood dirá lo que quiera, pero aquí pensamos que a Anne habría que haberle dado el Oscar por esta peli, y no porque saliera pegando cuatro gorgoritos (muy bien pegados, eso sí) en Los miserables. Y para colmo haciendo de pobre, con lo mal que queda eso.

Historias del Kronen (Montxo Armendáriz, 1995)

El más pijo fue... Carlos (Juan Diego Botto)

Y nos parece superfuerte porque... Mira, lo prometemos: esta es la última vez que hablamos de películas que adaptan libros. Pero aquí también tenemos un motivo, y es que esta versión del best seller de José Ángel Mañas se fija en un tipo muy español de pijo: el pijo malote, ese que vive la vida loca mientras se prepara para ocupar su sillón en el bufete o el consejo de administración de turno. Que sí, que Botto y sus amigos se pasan la peli metiéndose más, y más de todo, que los chicos de Golpe al sueño americano (y eso se queda corto comparado con otras de sus fechorías), pero tienen la excusa perfecta. Y es que, según nos dicen por ahí, todo les viene de estar muy desorientados por culpa de una cosa llamada 'Generación X'.

Sexo en Nueva York: La película (M. P. King, 2004)

Las más pijas fueron... Sarah Jessica Parker, Kim Cattrall, Kim Davies y Cynthia Nixon

Y nos parecen superfuertes porque... Admitirlo duele, no lo vamos a negar, pero hay que espabilarse y reconocer que la juventud no dura siempre. Algo que no tiene por qué ser una tragedia siempre que te esfuerces mucho y que aprendas de buenas maestras. Si quieres mantener tu divinidad con los años, compitiendo con símbolos de elegancia como Carmen Lomana no hay mejor escuela que una sesión de coaching (una palabra que no sabemos lo que quiere decir, pero que ahora está muy de moda) a cargo de Sarajesi Parker y sus amigas. Si te fijas bien en ellas, baby, acabarás llegando a los 40 luciendo el bótox y las joyas con serena elegancia.

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