10 películas que no hubieran existido sin 'Blade Runner'

Su trayectoria en taquilla no fue nada del otro jueves... pero lleva marcando el cine de ciencia-ficción desde hace 35 años: aquí está la prueba
10 películas que no hubieran existido sin 'Blade Runner'
10 películas que no hubieran existido sin 'Blade Runner'
10 películas que no hubieran existido sin 'Blade Runner'

Dice la leyenda que sólo cien personas compraron el primer álbum de The Velvet Underground cuando este salió al mercado, pero que todas esas personas acabaron formando un grupo. Siguiendo con la hipérbole, de Blade Runner (1982) puede decirse algo similar: la película de Ridley Scott no tuvo muchos espectadores y su trayectoria en las carteleras no fue nada del otro jueves... y, sin embargo, no dejan de llegar a la cartelera filmes que llevan sus huellas del primer al último fotograma. Ahora que Blade Runner 2049 ha llegado para continuar la historia de los replicantes, recordamos algunas de ellas.

Matrix (1999)

Esta es fácil, ¿verdad? Pues sí, pero hay que mencionarla: si Blade Runner le dio carta de naturaleza al cyberpunk en el cine, la película más exitosa de las hermanas Wachowski volvió a poner de moda las gabardinas (esta vez de cuero), las paranoias sobre la naturaleza de la realidad y esa actitud ante la tecnología mixta de miedo y fetichismo. Seguramente estamos ante el vástago más exitoso de la película de Ridley Scott... y, al igual que ella, de un filme que ha sido copiado hasta la saciedad.

RoboCop (1987)

Con su habitual cachondeo y su querencia por lo brutal, Paul Verhoeven acabaría poniéndole las manos encima a un texto de Philip K. Dick en Desafío total (1990). Pero, tres años antes, ya había pisado los mismos terrenos que el maestro, y que Ridley Scott, en su debut hollywoodiense. Porque, sin aquellos rascacielos y aquellas lágrimas en la lluvia, la historia de un policía artificial (en este caso, sólo a medias) que pasea sus cuitas por una ciudad distópica nunca hubiese sido lo mismo.

Akira (1988)

Aquí estamos hablando de una deuda saldada con creces. Porque, si Blade Runner tomó prestados auténticos capazos de estética oriental para su Los Ángeles futurista, el filme de Katsuhiro Otomo se llevó esos préstamos de vuelta a Japón para darles un baño de vistosidad cuyo impacto está aún por ser superado. Además, si tenemos en cuenta que Otomo aún no había terminado de escribir y dibujar el cómic original cuando se estrenó la película, y que el rodaje de Akira estuvo lleno de pequeños cataclismos... pues va a ser que este filme y el de Scott tienen muchas cosas en común, más allá de las imágenes.

Dredd (2012)

Con los datos en la mano, resulta que el justiciero más bestia de Mega-City 1 había llegado antes que Rick Deckard. Cinco años antes, para ser exactos, puesto que su primer cómic se publicó en 1977. Pero, cuando Pete Travis Alex Garland lo llevaron al cine, los replicantes ya estaban ahí, y esta adaptación tomó buena nota. Ese rascacielos infernal, esa paleta de colores en la fotografía, esas persecuciones, esa Lena Headey... son todos elementos bladerunnerianos en grado sumo.

Brazil (1984)

¿Quién quiere replicantes cuando tiene funcionarios ineptos? Si Blade Runner nos mostró el peor de los futuros posibles desde un ángulo estadounidense, Terry Gilliam hizo lo propio usando una perspectiva británica, con sus tazas de té recalentado, sus trabajos de oficina en horario de 9 a 5 y esos civil servants rascándose el ombligo al otro lado de la ventanilla. Además, de la misma manera que Ridley Scott, el ex miembro de los Monty Python se embarcó en una guerra sorda con sus productores, incluyendo un montaje estrenado en salas que se hizo a sus espaldas y del que siempre ha renegado.

Días extraños (1995)

Las directoras con Oscar... perdón, LA directora con Oscar, también aprendió cuatro cosas de la Tyrell Corporation. Con una ayudita de su entonces marido James Cameron, Kathryn Bigelow realizó su excursión cyberpunk en un filme que bien podría funcionar como precuela oficiosa de Blade Runner, siempre que cambiemos algunos temas del filme de Scott (la ingeniería genética) por otros que resultaban candentes allá por los 90 (la realidad virtual). En esta película, además, Ralph Fiennes se las apaña para interpretar a un antihéroe aún más tirado y arrastrado que el de Harrison Ford, cosa que tiene su mérito.

El quinto elemento (1997)

Dejando aparte a Philip K. Dick, ¿dónde nació Blade Runner? Pues, muy a grandes rasgos, en un cómic titulado The Long Tomorrow, escrito y dibujado por dos viejos conocidos de Ridley Scott: el guionista Dan O'Bannon (Alien) Moebius, el dibujante que diseñó el loquísimo mundo de esta película. Además, para qué nos vamos a engañar, cualquier filme con coches voladores va a ganarse de inmediato comparaciones con Blade Runner... y sabemos que Luc Besson lo sabe.

A. I. Inteligencia artificial (2001)

Cuando toca hacer números, una de las razones que se aducen para el fracaso de Blade Runner en taquilla es el haberse estrenado en el mismo año que E.T. el extraterrestre. Y, al final, Steven Spielberg acabó ajustando cuentas: vale que Minority Report está basada en un relato de Philip K. Dick (en este filme, la inspiración literaria vino de Brian Aldiss) y también tiene una considerable inspiración bladerunneriana. Pero si buscamos un personaje de Spielberg (y de Stanley Kubrick) que sueñe con ovejas eléctricas, David es la respuesta. Este niño robot es el hermano pequeño que Roy Batty siempre quiso tener.

Ghost in the Shell (1995)

Como ya señalamos en el caso de Akira, la influencia de Blade Runner en la animación japonesa ha sido desbordante. Y más allá de una interminable lista de ejemplos (Bubblegum Crisis, Ergo Proxy, Psycho-Pass, Serial Experiments Lain...), el filme de Mamoru Oshii sigue siendo capital. Rehaciendo a su gusto el cómic original de Masamune Shirow, Ghost in the Shell llevó más allá la fusión de noir, tecnología y existencialismo, propulsando hasta el infinito las ambiciones filosóficas de Ridley Scott (y volviendo su historia, de paso, todavía más difícil de entender). En cuanto a ese remake con Scarlett Johansson, mejor hablamos otro día...

Sueñan los androides (2015)

¿Para qué necesitas la fotografía de Jordan Cronenweth -o de Roger Deakins- si tienes una cámara de 16mm? Y, ¿para qué necesitas unos decorados ciclópeos si tienes una Benidorm semidesierta? El español Ion de Sosa debuta en largo de ficción inspirándose en ¿Sueñan los androides con ovejas eléctricas?, y con un presupuesto próximo a cero. Tal vez sea una genial pirueta conceptual, o tal vez sea un chiste de intelectual pretencioso... pero no cabe negar que es algo completamente nuevo.

Mostrar comentarios

Códigos Descuento