Brad Pitt sólo debería hacer comedia

Netflix acaba de estrenar ‘Máquina de guerra’, una película comedia negra sobre la américa post 11S… Y la conclusión es que Brad Pitt solo debería dedicarse a la comedia
Brad Pitt sólo debería hacer comedia
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Brad Pitt sólo debería hacer comedia

Máquina de guerra no es una gran película pero merece la pena ser vista por dos razones: lo que cuenta y el personaje de Brad Pitt.

Esta cinta de David Michôd está basada en un hecho real. Después del atentado del 11 S la guerra de Afganistán se les está atragantando a los estadounidenses así que es hora de mandar a un experto a resolver la situación. El señor lobo de las guerras.

Brad Pitt sólo debería hacer comedia

Y este tipo es el condecorado general Glen McMahon. Alguien anticuado que ve como el arte de la guerra se ha convertido en un estado de pereza irreversible donde los intereses políticos que predominan están más cerca del negocio que de hacer justicia o  mejorar el mundo. Así que para llevar a cabo su plan (cuyo objetivo es, básicamente, invadir el país) necesita hacer unas cuantas trampas y llevar a cabo algunas alianzas inesperadas. Y claro, el hecho de que sea una sátira cuyo personaje principal está repleto de contradicciones le da vía libre al director para hacer un retrato completamente loco de una guerra.

Michôd ha declarado que dejó total libertad a Brad Pitt para construir a Glen McMahon, y el resultado es excesivo y maravilloso. Su forma de andar o de correr, su ojo pipa, su lengua viperina, su voz, sus gestos y esa personalidad como de testimonio chanante hacen de este papel un hito en la comedia moderna.

Las conclusiones son varias. Que Brad Pitt sólo se expone de verdad cuando es cómico. Y que por eso mismo debería olvidarse del resto de géneros. El actor ya ha dado todo lo que tenía que dar en el drama, ya tenemos Seven, El asesinato de Jesse James por el cobarde Robert Ford, El curioso caso de Benjamin Button, MoneyBall o El árbol de la vida. De hecho desde la película de Malick en 2011 no ha vuelto a tener un papel relevante. Y si lo pensamos fríamente, y quitando esas excepciones, sus personajes cómicos valen bastante más que los serios…

POR EJEMPLO, MICKEY O'NEIL

Brad Pitt sólo debería hacer comedia

Brad Pitt interpretó al mejor personaje de la mejor película de Guay Ritchie, Snatch. Cerdos y diamantes. En las películas de Ritchie siempre aparecen muchos personajes, así que es muy difícil que uno solo robe toda la película y justamente eso fue lo que ocurrió con Pitt. Cuando pensamos en Snatch pensamos irrevocablemente en ese boxeador gitano irlandés que habla raro, como entre gárgaras, y que repite todo el rato que él quiere una caravana “me fer ma”.

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“¿Te gustan los chochos?”. Esta frase ya es todo un clásico en las conversaciones cinéfilas. Su interpretación es corta pero tremendamente divertida. Y Ritchie fue el primero en explotar esa vis cómica de la que el actor ya había dado ligeras pruebas en papeles secundarios como su momento de gloria en Cómo ser John Malkovich.

Mickey O’Neil es mejor que su vampiro de Entrevista con el vampiro, que su protagonista de Leyendas de pasión o que Joe Black. Mickey O’Neil sólo lo puede hacer Pitt. Los demás papeles son intercambiables.

¿QUIÉN NO HA LLORADO DE LA RISA CON CHAD FELDHEIMER?

Brad Pitt sólo debería hacer comedia

Tuvieron que llegar los Hermanos Coen para apostar fuerte por el Brad Pitt cómico. En Quemar después de leer aún no era protagonista pero se llevaba más minutos en la película de Ritchie. Y aunque en esta película tanto George Clooney como John Malkovich o Frances McDormand estaban graciosísimos este momento gana por goleada.

Brad Pitt sólo debería hacer comedia

En esta cinta, que es una de las obras maestras de los Coen, Pitt realiza una búsqueda en el humor más tonto, en el gag divertido y naif; y de esa forma construye un personaje blanco, bobo, tremendamente divertido y de esos que contagian la carcajada entre los espectadores. Un payaso en forma de entrenador personal tan encantador como idiota que se ve inmerso en una conspiración del gobierno.

Chad Feldheimer es mejor, por ejemplo, que su trágico personaje en Babel, que su espía de Spy Game o que su enamorado de The Mexican.

Y SU OBRA MAESTRA, EL TENIENTE ALDO RAINE

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Un soldado americano y judío que se dedica a cazar nazis.

Solo su escena haciéndose pasar por fascista italiano aguantando los envites de un fantástico Christoph Waltz… Solo esa escena vale más que la mitad de la filmografía de Adam Sandler.

Brad Pitt sólo debería hacer comedia

Quentin Tarantino le dio su gran papel, el de Aldo Raine “El apeche”. Tarantino le debió de decir: “Brad, tienes que interpretar a un oficial de Tennesssee, que se dedica a matar soldados nazis de la forma más cruel y bestia. No vas a tener mucho diálogo pero tu sola presencia ya debe hacer sonreír al espectador” Y Brad Pitt se sacó de la manga una especie de sátira sinvergüenza de Marlon Brando.

El único problema es que todas las miradas fueron para Christoph Waltz y su coronel Hans Landa que se comió la película entra. Ahora, con el tiempo y después de haber asimilado que Waltz solo domina a la perfección un solo registro, queda claro que dentro de la obra maestra de Tarantino también existe la obra maestra de Brad Pitt.

Aldo Raine es mejor que su papel de salvador en 12 años de esclavitud o que su héroe de familia en Guerra Mundial Z un papel que a todas luces le hubiera pegado mucho más a Tom Cruise, por ejemplo.

Así que, después de reírnos un rato con Glen McMahon necesitamos que alguien cercano a Brad Pitt, o Brad Pitt mismo lea esto y se convenza para hacer comedia todo el rato hasta que se retire del cine.

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