Así era la 'Catwoman' con Michelle Pfeiffer que nunca fue (y debió ser)

Qué duro se hace recordar Catwoman (2004), ¿verdad? Empezando por Halle Berry, muchos de los implicados reniegan de aquel filme que cogía a uno de los personajes más queridos del Universo DC y hacía con él lo que una jauría de dogos rabiosos con un gato callejero. Para más INRI, ahora resulta que una tendencia en Twitter ha llevado al escritor John August (Big Fish, La novia cadáver) a desempolvar un tratamiento de guion que escribió para el filme... y que, oh sorpresa, tiene muy buena pinta.

Usando el hashtag "#ShareYourRejections" ("explica tus rechazos"), August empieza narrando la historia de cómo su sinopsis acabó en la papelera. "Catwoman en Warner en 1998. Secuela, de nuevo con Michelle Pfeiffer. El productor está muy animado. Tras la presentación, un ejecutivo insiste en que tiene que ser Sarah Michelle Gellar y que tiene que salir lavándose el pelo en una escena, y después me enseña el tráiler de Matrix". 

Pasmoso, ¿verdad? La idea de renunciar a Michelle Pfeiffer (que había bordado el papel de Selina Kyle en Batman vuelve, seis años antes) y reemplazarla por la protagonista de Buffy, cazavampiros escuece, desde luego, pero la serie de Joss Whedon había empezado a emitirse en 1996 y Sarah Michelle Gellar era un rostro muy de moda por entonces. Para echar más sal a la herida, August ha publicado más tuits con algunos fragmentos de su propuesta para la película. Y solo con imaginarnos a Pfeiffer en la primera escena se nos erizan los bigotes.

La historia comienza en una Gotham City que, "para variar", está en plena revuelta. Mientras el caos campa por sus respetos, la sinopsis de August nos presenta a Catwoman en el diván de un psiquiatra, quejándose de que la ciudad ha dejado de ser divertida. "Cambiamos de punto de vista y vemos que el hombre con el que ella habla está atado a una silla. No es un psiquiatra. Ella está robando la oficina. Él quiere decirle dónde está la caja fuerte, pero ella no le deja: encuentra la caja y la abre". 

"[Catwoman] ha salido, va camino de su segundo robo de la noche. Cree ver a Batman, pero es solo un tío disfrazado. Hay muchos Batman y muchas Catwoman, y eso la molesta", prosigue el tratamiento. El siguiente párrafo describe el encuentro de la antiheroína con un villano de segunda fila llamado Nightfall, que ha llenado de explosivos el edificio de turno. El inmueble acaba saltando por los aires, y la explosión arroja a Catwoman por una ventana.

Aquí, August da un salto hasta la página 10 de su tratamiento. No sabemos si por las secuelas de la explosión o por otros encuentros en la Gotham nocturna, Selina está en las últimas… hasta que Batman llega a su rescate. A continuación, la vemos despertarse en su ciudad natal, Lake City, un trasunto de Chicago donde hay "verdadera luz de sol". Junto a ella está su familia, formada por un padre con cargo público, la madre y dos hermanas. "Según los estándares de la normalidad, Selina es una tremenda perdedora: no tiene marido, trabajo de mierda como secretaria, acercándose a los 40". 

¿Algo más? Pues sí: Selina recibe una visita de un tal Bruce Wayne… quien se queda pasmado al descubrir que ella no recuerda haber sido Catwoman. "No es amnesia. De la misma manera que una caída la creó, esta explosión la ha borrado de su mente", explica el guion. Como podemos imaginar, esta situación sería transitoria, pero siempre nos preguntaremos cómo habría recuperado Selina su álter ego gatuno. Y también nos preguntaremos qué habría ocurrido si la versión estrenada de Catwoman hubiera sido esta, y no aquel bodrio.