‘Blade Runner’ ya tenía secuelas

Sean Young hibernando, Harrison Ford metido a consultor de una película y una Daryl Hannah a medio construir son algunas de las ideas que nos trajeron las novelas.
‘Blade Runner’ ya tenía secuelas
‘Blade Runner’ ya tenía secuelas
‘Blade Runner’ ya tenía secuelas

Aunque Blade Runner 2049 nos trajo de vuelta a Rick Deckard como cazador de replicantes, la película llegaba (igual que sucedía con La Guerra de las Galaxias) para ponerse en un lugar en el que ya había libros que continuaban la historia original.

La extrañísima aventura de continuar la cinta de Ridley Scott había surgido a mediados de los 90, cuando la editorial Bantam, en la cresta de la ola por las continuaciones de Star Wars, decidió hacer la misma operación con esta película, más de moda que nunca por el estreno de la versión “del director” que había salido a la luz unos años antes.

KWJETER

Semejante papelón recayó sobre el escritor K.W. Jeter, un autor de ciencia ficción que había tenido una relación cercana con Philip K. Dick (el autor del libro en que se basaba Blade Runner) y que incluso había servido de inspiración a este para crear al personaje escéptico y descreído de su novela Sivainvi (Valis en su versión original y en las modernas ediciones en castellano).

Jeter publicó un total de tres libros: Blade Runner 2: El límite de lo humano, Blade Runner 3 : La noche de los replicantes y la inédita en castellano Blade Runner 4: Eye and Talon, que apareció con una editorial diferente a Bantam. ¿Qué ideas incluían esos libros? ¿Utilizará alguna la película de Villeneuve?

Unos meses después…

portadas libros

El primero de los libros, El límite de lo humano, daba comienzo apenas unos meses después de que Rutger Hauernos helara la sangre hablando de “cosas que ahora se perderán como lágrimas en la lluvia” sobre la azotea de aquel edificio. En el libro, Deckard vivía retirado fuera de la ciudad y mantenía a Rachael metida en una cápsula que permitía hacer que su proceso de envejecimiento fuera más lento.

De repente, el retiro se veía interrumpido por Sarah Tyrell, sobrina del magnate de la Corporación Tyrell y en torno a la cual, su tío había moldeado el rostro de Rachael.

En busca del sexto replicante

Capitán Bryant

Un diálogo del Capitán Bryant en la película original parecía indicar que había un replicante más que los que veíamos en pantalla, dando pie a múltiples teorías por parte de los fans pero que en realidad no tenía más misterio que hacer referencia a un personaje (Mary) suprimido en las últimas versiones de guión.

Jeter recogía el guante, intentando solucionar el agujero de la trama, y haciendo que Deckard y los otros personajes buscaran a un sexto “pellejudo” cuya existencia tampoco tenían muy clara.

La venganza de Sarah Tyrell

Reachel

La sobrina de Tyrell y heredera de su imperio llegaba al universo de Blade Runner con la misión oculta de destruir todo aquello que Eldon Tyrell había construido, ya que consideraba que una vez que su tío había creado a Rachael, había dejado de atender y querer a su sobrina.

Y esa no es la única parte oscura de Sarah, ya que en algún momento de la historia, la mujer se hacía pasar por el amor de Deckard…

El regreso del primer Blade Runner

David Holden

Al principio de la película de 1982, uno de los replicantes disparaba contra Dave Holden, un Blade Runner interpretado por el actor Morgan Paull, mandándole al hospital y haciendo que hubiera que llamar a Deckard para que investigara el caso en torno al que giraba la cinta.

Las novelas de Jeter recuperaban al personaje de Holden, al que sacaban del hospital para que intentara encontrar al sexto replicante al que el capitán había hecho referencia.

El misterio de la Salander 3

Nave

Los viajes directos entre la Tierra y las Colonias del Mundo Exterior estaban prohibidos. La razón era que durante el trayecto de la Salander 3, última nave que había hecho la ruta, Anson, hermano del señor Tyrell, había asesinado a parte de su familia, quedando únicamente viva la pequeña Sarah, sobre la que, ya sabemos, su tío moldearía posteriormente a Rachael.

En la segunda de las novelas de Jeter, Sarah Tyrell visitaba los restos de la nave, que permanecía en un vertedero terrestre, y al abrir sus puertas se encontraba con una sorpresa: En su interior vivía una niña pequeña que respondía… ¡al nombre de Rachael!

Como golpe de efecto era espectacular y ponía sobre la mesa un misterio que nos hacía cuestionarnos todo lo leído hasta el momento, sí, pero a esas alturas ya perdíamos la cuenta del número de personajes a los que habíamos puesto la cara de Sean Young.

Deckard encontraba trabajo en el cine

Final original Blade Runner plano descarte

El bueno de Richard Deckard terminaba viviendo en las Colonias del Mundo Exterior donde aceptaba un trabajo como consultor en una película, Blade Runner, que no era otra cosa que un trasunto de la propia cinta de Ridley Scott.

Esta idea tan arriesgada ponía patas arriba la aparente seriedad del material original, pero creaba una serie de espejos de ficción dentro de la ficción y volvía tan locos a los personajes (alguno, secuestrado por la compañía cinematográfica para repetir en cámara sus experiencias reales) que daba a estas secuelas literarias un pequeño toque en el que la paranoia de K. Dick se hubiese reconocido.

J.F. Sebastian también volvía

JF Sebastian

Otro regreso era el del ingeniero con enfermedad degenerativa al que daba vida William Sanderson en la película original y que, en teoría, había muerto. En su primer reencuentro con Deckard, Sebastian vivía en un centro para Blade Runners en el que se afanaba en fabricar una replica de Pris, el replicante que en su día conocimos siendo interpretado por Daryl Hannah.

Sin embargo, su aparición más sorprendente se daría en el segundo de los libros, La noche de los replicantes, donde el ingeniero había sido reducido a un polvo que, si se ingería, permitía contactar con él dentro de una recreación del mítico edificio Bradbury. Otro guiño a los incondicionales de Philip K. Dick.

Buscando al búho

Búho

Eye and Talon, la secuela inédita en nuestro idioma, situaba el foco de la acción en Iris, una Blade Runner a la que se encargaba localizar el búho que pudimos ver en el despacho principal de la Corporación Tyrell.

En su deambular por las ruinas del edificio de la antigua Tyrell, Iris descubría que el búho, llamado Scrappy, guardaba una copia de la personalidad del antiguo dueño de la corporación, de modo que recuperándolo y con ayuda del cuerpo de un replicante, el señor Tyrell podría volver a la vida.

Sin embargo, eso no es lo único que descubría la Blade Runner protagonista… ya que una vez que visionaba la película llamada Blade Runner, descubría que ella misma era exacta al replicante conocido como Rachael…

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