'Baby Driver', el éxito sorpresa del verano

Al desparrame noir-automovilístico-musical de Edgar Wright le han bastado dos semanas para recaudar más del doble de su presupuesto
'Baby Driver', el éxito sorpresa del verano
'Baby Driver', el éxito sorpresa del verano
'Baby Driver', el éxito sorpresa del verano

"Cada película que he hecho ha tenido más presupuesto que la anterior. El problema es que mis ideas siempre estaban por encima del presupuesto". Son palabras de Edgar Wright, un director tan poco dado a morderse la lengua como a limitar su visión creativa. Algo que le ha costado muchos disgustos, como su salida de Marvel con cajas destempladas durante la preproducción de Ant-Man. Pero que podría haberle dado una alegría inesperada: Baby Driverla nueva película de Wright, está registrando un éxito meteórico, hasta el punto de que ya podemos considerarla el éxito sorpresa del verano de 2017.

Señalemos, para empezar, que Baby Driver es una película rara con ganas. A estas alturas, nadie parece haberse aclarado sobre si es una película de acción con mucha música, un musical con tiroteos y persecuciones de coches, o ambas cosas. Además, la historia de ese Ansel Elgort que conduce al ritmo de su iPod es mucho más seria de lo habitual en los filmes de su autor. Sin embargo, las cifras cantan: en dos semanas desde su estreno (datos de Box Office Mojo), Baby Driver ha recaudado 44 millones de dólares en EE UU. Sólo dos mastodontes como Gru 3, mi villano favorito Spider-Man: Homecoming la aventajan en el ranking de la superpotencia.

En España, por su parte, ha sido la segunda película más vista de la semana, sólo por debajo de (otra vez) Gru 3, amasando 741.805 euros. Una cifra que se suma a sus 72 millones de dólares acumulados en todo el mundo. Los cuales la convierten, según la agencia auditora ComScore Rentrak, en la quinta película más taquillera de la cartelera mundial. Seguro que, ante tamaño sorpresón, hasta el mafioso interpretado por Kevin Spacey arquearía las cejas.

¿Por qué decimos "sorpresón"? Pues porque nos hemos fijado en las anteriores películas de Wright, y en su taquilla. Si bien las cintas de la llamada Trilogía Cornetto (Zombis Party, Arma fatal Bienvenidos al fin del mundogozan de fans incondicionales, sus ingresos en cines han sido siempre modestos. La más taquillera del lote, Arma fatal, cosechó 80 millones de acumulado internacional (no ajustados a la inflación) entre 2007 y 2008. Y, no lo olvidemos, Edgar Wright también es el autor de Scott Pilgrim contra el mundo, uno de los mayores desastres financieros del cine reciente. Aunque adorada por la crítica (y por parte del público), esta película inclasificable sólo recaudó 47 millones de dólares... tras haber gastado un presupuesto de 60 millones.

Esto último nos sirve para recordar que Baby Driver no sólo tiene a su favor los ingresos, sino también un factor aún más importante: la relación coste-beneficio. Porque rodar el filme costó 34 millones de dólares, un presupuesto prácticamente de serie B, ampliamente cubierto ya por sus 72 millones en taquilla. Si tenemos en cuenta que Spider-Man: Homecoming ha declarado unos gastos de 175 millones, y que rodar Gru 3 ha costado 80 millones, tendremos claro cuál de estos filmes está dándoles más alegrías a los ejecutivos de rigor.

¿Qué lecciones extraerá Hollywood de esto? ¿Estarán planteándose algunos estudios sus planes de limitar al máximo los proyectos de presupuesto mediano, y de limitar al máximo el poder de los directores en el plató? Lo dudamos. Pero sí tenemos claro que, gracias a este subidón, Edgar Wright podrá seguir rodando películas durante unos años, tal vez incluso con presupuestos más cuantiosos (pero que siempre estarán por debajo de lo que le piden sus ideas). Quién sabe: puede que hasta Kevin Feige le llame un día de estos, con voz melosa, preguntándole si a Simon Pegg, Nick Frost y él mismo les apetece quedar para tomarse unas pintas…

Mostrar comentarios

Códigos Descuento