6 películas para entender el cine de Bernardo Bertolucci

Se cumplen 80 años del nacimiento del cineasta italiano, caracterizado por sus relatos políticos, sus frescos históricos y las diversas polémicas a las que se enfrentó. 
6 películas para entender el cine de Bernardo Bertolucci
6 películas para entender el cine de Bernardo Bertolucci
6 películas para entender el cine de Bernardo Bertolucci

La muerte de Bernardo Bertolucci en 2018 suponía el adiós de una de las últimas figuras imprescindibles del cine italiano del siglo XX, que llegó a consagrarse como una de las voces más atrevidas e incendiarias del cine europeo de los años 70. El último tango en París (1972), Novecento (1976), El último emperador (1987) –con la que ganó dos Oscar– o Soñadores (2003) son algunos de los títulos más conocidos de su filmografía, pero a continuación vamos a destacar otra media docena de sus películas que (aparte de considerarlas mejores, ehem) pueden ayudar a comprender de manera más directa cómo el italiano alcanzó su estatus como referente.

La commare secca (1962)

El debut de Bertolucci en la dirección contó con guion de su amigo Pier Paolo Pasolini, con quien había trabajado el año anterior en Accattone. Muy influida por la estructura narrativa de Rashomoncuenta la investigación del asesinato de una prostituta siguiendo las versiones de cada uno de los sospechosos. Rodada en Roma con inmediatez neorrealista, su retrato de localizaciones como el barrio popular de Trastevere o el parque Villa Sciarra son un documento vivo de la época.

Antes de la revolución (1964)

Las calles de Parma nunca han vibrado tanto en la gran pantalla como en esta película, el segundo largo de Bertolucci y su trampolín a la primera división autoral del cine de los 60. Allí se fue, siguiendo los pasos de La cartuja de Parma de Stendhal, para rodar a Francesco Barilli Adriana Asti como protagonistas de una historia de amor enmarcada por la militancia en el Partido Comunista Italiano (PCI), la férrea educación católica y el pasado fascista del país. No solo contó con banda sonora de Ennio Morricone por primera vez, sino que el cantante Gino Paoli aportó temas indisolubles como Ricordati.

El conformista (1970)

Antes de la revolución también fue la primera colaboración de Bertolucci con el director de fotografía Vittorio Storaro, pero fue en la posterior El conformista cuando verdaderamente estalló todo el potencial de uno de los mejores binomios del cine moderno. Esta adaptación de Alberto Moravia nominada al Oscar cuenta cómo un joven (Jean Louis Trintignant) acaba en las filas del partido fascista.

La estrategia de la araña (1970)

Ese mismo año, Bertolucci también adaptó a Jorge Luis Borges en una de sus películas más extrañas y atmosféricas, donde abundan las referencias pictóricas a Giorgio de Chirico René Magritte.

Asediada (1998)

Después de dos décadas embarcado en toda suerte de producciones megalómanas, desde el descomunal fresco histórico de Novecento a epopeyas históricas como El último emperador o ese Pequeño Buda (1993) que rapó a Keanu Reeves, Bertolucci acabó su carrera con historias más íntimas donde la desorientación espacial y la alienación cultural son factores clave en el retrato de sus personajes, aunque a veces quedaran sepultados por la carnalidad de las escenas sexuales con las que se vendían. Este incómodo drama romántico protagonizado por Thandie Newton David Thewlis, donde se entrelazan cuestiones de poder, clase, género y raza, puede ser un buen ejemplo.

Tú y yo (2012)

La última película de Bertolucci es también una de las más bellas y delicadas. Un romance juvenil que, en consonancia con su última etapa, se circunscribe a un escenario limitadísimo: cuatro paredes entre las que enamorarse y bailar a David Bowie en italiano: "Ragazzo solo, ragazza sola...".

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