7 películas que tienes que ver antes de 'Okja'

¿Estás listo para sufrir con la cerdita-hipopótamo de Bong Jon-hoo y Netflix? Prepárate para la experiencia con un lista de filmes que saben a gloria
7 películas que tienes que ver antes de 'Okja'
7 películas que tienes que ver antes de 'Okja'
7 películas que tienes que ver antes de 'Okja'

Bong Joon-ho parece lanzado. Tras el exitoso desembarco en Occidente que supuso Snowpiercer, su próxima película ha tenido gran repercusión en los medios. Aunque tal vez no por los mejores motivos posibles. Pero obviando polémicas con Cannes y Almodovar de por medio, Okja, que se estrena el 28 de junio en Netflix, nos promete algo muy propio del director coreano: monstruos gigantes, críticas al capitalismo, soflamas ecologistas y niños protagonistas a los cuales da ganas de abrazar. Algo poco común en el cine. Y para celebrarlo, hemos elegido un puñado de películas para ir preparándonos para su desembarco.

The Host

Aunque comparada por la crítica con Snowpiercer, a la película que más se parece Okja es a The Host. Y es lógico: ambas tratan sobre la familia, incluyen un desastre ecológico y emplean a un monstruo gigante como centro de toda la trama. Pero no es menos cierto que The Host también tiene su propio encanto. Haciendo hincapié en lo disfuncional de la familia, dejando al monstruo en segundo plano, la película pone en foco tanto la inutilidad del gobierno coreano como la idea de que una familia unida ante la adversidad es capaz de superar cualquier cosa. Incluso tener que enfrentarse contra un monstruo gigante para salvar a la más pequeña de la casa. Si además sumamos que ambas películas comparten al hombre detrás del diseñador del monstruo, Chin Wei-chen, parece obvio porqué incluso el propio Bong Joon-Ho dice que es la película más cercana de su filmografía a la propia Okja.

Save the Green Planet

No nos alejemos de Corea todavía. Porque aunque no lo parezca, hay vida allí más allá de Park Chan-wook y Bong Joon-ho. En esta extraña mezcla de comedia, ciencia ficción y thriller, el entonces debutante Jang Joon-hwan nos cuenta la historia de un hombre que cree que áliens provenientes de Andromeda quieren destruir la tierra. Y para evitarlo, tendrá que secuestrar y torturar al que cree que es el extraterrestre de mayor rango de cuantos han enviado. Todo ello conectando con Okja por su capacidad ejemplar para mezclar una premisa en apariencia absurda con un desarrollo ejemplar y una mezcla de humor, terror y thriller que podríamos definir como el sello distintivo de cierta clase de cine contemporáneo del cual Bong Joon-ho sería su máximo exponente. Incluso si le salen discípulos tan aplicados como Jang Joon-hwan.

Nausicaä del Valle del Viento

Es imposible hablar de ecologismo en el cine sin nombrar al más famoso de los directores de anime: Hayao Miyazaki es una referencia ineludible. De ahí la elección de Nausicaä. Con toda la acción centrada en un mundo moribundo, en la necesidad de vivir de un modo sostenible y con el conflicto de clases planeando toda la historia, la película de Studio Ghibli resulta particularmente adecuada. Ninguna de sus otras películas se centra de forma tan abierta e indiscutible en la necesidad de cuidar la naturaleza y todo lo que habita en ella. Y, especialmente, cuidarse de quienes sólo la utilizan en beneficio propio.

Wall*E 

Si nombramos a Studio Ghibli, habrá que nombrar al gran estudio de la animación occidental, porque Pixar también tiene inquietudes ecologistas. Como todo el cine de Bong Joon-Ho, Wall*E tiene no pocos elementos críticos con el capitalismo. Esta aventura teñida de comedia donde un simpático robot basurero no sólo descubre el amor y la esperanza, sino también la posibilidad de resucitar un mundo moribundo si busca una solución para ello en vez de huir de los problemas, tiene esa característica que tanto nos gusta de la mayoría de películas de Pixar: hacer que una aventura en apariencia simple e inofensiva tenga un inteligente trasfondo emocional. Algo que merece la pena recordar en un tiempo en que el estudio parece haber perdido el norte. 

E.T. el extraterrestre

Quentin Tarantino dijo que Bong Joon-ho es "el Steven Spielberg coreano". Y tal vez esté en lo cierto: Okja es, en cierto sentido, la versión hipertrofiada, posmoderna y con trasfondo político de esa oda clásica a la amistad y el respeto a la diferencia que es E.T. Por eso, cara a prepararse para la película del Spielberg coreano, ¿qué mejor que deleitarse con un nuevo visionado de una película que, a muchos, lleva acompañándonos toda una vida?

Cuando el destino nos alcance

En el mundo de Okja han descubierto que, cuando el hambre aprieta, el capitalismo agudiza el ingenio. Pero, ¿y si no hubieran conseguido crear cerdos gigantes? Eso hubiera sido un problema para la humanidad. Y la solución la encontramos en el clásico de la ciencia ficción de Richard Fleischer. Con Charlton Heston haciendo de detective intentado resolver el asesinato de uno de los principales accionistas de la compañía Soylent, descubrirá la terrible verdad detrás de un alimento que (se supone) está hecho con plancton. Con la guerra de clases como telón de fondo, con los ricos viviendo bien mientras los pobres tienen que conformarse con la miseria, ninguna otra película de ciencia ficción clásica conecta tan bien con los tropos e inquietudes de Bong Joon-ho.

Earthlings 

Para acabar, nada como un baño de agua fría. Porque este documental, narrado por Joaquin Phoenix, nos pone frente a los ojos el lado más feo de la industria cárnica. Adentrándose en mataderos con cámaras ocultas, enseñando todo aquello que preferiríamos no ver —y que Greenpeace y otros grupos similares insisten en que veamos—, este documental es tan sucio, brutal y descarnado como cabría esperar dada la temática. Todo un ejercicio de auténtico terror gore que, si bien carece del encanto y la magia de la película de Bong Joon-ho —incluso sí, como este documental, en su segunda mitad escora hacia ciertos terrenos más próximos al terror—, incide en su mismo punto esencial: si seguimos fingiendo ignorar las atrocidades del capitalismo, que no nos extrañe si en el futuro somos nosotros los protagonistas que sólo se pueden grabar con cámaras ocultas. Porque para empezar, no tienen problema en callarnos la boca con un buen porrazo entre los dientes.

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