'American History X': supremacía blanca para entender el mundo (20 años después)

La política de fronteras, el término demócrata como insulto, la dichosa supremacía blanca o el odio siguen siendo temas actuales 20 años después de “la escena del bordillo”.
'American History X': supremacía blanca para entender el mundo (20 años después)
'American History X': supremacía blanca para entender el mundo (20 años después)
'American History X': supremacía blanca para entender el mundo (20 años después)

El 16 de Marzo de 1999 (un año antes en EE UU) se estrenó en España esta película de Tony Kaye. Hoy, en Marzo de 2019, esta cinta sobre un neonazi reformado que intenta reconducir su vida y la de su familia sigue estando de (lamentable) actualidad.

American History X se convirtió en su momento en una película de culto. Llegó a los institutos de secundaria como un torbellino de ideas de ideas violentas de las que huir, su violencia tan cruda daba un gusto morboso y el hecho de que Kaye fuera tan poquito sutil escupiendo los mensajes encima del espectador provocaron ese maravilloso fenómeno del boca a oreja entre cigarros a escondidas y primeros debates de botellón.

RECORDEMOS…

A Daniel Vinyard le piden que haga una redacción sobre un libro relacionado con los derechos civiles. El chaval lleva el ensayo mejor argumentado de su clase pero el problema es que ha elegido Mein Kampf, que tampoco sería para tanto si por lo menos se hubiera cortado a la hora de describir a su autor, Adolf Hitler, como un héroe. Claro, esto levanta ampollas en el profesor (judío) que acude corriendo al director para decirle que el chico no tiene remedio, que hay que echarle, que es peligroso… Sin embargo, el director del centro se niega, piensa que aún no es tarde para el chico.

Daniel ha estado oyendo todo el rato la discusión, divertido… Cuando es su turno se acerca al director y le coge del escritorio una réplica de la bandera americana con la que juguetea mientras éste (un docente negro) le manda otra redacción a cambio de su indulgencia, de no expulsarle. La redacción consistirá en valorar los hechos que llevaron a su hermano mayor Derek a convertirse en un neonazi y matar a dos personas en la puerta de su casa, dos negros. Del impacto que tuvo para él y para su familia que Derek pasara tres años y medio en prisión. La redacción lleva el título de American History X.

Así comienza esta película. Una película que podía haberse quedado enganchada en los noventa pero que lamentablemente hoy es incluso más actual que entonces. La era Trump abandera el resurgimiento de los partidos de derechas, del racismo, el odio de clase, la supremacía blanca, el machismo y el terraplanismo también. Así es como American History X habla de nuestro presente 20 años antes de que ocurra.

LA POLÍTICA DE FRONTERAS

Esta escena:

“Nuestra política de fronteras es una ¡Broma! Entonces, ¿alguien se sorprende de que al sur de la frontera se rían de nosotros? ¿Nos reímos de nuestras leyes?”.

Después de este terrible discurso entran a un súper mercado y destrozan el inmobiliario, dan palizas a los dependientes, les humillan, les asustan…

Escuchar a Derek pronunciar estas palabras frente a sus colegas neonazis sería mucho menos terrible o daría mucho menos miedo si no fuera porque el tipo que más poderoso del mundo también lo pronuncia.

"La inmigración ilegal es un importante problema de seguridad nacional. Después de décadas de juegos, todo el mundo se ríe de la estupidez de nuestras leyes de inmigración…".

Trump hace menos de un año. La política de fronteras de occidente es hoy un problema grave para los partidos de extrema derecha. Su solución más pacífica es mirar hacia otro lado, la más extrema es echarlos y en este proceso de lavado de cerebro a los ciudadanos más nacionalistas se les alienta en una clase de violencia que perfectamente podría desembocar en guerrillas ciudadanas para echarlos. No es tan raro. Lo hemos visto.

FUERA DE LAS CANCHAS

Venice Beach era nuestro otra vez. Ese sentimiento con el que Danny adora a su hermano Derek por devolverles lo que era suyo es, básicamente, la base del famoso grito de Trump: Make America Great Again.

En esta escena sin apenas violencia física ocurre algo gravísimo, considerar que algo es tuyo por ser blanco. Igual que considerar que America tiene que volver a ser grande porque ahora está llena de inmigrantes. Igual que considerar que alguien está acabando con la grandeza de un país (y su dichosa bandera) por tomar medidas sociales o dejar lugar al diálogo.

En American History X se utiliza en varias ocasiones la palabra demócrata como  insulto. Un peyorativo para quienes no estén de acuerdo con sus puntos de vista. Una barbaridad que también ha salido del tipo que duerme en la Casa Blanca en forma de tuit:

"El Partido Demócrata de hoy preferiría proteger a los extranjeros criminales que a los CIUDADANOS AMERICANOS, ¡por eso los demócratas deben ser expulsados de la OFICINA!".

