A Rosamund Pike no le parece bien que James Bond sea una mujer

La película número 25 de James Bond asoma por el horizonte, finalmente con Danny Boyle de director y como despedida para Daniel Craig del papel de agente 007. Algo que todavía no está decidido es quién tomará el relevo de Craig al frente de la franquicia, pero es un tema de conversación que adora salir a la luz cada poco tiempo. Últimamente, entre las voces que piden a una de las sagas más longevas y conocidas del cine algo de variedad en el tipo de protagonistas elegidos para encabezar futuros filmes; ahí, ya puedes elegir tu bando favorito: abogar por un cambio de color de piel o por darle el papel a una actriz.

Esto último no cuenta con el apoyo de Rosamund Pike, que en 2002 tuvo la mala suerte de ser una fantástica chica Bond (Miranda Frost se llamaba, nada menos ) en una de las peorcísimas entregas de la saga (Muere otro día, el canto de cisne de Pierce Brosnan como 007). En una entrevista para Uproxx, la estrella de Perdida ha abordado el tema de manera contundente cuando le preguntan qué le parecería que el próximo James Bond fuera una mujer.

"Preferiría que escribieran otra historia. Quiero decir, James Bond es un personaje inventado por Ian Fleming. Claro que la 'marca' se ha hecho muchísimo más grande y todas esas cosas, pero coge una de las chicas Bond y dale su propia historia", contesta la actriz. "Para mí el personaje de James Bond es un hombre. Totalmente. Así que lo de hacer una serie de películas aparte [con él como mujer]... ¿por qué tendría cualquier mujer que conformarse con ser ese segundo plato? ¿Por qué si era un hombre ahora tiene que interpretarlo una mujer? ¿Por qué no hacer una agente femenina de la hostia por sí misma?

A pesar de que a muchos fans de 007 les encantaría ver a una mujer interpretando el papel, la postura de Rosamund Pike es de lo más coherente: mucho mejor que apuntarse a un papel marcado y sobadísimo es la creación de nuevos personajes femeninos tan potentes y memorables como el agente secreto creado por Ian Fleming. Los ejemplos de Charlize Theron en Atómica o Jennifer Lawrence en Gorrión rojo serían buenos puntos por los que empezar.

"No siempre se le puede dar la vuelta a algo y decir 'Hala, ahora es una mujer'. Creo que eso es menospreciar del todo a las mujeres. No hay nada en el personaje de James Bond tal y como lo escribió Ian Fleming que se parezca a una mujer", continúa Rosamund Pike. "Es una creación muy masculina. Pero, por supuesto, si se propone una agente secreta mujer que sea alucinante, inesperada, sin piedad y la hostia, la interpretaría encantada".