[Berlín 2018] Utoya o la isla del pánico

La noruega 'Utoya 22 de julio' estremece el Festival con su recreación a tiempo real de la masacre noruega de 2011.
Utoya
Utoya
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¿De qué se habla hoy en Berlín?

De Utoya, U-July 22, en su título en inglés, la película de Erik Poppe que venía ya con mucho ruido y se intuía que, al menos, generaría conversaciones interesantes. De hecho, tapó un poco otra que se podía haber iniciado a partir de la película de José Padilha inspirada en la Operación Entebbe, como reflexión sobre el conflicto entre Palestina e Israel.

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Utoya / U-July 22

Rodada en un único plano secuencia, Utoya es la recreación a tiempo real de los 72 minutos que duró la masacre de esta isla noruega el de 22 de julio de 2011 en la que un extremista de derecha acabó con la vida de 69 jóvenes casi todos jóvenes que estaban ese día de acampada. Formal y técnicamente consigue transmitir y acongojar, tanto por la cámara que sigue los movimientos y carreras de la chica que sirve como protagonista, Kaja, como por los sonidos de esos disparos a veces más fuertes, otras más lejanos, constantes pero no regulares para crear aún más miedo.

La película arranca ya siguiendo a Kaja, en la discusión con su hermana más pequeña que ella, en las bromas con sus amigos de grupo en este campamento en el que, claramente, tiene cierto liderazgo. Cuando empiezan lo tiros, entre ellos hay mucha confusión, sin estar segura de que sea un tiroteo, Kaja tarda en pensar en su hermana, pero una vez que parece claro, decide separarse del grupo e intentar encontrarla. Corre, vuelve al campamento, protege e intenta salvar a dos chicos más jóvenes que ella, los minutos entre disparos se estiran y a veces son muy escasos. El único problema de un planteamiento así es hasta que punto es una recreación morbosa y necesaria, ¿para las víctimas que estuvieron en aquella isla, familiares, para cualquiera? Poppe defiende que la ha hecho con un objetivo sanador, curativo, enfrentar al terror para seguir adelante. Pero parece que las terapias de shock son una psicología un poco antigua. ¿O no?

Becoming Astrid

¿Quién no conoce a Pipi Calzaslargas? Generaciones enteras de niños (más niñas) han crecido y aún crecen con la alocada niña de largas trenzas pelirrojas. Pero, al menos, en España poco sabíamos de su creadora, la escritora Astrid Lindgren, toda una heroína literaria sueca, no solo porque sus cuentos sean lectura obligada ni sus cifras sean millonarias a nivel mundial, sino también, precisamente, por la historia de supervivencia y lucha en la que se ha centrado la película escrita y dirigida por Pernille Fischer Christesen.

Planteada como un biopic convencional, se centra en los años de Astrid del final de su adolescencia hasta justo antes de casarse con su marido, de quien tomó el apellido, Sture Lindgren. Astrid Ericsson, ese era su apellido de soltera, pasó por la tragedia que muchas otras jóvenes sufrieron en aquellos alegres 20 en los que por un lado la sociedad se abría, pero por otro seguía aislando a las mujeres más libres y liberales. Ella se enamoró de su jefe y editor del periódico de su pueblo, y al quedarse embarazada tuvo que huir, primero a Estocolmo donde estudió para secretaria y después a Copenhague, donde nace y lo deja con una madre de acogida con la promesa de volver a por él cuando su pareja se divorcie.

Toda esta historia y su lucha por recuperar a su bebé mientras encuentra su lugar en el mundo y su creatividad literaria está salpicada con observaciones de sus cuentos hechas por sus lectores más jóvenes: la idea de la muerte como parte de la vida, su empatía y cercanía con el universo infantil, la resiliencia… Lo dicho, un biopic de lo más convencional, rozando el culebrón de época, pero lo suficientemente aceptable como para llenar dos horas (sobre todo, si no se conoce su historia).

[Berlín 2018] Utoya o la isla del pánico

7 días en Entebbe

Exactamente 10 años después de ganar en este mismo Festival con su primera película, Tropa de élite, el brasileño José Padilha, convertido ya en un gran nombre de su cinematografía y a en todo el mundo gracias, sobre todo, a la serie Narcos, regresa a Berlín con una historia que le pillaba en otra parte del mundo, en las antípodas políticas y sociales: la historia del secuestro de un avión en 1976 y su posterior rescate controvertido por el ejército israelí, lo que se conoció como la Operación Entebbe, por la ciudad de Uganda en la que los pasajeros estuvieron retenidos por un grupo formado por las Células Revolucionarias alemanas y el Frente Popular para la Liberación de Palestina, cada uno con objetivos y propósitos algo diferentes. Padilha decide centrarse más en la urgencia y compromiso del mensaje de la película que en la acción derivada de la propia situación. La tensión intenta provocarla con la introducción de una coreografía en la que un grupo de bailarines se quitan su traje ortodoxo, menos una que no es capaz. Con esta metáfora intenta reforzar el mensaje de apoyo y necesidad del diálogo entre todas las partes.

[Berlín 2018] Utoya o la isla del pánico

Gordon & Paddy

Un respiro de tanta pesadilla, tiro y dramón. Una película animada, adaptación de un cuento sueco, y protagonizado por un sapo policía a punto de jubilarse (con voz de Stellan Skarsgard) y su nueva ayudante ratón. Entre los dos intentan atrapar al ladrón de las bellotas de una ardilla, pero sobre todo contener el estado de pánico del resto de habitantes del bosque y su odio hacia el zorro. Una pequeña historia de animación tradicional con bonito mensaje para todos los públicos.

La imagen del día

Las carreras desesperadas de Kaja por el bosque y la playa de la isla de Utoya. Y, sobre todo, los sonidos constantes, pero aleatorios del terrorista que mató a 69 personas aquel día.

¿Qué esperas de mañana?

Un buen rato con Joaquin Phoenix en pantalla y en persona. ¿Vendrá con camisas hawaianas como su personaje en la peli de Gus Van Sant? ¿Estará de sí en la rueda de prensa? ¿O pasará de hablar?

Berlinómetro

Imaginamos que Utoya les habrá dado tanto que hablar al jurado como la prensa, y podría cazar algún premio. Aunque Las herederas sigue siendo la película con más papeletas (como poco la actriz, si no se lanzan con la mujer de The Real Estate) para poner de acuerdo a todo el mundo, como lo ha hecho entre público, crítica y mercado

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