Esto, claro, ha dado un valor e influencia a todos los supremacistas blancos del país. Lo que nos lleva a otro punto importantísimo en American History X.

LA SUPREMACÍA BLANCA

Esta es la escena más bestia de la película. La que se queda grabada en la retina. La que recuerdas 10, 20 y 30 años después por su crudeza y su demoledor y limpio blanco y negro.

Este es el resultado último y fatal de entender la supremacía blanca como una lucha real. De contener y cuidar el odio como un sentimiento para ser mejor. El momento del bordillo es el fondo del foso, Derek ha traspasado el límite y su hermano ha sido testigo. La mirada que ambos se echan es una mirada desquiciada de dos tipos con muchísimo miedo.

Y esto pasó AYER.

Supremacistas de Nueva Zelanda han disparado con automática a una centena de personas que rezaban en una mezquita, de momento se han llevado 49 vidas por delante.

Quizá estos tipos hace un tiempo se dedicaban a echar a musulmanes de las canchas de baloncesto.

A este grupo de neonazis, como al que lidera Derek en American History X, se les identifica muy fácilmente: tatuajes con esvásticas, pelo rapado, bombers, botas militares… Pero hoy los supremacistas que hacen más daño (incluso más que los neozelandeses) son los que se han adaptado a la sociedad. A los que no se les distingue porque visten con polos y pantalones vaqueros: El bloguero neonazi Andrew Anglin intentó declarar las zapatillas New Balance como zapatos oficiales de los blancos. Los supremacistas de hoy  gestionan administraciones, toman decisiones políticas, montan empresas, dirigen agencias de marketing y publicidad, son bomberos o padres de familia como el de Derek y Danny.

LA IMPORTANCIA DE LA MASCULINIDAD

La masculinidad es uno de los sentimientos que provocan en Derek su desviación política y moral. Tras la muerte de su padre él se ve en la posición de ejercer como el cabeza de familia, proteger a su madre, su hermano, sus hermanas… Cuando otro hombre llega a casa para “disputarle” ese rol Derek decide mostrar su fuerza bruta y su odio, le asusta, le echa a base de escupirle en la cara sus argumentos supremacistas, de enseñarle la esvástica que luce en el pecho.

Su hermano, a pesar de no disfrutar con este desagradable circo, le admira.

Es importante para Tony Kaye mostrar el cuerpo perfectamente esculpido de Edward Norton siempre que puede. Es importante que sea siempre en blanco y negro para hacerlo aún más escultórico. Y esa esvástica brillante e hipnótica en su pecho como un símbolo de fuerza, de unión… Ser el macho alfa es importante para entender la conducta de este tipo de grupos. Por eso también son machistas y defienden, por supuesto, la superioridad de género.

La madre no merece llevar una vida que la empodere, siempre bajo su yugo. Igual que la hermana que va de “listilla”.

Y esto es así hasta que en la cárcel a Derek le violan sus propios amigos neonazis que, por supuesto, no creen en nada. Su masculinidad, sus convicciones políticas, su supremacía se cuela por el desagüe en forma de un chorro de sangre mezclado con agua caliente.

¿ALGO DE LO QUE HAS HECHO HA MEJORADO TU VIDA?

En la cárcel Derek comienza a sentir cierta confusión cuando es consciente que, primero, es una minoría rodeado de negros y latinos y, segundo, nadie tiene ningún tipo de convicciones morales o ideales políticos. Nada de lo que ha promulgado en el pasado tiene valor. NO SIGNIFICA NADA. Además su compañero de trabajo en la cárcel es un tipo negro, un buen tipo, gracioso, alegre y muy inteligente que acaba ayudándole a salir vivo de allí.

Esto claro cambia todo su universo, pero en mitad de su viaje de redención ya es consciente del lavado de celebro que ha sufrido él y los chicos como él… "¿Algo de lo que has hecho ha mejorado tu vida?", le pregunta el profesor que al principio de la película le manda a Danny su redacción. Nada. Matar a dos personas no ha mejorado nada.

“Estoy cansado de tanto odio”, le dice Derek a su hermano.

Y sin embargo, a mitad de esa ascensión a la bondad, Danny muere cuando un compañero negro le dispara en el baño de instituto. Un mensaje oscuro que nos obliga a pensar que no hay ninguna solución, que la ascensión actual de los grupos extremistas podría desembocar en algo peor o podría diluirse… Pero que siempre habrá alguien odiando a alguien.

Ojalá algún día American History X se quede antigua.

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